Víspera de las elecciones más reñidas de EE.UU.

Por Juana Carrasco Martín, especial para la Mesa Redonda

Fotos de  Roberto Garaicoa

La noticia del día fue el amplio triunfo electoral del frente sandinista en las elecciones municipales de Nicaragua, donde 127 de los 153 alcaldes militan en el sandinismo, un importante aporte a la región latinoamericana. Entre esas victorias de la Nicaragua que preside el comandante Daniel Ortega Saavedra, la obtenida por la alcaldesa de Managua, Daisy Torres.

Pero hay otras elecciones en el continente y están bien reñidas, al punto que la mayoría de las encuestas de opinión dan prácticamente un empate técnico que casi impide que se hagan pronósticos reales sobre quién será el ganador entre el actual presidente de Estados Unidos y candidato por el Partido Demócrata, Barack Obama, y el aspirante republicano Mitt Romney. En busca de la Casa Blanca y también de los 245 escaños de la Cámara de Representantes y 33 de los 100 del Senado, se han gastado más de 6 000 millones de dólares, en anuncios publicitarios y otros despilfarros de campaña, tratando de ganar el favor de los electores.

Fue una sorpresa el ascenso de Romney a lo largo de la campaña, hasta llegar al punto actual en que se ha puesto a la par de un Obama que parecía en los inicios un seguro ganador, en ello ha tenido que ver el dinero fuerte invertido en la publicidad, pues se sabe que los medios cuentan mucho a la hora de construir imágenes y favoritismos, y sobre todo, los problemas ciertos de Obama en su gobierno.

El actual Presidente llegó hace cuatro años con un respaldo amplio a su discurso del cambio, que fue creído por mujeres, latinos y jóvenes, muchos de los cuales fueron por vez primera a votar en unas elecciones que, para la tradicional abstención electoral en Estados Unidos, fue una variante.

Pero Obama no pudo cumplir esas promesas de reformas migratorias, en la salud, en el cierre del campo de detención en la Base Naval de Guantánamo, y la retirada de las guerras, lo que le da descrédito.

Sin dudas, hay un desencanto y desmotivación que ha sido aprovechado por Romney, quien dice que el verdadero cambio llegará cuando el gane las elecciones, fue una de sus frases este lunes en su mitin en Orlando, Florida, uno de los últimos de la campaña.

El Washington Examiner se preguntaba si este martes decidirá Sandy o decidirá la economía, dos elementos que en los días finales de la contienda se vieron como clímax de la carrera comicial que se define este 6 de noviembre, cuando también están en juego los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 33 de los asientos del Senado, pero en estos casos el panorama no parece en lo absoluto que tendrá mucha variación, seguirá presente la buena mayoría de que gozan los republicanos en la Cámara y probablemente la muy limitada ventaja de los demócratas en el Senado, la que no le ha permitido a Obama aprobar como hubiera sido su deseo algunas de sus propuestas, precisamente aquellas que le adjudican como promesas rotas.

En el último mapa electoral de Real Clear Politics se considera que Obama tiene 201 votos electorales y Romney 191, se ha colocado a solo diez votos de diferencia y hay 146 en disputa, correspondiente a estados donde la ventaja entre los candidatos no supera los dos puntos porcentuales, de ahí lo reñido de alcanzar los 270 votos electorales necesarios para sentarse en la Casa Blanca.

El tema fue actualizado en la Mesa Redonda A comienzo de semana, conducida por Randy Alonso Falcón, su director, y donde estuvo como panelista la periodista Juana Carrasco Martín, jefa de la Redacción Internacional del periódico Juventud Rebelde.

Se prevé que la jornada del martes será larga y reñida y está por ver si triunfará la actitud presidencial que asumió Obama ante el fenómeno meteorológico Sandy y los estragos que ha causado en los estados costeros del noreste, en buena parte de voto tradicional demócrata, o una economía que no avanzó al ritmo esperado y todavía permanece en crisis.

Difícil responder la pregunta de quién será el vencedor, ni siquiera analistas de ese país definen con exactitud, y cuando algún medio de comunicación da a uno u otro candidato, la mayoría de las veces lo hacen más por una toma de posición junto a su favorito, que por un análisis real.

Así, el diario The Washington Post da a Obama, mientras en el extremo opuesto se sitúa la cadena Fox, o el artículo publicado hoy en The Wall Street Journal por Karl Rove, uno de los principales asesores de George W. Bush, el hijo, quien afirmó que sin ninguna duda y por amplio margen el ganador será Romney.

Las super-tormenta Sandy inclinó en los últimos días algunos puntos para Obama, pero no los suficientes para marcar diferencia, porque se asumió por la población como buena la actitud y respuesta de Obama, incluso Chris Christie, el gobernador de New Jersey, un puntal del republicanismo y que apoyó resueltamente a Mitt Romney desde el comienzo de la contienda, alabó la posición de Obama y le acompañó en el recorrido por su estado, lugar de penetración del huracán, y esto le valió críticas de su partido. También obtuvo respaldo abierto de otro republicano, el ex gobernador de la Florida Charlie Christie.

La pregunta queda encerrada en si Obama logró convencer al electorado de que él recibió una herencia económica muy dura, una recesión, una crisis que se comparó con la gran crisis de los años 20-30 del pasado siglo, y que ha logrado que la situación no empeore, por lo que le hace falta otros cuatro años para salir de ella, hacer avanzar la economía y terminar con el desempleo.

El problema también está en que la gente vaya a votar, nada fácil en algunos lugares afectados por el paso de Sandy, que también paralizó los votos anticipados o tempranos, y ya se calcula que se han emitido unos 20 millones, pero se esperaban más, incluso que fueran el 40 por ciento de las boletas emitidas para las elecciones de es te 6 de noviembre, y esa es una modalidad que está presente en buena parte de los 50 estados y siempre ha favorecido a los candidatos demócratas.

El desengaño y la desmovilización van unidos y lo fomentan las promesas incumplidas. Si en 2008 hubo una reacción entusiasta y positiva por el cambio, ese electorado no obtuvo luego a cambio una respuesta positiva de su gobierno.

Se va a votar ahora en un porciento muy pequeño, lo que no es favorable para el actual mandatario. New Jersey acaba de autorizar el voto por correo electrónico porque habrán muchos colegios sin poder funcionar y otros que lo hagan en camiones del ejército o de la guardia nacional habilitados para ello.

Los resultados serán tarde en la noche o quizás en la madrugada y Ohio parece ser el estado clave dentro de los indecisos o péndulo en su votación

LA ESQUINA DE LA MESA

El periodista Reinaldo Taladrid, desde Caracas donde analizará para la cadena transnacional TeleSur lo que acontece en estas elecciones estadounidenses, fue prolijo en la explicación. Detalle a detalle valoró el proceso y los posibles escenarios que pudieran darse, incluso aquel en que no se conocieran los resultados definitivos mañana porque los casi empates obligaran al reconteo manual y no habría decisión en la noche del martes.

Avaló que el famoso estado de Ohio tiene un 49 por ciento de probabilidades de que con s us 18 votos electorales decida, porque las boletas ausentes de ese estado, las que se emiten por el correo tradicional, no pueden ser contadas hasta el 17 de noviembre, y si la diferencia de los votos en las urnas es ínfima y las ausentes podrían cambiar los resultados habría que esperar para esa fecha.

Habló también de los posibles fraudes, como el hecho de que hay un número de dos o tres millones de votantes que pudieran estar inscritos en dos estado y votar doble, lo que ocurre en la Florida, por ejemplo, y ya originó protestas en la calle.

La votación general está prácticamente empatada, y los datos compendiados le dan en estos momentos 201 votos electorales paa Obama y 191 para Romney, y en 11 estados la diferencia es de poco más o poco menos del uno por ciento, así que podría ganar cualquiera de los dos.

Taladrid hizo el estudio sobre la base del promedio de las encuestas nacionales, de los análisis de expertos en demografía y analistas electorales, tuvo en cuenta el voto tradicional, y todos esos números le permitieron llegar a la conclusión de que de los 146 votos por decidir, por Romney se inclinarían Florida, Carolina del Norte, Virginia y Colorado; mientras que Obama se llevaría New Hampshire, Pensilvania, Ohio, Michigan, Wisconsin, Iowa y Nevada, y con ello la presidencia de Estados Unidos.

Pero, agregó, hay quien dice que la mayoría silenciosa, que no le gusta contestar encuestas, podría alterar esto.

EL VOTO LATINO

Si bien no es decisivo por su número, comparado con el voto blanco que favorece casi en un 70 por ciento a Romney, los 23,7 millones con derecho al voto pueden inclinar la balanza y sería a favor del demócrata. En el 2008 siete de cada diez latinos depositaron su boleta por Obama, ahora se calcula que solo irán a votar 12,2 millones, y favorecerán al actual presidente. Mientras más asistan al acto comicial, más posibilidades tendría el demócrata, pues el 17 por ciento de los latinos de Estados Unidos viven en los estados péndulos y los restantes casi todos en estados tradicionalmente de voto demócrata.

En la Mesa también se expuso la situación en la colonia de Puerto Rico, donde los cuatro millones de boricuas que tienen como ciudadanía la estadounidense podrán elegir a su Gobernador y un representante al Congreso de Estados Unidos, que no tiene voto en ese cuerpo legislativo, pero no pueden votar por el Presidente de Estados Unidos, lo que refrenda su condición de ciudadano de segunda o tercera clase.

También en esta ocasión serán consultados si Puerto Rico se convierte en el Estado 51 o si mantiene su estatus actual bajo la denominación de Estado Libre Asociado.

La trampa del plebiscito propuesto por el actual gobernador Luis Fortuño, del Partido Nuevo Progresista (republicano y anexionista) está en las preguntas, una primera: ¿considera que debe cambiar o mantenerse el estado actual? Luego una segunda pregunta en que se marcaría por ser un Estado de EE.UU., la Independencia o mantenerse como esa libre asociación que le permite un fuerte subsidio sin pagar impuestos. Los temores a quedarse aislado sin una economía sólida y esa «ayuda» ha llevado a que en otras cuatro ocasiones se haya mantenido el Estado Libre Asociado como enmascaramiento de la colonia.

EN SIRIA CONTINUA LA VIOLENCIA

Leonel Nodal, periodista de la agencia Prensa Latina especializado en el Medio Oriente, analizó en la Mesa Redonda A comienzo de Semana la situación en Siria, donde la tregua en busca de un cese de las hostilidades se violó, y persiste el estado de guerra.

Aseguró que también las elecciones de Estados Unidos están en el trasfondo y recordó que hace 40 años, el presidente Jimmy Carter no fue reelegido debido a una de las crisis en el Medio Oriente.

El recuento histórico que hizo Leonel Nodal demostró que la región sigue teniendo impacto en la política estadounidense que busca el dominio sobre la riqueza petrolera y gasífera de la región y su posición geoestratégica que le permita garantizar al estado de Israel.

En Siria, se está dando un punto de continuidad a la política de rechazo a un mundo unipolar por parte de potencias como Rusia y China, dispuestas a restablecer un mundo multipolar.

Ya se llevan 19 meses de sangrienta guerra. Se afirma que entre nueve mil y diez mil soldados de las fuerzas armadas sirias han muerto en defensa de un gobierno que, si fuera tan impopular, no sería posible esa resistencia.

Aclaró que ciertas dificultades en el manejo de la política interna, dieron lugar algunas a manifestaciones, pero hoy en día el ejército sirio han mantenido su efectividad y capacidad combativa y esto es lo que más le duele a Estados Unidos, que apoya a los grupos opositores armados y no han podido ni siquiera obtener un pedacito de territorio como cabeza de playa que les permita decir “aquí está el gobierno”.

En esos grupos variados están elementos de origen sirio, fuerzas mercenarias que están invadiendo a Siria desde hace varios meses, la presión de los mujaidines, la Hermandad musulmana, que juega un papel contario a cualquier desarrollo social porque pretenden mantener criterios feudales, no religiosos, y hay agentes de la CIA y de fuerzas de otros países con el apoyo de la frontera turca para entrar y salir.

Un conjunto de extremistas islámicos que no ven más allá que su interés en destruir y fragmentar a Siria, conveniente para los intereses de Estados Unidos, Israel y Europa.

Declaraciones de líderes de la oposición kurda que han pedido el respaldo de Israel a esta guerra, y el Estado sionista hace maniobras en la zona del Golán, arrebatada a Siria, así que para Tel Aviv sería conveniente esa fragmentación siria para quedarse con el Golán anexado, y allí hay agua, petróleo y buena parte de la producción agrícola israelí.

Petróleo y gas, ahí está la clave cuando toda la franja costera del Mediterráneo que va desde Siria hasta Gaza contiene un enorme yacimiento de gas, energía limpia que contamina mucho menos que el petróleo y le interesa a Europa.

Siria, Irán e Iraq anunciaron hace unos meses que construirían un gasoducto y esa es la base, el sustento de esta guerra, que significa eliminar a Siria del rejuego político en el Medio Oriente y además apropiarse de sus recursos.