Las lecciones del paso de Isaac por Cuba

Por Juana Carrasco Martín, especial para la Mesa Redonda

Durante 48 horas la tormenta tropical Isaac tuvo en vilo a Cuba, pero todo parece indicar que han sido más los beneficios que dejó en los embalses de las provincias orientales que los efectos negativos en el orden material; y en primer lugar  La lección, el permanente aprendizaje y la capacidad cubana de pasar por cada evento sin pérdidas de vidas humanas.

Ya con vientos  máximos de 110 kilómetros por hora y a unos  500 km de Nueva Orleáns —devastada hace siete años por el huracán Katrina—, Isaac está a punto de convertirse en huracán, y se espera que el miércoles bien temprano llegue a Louisiana o Mississippi con categoría dos.

Del primer meteoro de la temporada ciclónica que tocó tierras cubanas se habló en la Mesa Redonda del lunes, conducida por Arleen Rodríguez Derivet, con el objetivo de repasar la actividad de prevención realizada por los organismos y el pueblo cubano para minimizar sus efectos y sacar las lecciones que permita enfrentar en mejores condiciones cualquier otro evento climatológico de esta índole cuando todavía queda por delante septiembre, el mes de mayor actividad de los huracanes del Caribe; octubre, el de los ciclones más intensos que han azotado históricamente a nuestro país; y noviembre otro mes de  gran actividad, recordándose el terrible Kate.

El doctor José Rubiera, director del Centro Nacional de Meteorología, evaluó a  esta tormenta tropical que todavía deja lluvias en las provincias occidentales desde su posición en el Golfo de México, donde vuelve a tomar fuerza, luego que en su paso por el Caribe  fuera desorganizada por las montañas de Haití y República Dominicana. En Cuba penetró por Imías, provincia de Guantánamo y salió cinco horas después por Guardalavaca, provincia Holguín, para seguir bordeando la costa norte y la cayería de la Isla con rumbo al Golfo.

Sus vientos fueron en realidad débiles, con la mayor  racha en Maisí con 93 km por  hora, pero siempre se dijo que el factor más importante era las lluvias, intensas, pero también beneficiosas en las deficitarias provincias de Guantánamo, Santiago, Granma, Ciego de Ávila, norte de Villa Clara y Sancti Spiritus. En esta última eran impresionantes los resultados a las ocho de la mañana del lunes. También en Mayabeque, Artemisa, Matanzas y La Habana, donde ha estado lloviendo fuerte a intervalos, y se mantuvieron en Camagüey.

El doctor Rubiera enfatizó que si la lluvia fue el impacto más importante, el segundo fue el mar, con olas de hasta cinco metros de altura y penetraciones en Baracoa, el parque eólico de Granma, en los municipios de Jesús Menéndez, en Tunas de Zaza, y en La Habana, con entradas de mar ligeras.

Resaltó algo que todos los panelistas de la Mesa Redonda y las autoridades de los Consejos de Defensa que intervinieron desde sus provincias también destacaron: la disciplina y la atención que le dio la población a las orientaciones para enfrentar mejor el paso de la tormenta, la solidaridad de los vecinos y la actitud de apego y confianza en la Revolución, la organización y el trabajo de las diversas instituciones y organismos, la preocupación constante de los dirigentes de todo el país, y la actividad de divulgación de los medios de comunicación.

Nancy Acosta, vicepresidenta del Consejo de Defensa de la provincia Guantánamo informó de las previsiones y las evaluaciones que se hicieron sobre el paso del meteoro Isaac por esa región, donde en la semidesértica zona de San Antonio del Sur, hubo la mayor afectación en viviendas y bienes de las personas por la inusitada concentración de torrenciales lluvias, fenómeno no recordado allí, ni incluso cuando el ciclón Flora, con más de 300 milimetros. También afectaciones en el sector eléctrico en las áreas montañosas —sin cuantificar aún porque los ríos todavía están crecidos— y la pérdida del acueducto de Puriales.

También lo hicieron Jorge Cuevas Ramos, presidente del Consejo provincial de Defensa de Holguín; Teresa Amarelle Boué, presidenta del Consejo de Defensa de Las Tunas.

Cuevas Ramos puntualizó en la fortaleza que les dio la experiencia sacada hace cuatro año cuando los azotó el huracán Ike, y la preparación en los Ejercicios Meteoro, y los estudios de peligro, vulnerabilidades y riesgo que permitieron establecer y cumplir las orientaciones; se refirió a la incidencia en los Parques Eólicos de la zona de  Gibara, y las penetraciones del mar. Los embalses se llenaron al 74,1 por ciento, lo que pone a Holguín en buena posición, aunque un número importante de viviendas quedaron bajo las aguas y fue Sagua de Tánamo el municipio de más afectaciones por los muchos ríos en  esa zona de montaña. Las cosechas a tiempo y otras labores en la agricultura previeron afectaciones, y puntualizó en la  racionalidad en la protección de las personas, donde la gran mayoría encontraron refugio en la solidaridad de familiares y vecinos, y también en la atención y cuidado de los veraneantes, extranjeros y cubanos, que fueron trasladados a instalaciones que no quedaran aisladas.

Habló Cuevas Ramos de las tareas que y se imponen también en  todas las provincias recorridas por Isaac y sus lluvias: la recuperación, la vigilancia sanitaria, el aprovechamiento de la humedad para sembrar más caña, por ejemplo, el agilizar la reparación de los ingenios, en la garantía del curso escolar próximo a comenzar… Y en el caso holguinero, cómo favoreció el programa de trasvases en la recuperación y canalización de las aguas.

Teresa Amarelle, desde Las Tunas, no pudo hablar de  lluvias significativas, y sus presas solo  recogieron dos millones de metros cúbicos, pero los dos municipios más secos que tenían, Amancio y Manatí, acumularon agua positivamente. Isaac fue un ejercicio que contribuyó a la preparación de todos, se protegió a los habitantes, se aplicaron las medias, deben trabajar en las afectaciones en viales y viviendas, y en los 51 asentamientos más vulnerables a lluvias y penetraciones del mar.

Los panelistas representaban a las principales instituciones involucradas en las tareas de enfrentamiento a los meteoros o su posterior actividad de recuperación.

Jorge Mario García Fernández, director de cuencas hidrográficas, evaluó detalladamente la situación de país antes de llegar Isaac, un año en que en general mayo, junio y julio habían sido favorables por el régimen de lluvias, aunque las provincias orientales estaban en déficit de llenado de sus embalses. Ahora, con el paso de Isaac se incrementó de manera importante el comportamiento de las precipitaciones y en tres días llovió lo que debía llover en el mes entero en provincias como Guantánamo, Villa Clara, Santiago, Holguín, Ciego de Ávila, La Habana y Mayabeque.

Mencionó las localidades con precipitaciones de más de 100 mm. Y destacó el caso de San Antonio del Sur, zona semidesértica de Cuba, donde fueron más de 300 mm de lluvia, la mayor registrada en  todo el país hasta el momento y donde el  río salió de su cauce.

En total, más de 353 millones de metros cúbicos de agua entraron en los embalses gracias a Isaac, que favoreció además la recarga de aguas subterráneas, lo que se está evaluando, así que fue una adecuada bendición para nuestras cuencas hidraúlicas y en un mes oportuno, agosto, cuando las precipitaciones son nuestra fuente  renovable de agua.

La repercusión es positiva, y la segunda bendición es tener tantos embalses, la visión del Comandante Fidel, con el programa de la voluntad hidráulica, echado a andar luego del ciclón Flora, para proteger población y economía y tener reserva y fuente de agua para los meses de sequía.

El coronel Luis Ángel Macareño Véliz, segundo jefe del Consejo de Defensa Nacional, explicó el trabajo desarrollado desde las notas de alerta temprana para que los presidentes de los Consejos de Defensa pusieran en práctica sus planes y apreciar el impacto que pudieran provocar las lluvias, hasta la etapa de recuperación o de pase a la normalidad en que ya se encuentran las provincias afectadas.

Se protegieron más de 48 000 personas, con racionalidad y las  evacuaciones se realizaron en los nuevos conceptos de la solidaridad por familiares, amigos y vecinos.  Se garantizaron las comunicaciones y la transportación, también con nuestros colaboradores en Haití.

No podemos dejar de prestarle atención a ningún evento meteorológico por  insignificante que pueda parecer, subrayó el coronel Marareño Veliz, siempre aprendemos cosas, tenemos lecciones o reafirmamos conocimientos en cuanto a las medidas de racionalidad, y los estudios de vulnerabilidad y riesgo,

Necesario que los dirigentes que están y los nuevos que asuman tras las elecciones de octubre próximo, estudien todos los planes del sistema de defensa civil, con razón se recordó lo que dijera José Martí: Gobernar en prever.

Por su parte, Jesús Rojas Basalo, director de control y análisis del Ministerio de la Agricultura, explicó que la advertida llegada de Isaac fue positiva porque aceleró la cosecha de la campaña de granos, fundamentalmente del café, el cacao —casi todo en secadero— se llevó a resguardo en los almacenes; el tabaco apenas quedaban 130 tonealdas por acopiar porque prácticamente esa labor ya se había realizado; y se apresuró la cosecha del arroz. Prácticamente se hizo un ejercicio en tiempo real y con resultados positivos.

Dijo que se ejecutaron las medidas de monitoreo, control y toma de decisiones que permitieron prever y proteger, cosechar y proteger los cultivos y  ahora vendrá el esfuerzo con aquellos que las lluvias llevarán rápidamente a maduración.

Precisó que ahora se impone la vigilancia fitosanitaria para evitar posibles enfermedades en plantas y animales y su  trasmisión a los humanos.

José Bisbé York, del MINTUR, se  refirió a la  atención y el trabajo con los turistas que impuso Isaac, y el organismo se centró,  fundamentalmente, en las instalaciones de la costa norte y la cayería, situadas al borde del mar y abiertas, donde la mayoría de los clientes no conocen de este tipo de  fenómeno, no tienen experiencia en ellos, ni tampoco de nuestro sistema de defensa civil.

Se centraron en  tres tareas: garantizar la seguridad y la integridad física de clientes (66 500 en  todo el país y de  ellos 40 000 extranjeros y 25 000 cubanos, la mitad en las instalaciones de campismo) y trabajadores y mantener un nivel de servicio de calidad; proteger todos los recursos del turismo; y contrarrestar con acciones las posibles campañas que puedan desestimular los viajes turísticos a Cuba.

Para ello se transportó desde los lugares que podían quedar aislados a otros seguros, se organizó el servicio de forma muy particular, se realizaron las cancelaciones o las posposiciones de vuelos o el desvío a otros aeropuertos.

Las afectaciones al turismo fueron mínimas, algunos ranchones despeinados, y sombrillas de playa, ahora se limpian las playas, todos los hoteles están abiertos y todas las instalaciones del circuito.

Se garantizó la seguridad que diferencia y prestigia a nuestro sistema de turismo que acaba de llegar, con 20 días de antelación a lo programado, a dos millones de turistas en lo que va de año.

El Dr. Luis Estruch, viceministro de Salud Publica, se refirió a este importante aspecto en eventos de este tipo. Tener todo el personal, la logística necesaria, garantizar la transportación de medicamentos y reactivos en los lugares que se pudieran incomunicar, fueron las previsiones tomadas. Se movilizaron 29 brigadas en tiempo real, antes de que estuviera sobre nosotros el  peligro, se reubicaron cientos de embarazadas, y los viejitos de los hogares de ancianos.

Se activó todo el aparato de higiene y epidemiologia, y el personal para los albergues y centros de confección de alimentos. Se atendió a los estudiantes extranjeros que no fueron de vacaciones a sus países y se prepararon las instalaciones hospitalarias para los planes de  recepción masiva, estaban en funcionamiento todos los grupos electrógenos y garantizada la sangre necesaria y localizados los donantes de grupos especiales.

Todo se organizó y dio resultado, aseguró el doctor Estuch, quien refirió que  fue mínimo el impacto en pérdidas de orden material para el sistema de salud, apenas algunas farmacias en la zona de Guantánamo, pero de muy pequeño monto.

Nuestras mujeres parieron y los niños nacieron bien, enfatizó el viceministro de salud, el comportamiento fue estable, todos los servicios de hemodiálisis garantizados y restablecidos de inmediato donde hubo afectación, así como las terapias y los servicios de emergencia.

Hay que actuar en la prevención por los riesgos y vulnerabilidades que se crean cuando llueve mucho, cuando se enturbian o contaminan los ríos, las aguas se llenan de microbios y gérmenes y no hay acción del cloro: el agua debe ser hervida; cuidar el sistema de alimentos cuando pierden temperatura fríos y neveras; y toda acumulación de agua se convierte en salón de parto para las hembras del mosquito aedes aegypti y sus 400  huevos.

Esa es una batalla a lograr porque hay humedad en todo el país y el vector se mueve casi como el periodo ciclónico, biológicamente posible para favorecer su actividad. Vigilancia epidemiológica diaria que evalúa no solo las enfermedades diarreicas, también las respiratorias, y las de transmisión cuando el medioambiente está enrarecido.

En esta  etapa estable, llegar a la población con nuestro mensaje  preventivo: Lograr inocuidad de los alimentos, limpieza adecuada de los vegetales, y frutos, lavarse las manos, cocción adecuada, no permitir alimentos de un día para otros, el hipoclorito de sodio para clorar bien el agua,  hacer el agua potable, hervir el agua.

Nuestra batalla es lograr una prevención y contra el mosquito, una tarea diaria que debe librarse y ganarse siguiendo la lección bien aprendida de enfrentar los ciclones sin pérdidas de vidas humanas.