Estados Unidos inaugura; Israel se va de elecciones

Por Juana Carrasco Martín, especial para la Mesa Redonda

Fotos de  Roberto Garaicoa

Barack Obama tomó posesión públicamente como 44 presidente de Estados Unidos este lunes 21 de enero, en su segundo mandato,  un juramente que reiteró ante una multitud de 800 000 personas que se reunió junto al Capitolio de Washington, apenas la mitad de quienes lo acompañaron en su primer juramento hace cuatro años. Y fue reiterado, porque en ceremonia cerrada lo había hecho el domingo en la Casa Blanca. También en la formalidad privada lo había hecho el vicepresidente Joseph Biden.

Y con el nuevo periodo, los mismos retos, fundamentalmente los económicos, en un contexto político de polarización partidista, de desacuerdos con una Cámara que dominan los republicanos y en ellos la clara influencia más conservadora.

Ese panorama estadounidense, en sus problemas internos y los avatares exteriores, fue analizado por el profesor Luis René Fernández Tabío, investigador del Centro de Estudios Hemisféricos y de Estados Unidos, en la Mesa Redonda Comenzando la Semana, que condujo la periodista Cristina Escobar, y que también llevó a examen las elecciones en Israel de este martes 22 de enero, por parte de la especialista en asuntos del Medio Oriente, Idalmis Brooks.

Fernández Cossio comentó que para Barack Obama, sigue siendo difícil el contexto de recuperación económica que prometió hace cuatro años y reitera ahora, porque es anémico el avance y el desempleo real del país puede seguir calificado de agudo, a lo que se unen las divergencias en cuanto al cómo enfrentar los problemas financieros de Estados Unidos.

Si bien pudo acercarse a una respuesta al dilema del abismo o precipicio fiscal, la etapa que comienza pone el punto de desencuentro en el techo de la deuda, y también pesa ahí la polarización existente en los segmentos de la clase dominante.

En la visión del analista, no son pocos los puntos de discusión, cuando deben hacerse soluciones grandes para resolver el problema mayor de poder recuperar la economía norteamericana, cuando los niveles de consenso político en el Congreso parecen una utopía y apuntan a un nivel de parálisis económica por la contradicción política evidente.

Sobre el desempleo, advirtió que este lleva consigo el desestimulo de grandes sectores de la población que están desencantados con el tipo de los empleos que se ofrecen, y puede decirse que realmente es mayor el índice de los parados que el reconocido oficialmente.

Obama, en su discurso de inauguración, entró con un lenguaje más moderado, pero sigue defendiendo salvar a la clase media como prioridad.

También debe reducir el presupuesto de Defensa , mantenido al volumen de dos grandes guerras cuando ya no es así, al menos ha disminuido o retirado las ropas de combate de Iraq y está reduciendo la participación en Afganistán de donde han dicho que saldrán con sus fuerzas de combate en 2014.

Sin embargo, apuntó el profesor Fernández Tabío, Estados Unidos seguirá como la mayor fuerza militar, con capacidad de intervención global y las reducciones presupuestales al Pentágono no limitarán esa capacidad, cuando el ahorro está solo asociado a la necesidad de reducir el déficit por los problemas económicos de ese país, y tiene que ver también con las lecciones de la política exterior en ese tipo de intervención militar.

Con Iraq se rompió el balance de fuerza que existía en esa nación y ha tenido consecuencias para Israel y favoreció a Irán en el Medio Oriente. Tampoco la llamada «primavera árabe» se ha correspondido con lo que Estados Unidos esperaba.

Lo que parece confirmarse como un nuevo modelo de intervención que no supone un aislacionismo o que se retire, o deje de intervenir, se perfila la idea de apoyar a los aliados, utilizar la OTAN —por ejemplo, lo que se está viendo en Mali con Francia. Se está viendo que Washington no está en disposición de tomar la iniciativa.

Y frente a los retos vitales, hay un mayor pragmatismo, una visión más flexible, el uso de instrumentos indirectos con ayuda de las fuerzas locales, antes de llevar a cabo una intervención directa, como acostumbraba.

Sobre estos temas de la política estadounidense en el segundo periodo de Barack Obama también comentó a través de una llamada telefónica de la Mesa Redonda, el intelectual argentino Atilio Borón, quien respondiendo una pregunta de Cristina Escobar dijo que en la primera lectura del discurso de toma posesión, el presidente de EE.UU. no parece haber agregado ingredientes que permitan ver un cambio significativo en relación con la política hacia Cuba.

Pero calificó de «enigma» lo que pueda hacer Obama hacia América Latina. Y ninguna de los dos temas debe sorprendernos porque ha manifestado una debilidad muy significativa a la hora de encontrar rumbos de cambio tanto en política interna como internacional.

Y el discurso de este lunes no puede verse con demasiado optimismo; aun que no necesariamente lo que ellos van a hacer es lo que dicen en esa clase de discurso, aun cuando no hay elementos novedosos no deberían descartarse, habida cuenta de la gravedad de los problemas de Estados Unidos.

El abismo fiscal fue sorteado pero no resuelto, y la situación internacional va a obligar a Estados Unidos a tomar decisiones importantes. No obstante, recordó que los presidentes estadounidenses, en el segundo mandato, suelen tener algunos gestos de innovación, o de cierta audacia.

Obama tiene una agenda muy importante para poder garantizar la paz que ha prometido.

Atilio Borón consideró que debiera tener disposición para levantar el bloqueo a Cuba y poner fin a la ignominia del sistema judicial con relación a los Cinco antiterroristas cubanos encarcelados y retenidos en cárceles estadounidenses.

El discurso de hoy, aseguró Atilio Borón, no permite mayores esperanzas de que esté dispuesto a salirse de los carriles que le han dispuesto la clase dominante respecto a una relación que permita mejorar la situación respecto a nuestros países.

René Fernández Tabío coincidió en esa percepción porque la política ha gravitado en los problemas internos. En el tema Cuba no son probables cambios importantes, aunque no puede obviarse alguna medida en alguna esfera de la relación.

LAS ELECCIONES EN ISRAEL

En su segundo segmento, la Mesa Redonda abordó las elecciones anticipadas en Israel que se celebrarán este martes 22 de enero, y a la que acuden 34 partidos políticos.

La especialista en temas del Medio Oriente, Idalmis Brooks, analizó el escenario israelí ante esa consulta que llevará a las urnas a cinco millones y medio de electores, de ellos 800 000 árabes. Se votará por listas cerradas de cada uno de los 34 partidos o grupos políticos, dijo, donde también hay los que representan a la población árabe.

En la elección se buscan los 120 miembros de la Kneset, o Parlamento unicameral, y el líder del partido que obtenga la mayoría será el Primer Ministro, una de las características explicadas sobre el proceso electoral de ese Estado. Este lunes, de acuerdo a las encuestas, la intención de voto parece favorecer a Benjamín Netanyahu y el partido Likud, porque lo garantiza la alianza que ha hecho con el partido Israel Beitenu, de Lieberman, aunque hay un creciente descontento de sectores poblaciones respecto a la clase política.

De todas formas existe la posibilidad de que esa unión de los dos partidos de derecha pudiera alzarse con 63 de los 120 escaños, diez menos de la suma de los que obtuvieron por separado en las elecciones del año 2009.

De todas formas es un panorama político muy fragmentado, como también lo está la sociedad, y se refirió al caso de Naftalí, líder una derecha ultraderecha, muy anti Palestina, que ha ganado terreno. Las diferencias más notables en ese ámbito están en los temas religiosos.

Dijo Idalmis Brooks, que no importa quién gane las elecciones, el sistema militar de Israel y su alianza estratégica con Estados Unidos seguirán intactos. Ello significativa la continuidad de la política hacia Palestina y el desmedido presupuesto bélico, que también les da problemas económicos en crecimiento.