Por Juana Carrasco Martín, especial para la Mesa Redonda
Los medios no solo apoyan la guerra: la hacen. Esta aseveración fue confirmada por los ejemplos que se expusieron durante el análisis de lo que ocurre en Siria y cómo lo ve la inmensa mayoría del mundo que solo obtiene la información que le dan los grandes medios.
Siria, la guerra mediática y la intervención extranjera fue la Mesa Redonda donde se abordó de qué forma, a golpe de campaña mediática y de intervencionismo abierto para promover la desestabilización, se ejercen por Washington y la OTAN en el Medio Oriente, un complejo escenario en el que Siria resiste la intensa ofensiva en todas sus modalidades.
Noticia del Día: la entrada de Venezuela al Mercosur como miembro pleno.
Arleen Rodríguez Derivet condujo el debate en el que participaron Moisés Saab, Leonel Nodal, Ernesto Gómez Abascal y Martin Hatchoun, quien fue durante 15 meses corresponsal de la agencia Prensa Latina en Siria.
A partir de la gira que Leon Panetta, secretario de Defensa de Estados Unidos, se definieron los objetivos estadounidenses en la región, a donde fue a consolidar los vínculos militares, principalmente con Egipto, donde lo ocurrido sorprendió a Washington, pero supieron convertir lo sucedido a su favor, al igual que lo hizo en Libia y ahora lo intenta en Siria, pero si éxito por el momento, porque Estados Unidos no tomó en cuenta la especial situación de ese país, su posición geográfica y su importancia política en la matriz del conflicto en la región del Medio Oriente.
Canales piratas, imágenes filmadas en estudio, suplantación de sucesos ocurridos en otros lugares, adjudicación de masacres a las fuerzas del presidente sirio Bashar al-Assad están entre las formas que toma esa agresión mediática.
En los antecedentes a la situación se remontó el análisis al asesinato de Harir en el Líbano que tuvo como objetivo extraer de ese país a las tropas sirias que habían llegado para imponer una paz, llamadas por la propia Liga Árabe. Siria opto por salirse cuando eran fuerzas que conservaban el orden entre los contendientes de una sangrienta guerra civil libanesa. Era restarle influencia en la región a un país que era el único que no había firmado paz con Israel, que mantiene ocupado las Alturas del Golán sirio.
Se trata de desequilibrar al país y derrocar a este gobierno de Bashar al Assad que era el único punto de resistencia frente a las pretensiones expansionistas de Israel y único soporte de la lucha del pueblo palestino.
La guerra mediática la comenzó la televisora qatarí Al Jazeera y fue seguida por los medios occidentales.
Quisieron aprovechar a su favor la salida del poder de Hosni Mubarak en Egipto para intentar similar situación en Siria.
Se presentó al gobierno de al Assad como un régimen dictatorial, represivo, autoritario, violador de los derechos humanos. Inmediatamente el embajador estadounidense se trasladó a los lugares de las manifestaciones de estudiantes que fueron rápidamente magnificadas.
El punto de inflexión data del momento en que triunfa en Irán la Revolución Islámica, porque ambos países han sido aliados frente a las pretensiones israelíes. Si cae Siria se cae Irán, así piensan.
EL PAPEL DE TURQUÍA
La tensión entre Damasco y Ankara creció con el derribo de un avión turco que violó el espacio aéreo sirio.
El gobierno turco ha sido uno de los más activos en tratar de derrocar al gobierno sirio, país con el que tiene una extensa frontera.
Los primeros que reprimen en la región es Israel, y a ninguna potencia occidental le preocupa esa masacre del pueblo palestino y otros pueblos de la región.
En la frontera turco-siria se habla de establecer una zona humanitaria, hay cientos de hombres armados en esa área de Aleppo, y se facilita la entrada de mercenarios, terroristas, grupos salafistas y otros que entran desde Turquía.
En una zona donde hay una franja donde habitan los kurdos de Siria, quizás tres y medio o cuatro millones de personas, y se habla de que el gobierno de Damasco llegó a un acuerdo con ellos para que se ocupen de la defensa de su propio territorio, y se habla de que en muchos pueblos de la zona ya hay milicias kurdas, que en definitiva son familia de los kurdos del otro lado de la frontera, de los kurdos de Turquía.
También hay población kurda en Iraq y en Irán. El presidente de Iraq, Talabani es kurdo.
Turquía dice que se tomarán el mismo derecho que se atribuyen en Iraq que entran en ese territorio para perseguir a los kurdos de las milicias del PKK.
El conflicto está tomando un carácter sectario y amenaza con expandirse por distintas zonas de la región.
Irán está declarando que no va a dejar a Siria sola ante un ataque turco, advirtiéndole de la gravedad que implicaría la entrada de tropas turcas en Siria.
No solo los turcos, también Arabia Saudita tiene potencial económico e influencia en la zona, aunque Turquía tiene más, y buscan imponer su influencia en la región.
Elisa Beatriz Ramírez, desde el análisis de materiales que se publican en Internet, valoró la campaña mediática, haciendo alusión en primer lugar a un artículo de la periodista argentina Stella Calloni en la que plantea que la perversidad de la información usada como un arma de la guerra sucia y sicológica no tiene límites en la que las víctimas son los culpables, los mercenarios son llamados “rebeldes” y según los medios, incluyendo a muchos “progresistas” hay una guerra civil y no una abierta y descarada invasión desde los países fronterizos con Siria.
El papel de los canales al Jazeera y al Jarabiya, el rodar rumores para crear caos y estabilidad mayor aprovechando contexto de incertidumbre en la sociedad, y en los últimos tiempos la utilización de niños que llaman a la resistencia e incluso al asesinato de al Assad. Además el uso reiterado de términos que tergiversan y manipulan.
EL TESTIMONIO DE UN CORRESPONSAL EN SIRIA
Martin Hachtoun, durante los últimos meses corresponsal de Prensa Latina en Siria, expuso que se trata de una guerra mediática abierta, la distorsión de la realidad, y la utilización de mentiras y falsedades.
Recordó que el Pentágono creó la unidad de operaciones psicológicas para trabajar en la mentalidad y ponerla a favor de los intereses norteamericanos, luego que la prensa estadounidense, durante la guerra de Vietnam, propició el sentimiento antibelicista del pueblo norteamericano que pudo ver la verdad de aquella agresión.
Esa unidad del Pentágono se dio a la tarea de variar esto y cuando lanzan la guerra contra Iraq, incrustaron en sus tropas a periodistas preparados para lo que había que mostrar y lo que no.
Hizo mención del libro de ensayo del político y ex senador Gary Hart titulado La prensa el cuarto poder: la estrategia de Estados Unidos en el siglo XXI, sobre el papel de los medios y donde afirma que son tan importantes como el poder político, económico y militar en la defensa de la seguridad nacional estadounidense y en la consecución de sus intereses en el mundo.
La utilización de la prensa contra Siria es un complemento de las sanciones económicas, aseguró, y relató un hecho demostrativo de ello.
Durante siete meses, el corresponsal de PL vivió en el reparto Messi, un barrio de clase media alta e incluso rica, una zona tranquila, y en él se estableció una de las células de las bandas armadas a principios de marzo, cuando esas fuerzas opositoras centraron en Damasco sus acciones.
En un apartamento alquilado dispusieron el centro de mando que dirigía todas las operaciones terroristas en Damasco y sus alrededores, fueron detectados por el ejército sirio, que lanzó en marzo una operación de alta calidad para capturar a esos elementos, entre los cuales había extranjeros. Comienza la acción como a las dos de la madrugada, y el periodista Hachtoun, quien se encontraba redactando una información en ese momento, pudo oír el tableteo de las ametralladoras, hubo una pausa de tres a seis de la mañana para tratar de convencer a que se entreguen antes del asalto final a un edificio que había sido totalmente evacuado anteriormente sin que esa celula lo notara y finalmente terminó con seis de los individuos muertos y dos capturados.
Pero bien temprano en la mañana las televisoras al jazeera y al jarabiya, comenzaron a propagar un supuesto bombardeo contra el barrio de Messi, que había cientos de muertos y heridos, una gran masacre cometida por el ejército de al Assad y a partir de esas noticias falsas se hicieron eco todos los medios occidentales, cuando en realidad la operación se había limitado a un solo apartamento e incluso Martin Hachtoun pudo comprobar que ni siquiera estaban dañados los cristales de las ventanas de los apartamentos contiguos.
En cuanto a las visitas de observadores de la Liga Árabe y luego de las Naciones Unidas fueron cartas que sacaron a última hora para mantener una fuerza que les diera tiempo a meter más hombres armados y armas dentro de Siria, y al mismo tiempo contener a las fuerzas armadas del país con una tregua exigida a una sola parte, mientras la oposición armada incrementó sus acciones en busca de la intervención militar exterior.
Así van las cosas contra Siria, un tema que seguirá siendo analizado en las Mesas Redonas de la Televisión cubana.
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