Infiltración de grupos armados, ataques piratas, colocación de bombas, incitación a desertar y a salidas ilegales, violación del espacio aéreo cubano, envenenamiento del ganado y arreciada propaganda contrarrevolucionaria, fueron parte del recrudecimiento de las acciones de la mafia anticubana durante el Período Especial.
En Mesa Redonda sobre la ruta del terror del cabecilla Luis Posada Carriles, el General de Brigada Adalberto Rabeiro, Jefe de la Dirección de Investigaciones Criminales del Ministerio del Interior, y el investigador Teniente Coronel Roberto Hernández, expusieron las numerosas acciones terroristas con que la mafia miamense coincide con la Casa Blanca en el propósito de derribar a la Revolución.
En 1997 se intensificaron los actos terroristas contra centros turísticos, cuyos trabajadores impidieron en varias ocasiones consecuencias peores.
La termoeléctrica de Matanzas, supertanqueros y centros turísticos de Varadero formaban parte de un plan de atentados con bombas que organizaba la mafia anticubana de Miami en la década del 90, afirmó en la Mesa Redonda el Teniente Coronel Roberto Hernández.
El investigador del MININT explicó que esto se pudo confirmar tras la detención del salvadoreño Francisco Chávez Abarca, cuyas declaraciones corroboraron el doble rasero de Estados Unidos en el tratamiento del terrorismo.
Homero Fontes, jefe del Departamento de Enfrentamiento Especializado, agregó que a partir de la primera bomba con C-4 que estalló en La Habana se inició una investigación muy meticulosa, que determinó que el explosivo plástico utilizado en Cuba es el que produce el ejército de Estados Unidos.
Subrayó que los 19 hechos de aquella serie de atentados y planes contra Cuba tienen la misma configuración, estilo y concepción.
“Por mucho interés que tengan, son rehenes de una mafia que criaron y amamantaron”, dijo en la Mesa Redonda el General de Brigada Adalberto Rabeiro, al referirse a los fallidos contactos con peritos y especialistas policiales norteamericanos.
El jefe de Investigación Criminal y Operaciones narró cómo desde 1998 se le entregaron a las autoridades estadounidenses cuatro carpetas con anexos y 40 fichas de terroristas.
Rabeiro reveló que incluso se permitió a esos investigadores y fiscales entrevistar, totalmente solos, a los terroristas detenidos en Cuba, luego de poner bombas en La Habana y Matanzas.
Acerca de la conveniencia mutua de la colaboración, el General de Brigada Rabeiro y el Teniente Coronel Roberto Hernández coincidieron en señalar que entre los años 89 y 98 esos individuos cometieron más actos terroristas en Estados Unidos que en territorio cubano.
Ya fue seleccionado el jurado que actuará en el proceso contra Luis Posada Carriles en El Paso, Texas.
La minuciosidad con que Fiscalía y Defensa se preocuparon porque no estuvieran prejuiciados sobre el acusado, recuerda el juicio contra los Cinco Héroes cubanos en una ciudad contaminada por la propaganda anticubana.
El abogado José Pertierra, observador en el propio escenario, declaró telefónicamente a la Mesa Redonda que los defensores de Posada Carriles, transformando su odio en terrorismo, intentan poner a Cuba en tela de juicio en el proceso, lo que refutó la Fiscalía con el argumento de que el tribunal no es El Nuevo Herald.
La jueza Kathleen Cardone señaló que cualquier evidencia de Posada contra Cuba no es relevante, pero a la vez advirtió que podrá desestimar los testimonios que procedan de la Isla contra el acusado.
Tomado de Radio Reloj
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