En materia de intereses el guión norteamericano se repite

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Del Macarthismo a la Guerra Fría a la llamada Guerra contra el Terrorismo, de la historia de los esposos Rosenberg a las revelaciones de Snowden, Estados Unidos ha vivido seis décadas de conspiraciones y espionaje del poder imperial. Sobre estos hilos que han tejido hasta una psicología social, dialogaron los panelistas invitados a la Mesa Redonda de este martes.

El profesor Jorge Hernández, director del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos, nos trasladó hacia uno de los capítulos más oscuros que se vivió en la nación norteña en la época de la Guerra Fría, esa etapa de posguerra en la que tan acentuadas polarizaciones y absurdos se vivieron. “La confrontación ideológica entre el capitalismo y el socialismo, el peligro rojo, la búsqueda de un enemigo, el sentimiento conspiratorio o una simple sospecha podían desencadenar grandes cacerías de brujas”.

El Doctor recordó que este contexto fue el caldo de cultivo para la proyección política del senador Joseph McCarthy, un demagogo consumado que se empleó a fondo en las posturas extremistas. “Los esposos Rosenberg, quienes había militado en las juventudes comunistas, fueron procesados injustamente bajo este manto de amenazas a la seguridad nacional, por la supuesta filtración de información secreta sobre la bomba atómica a la Unión Soviética”.

La historia ha demostrado, comentó el experto, que el juicio no fue transparente, y que la histeria anticomunista fue la plataforma para todas estas manipulaciones. “Aquella misma construcción de amenazas, sin pruebas convincentes, se emparenta con la propia situación de los Cinco cubanos injustamente procesados en esta nación. La historia se repite, y no caprichosamente. Todo está bien pensado y cronometrado por ellos”.

Robert Meeropol, uno de los hijos de los Rosenberg, por vía telefónica ofreció su sentido testimonio sobre la realidad de sus padres, a la vez que a partir de este referente hizo una lectura a la contemporaneidad. “Durante esta etapa, con la acentuación de la amenaza roja, se violaron los derechos humanos. Así muchas personas llegaron a creer que era cierto todo lo que imputaban a mis padres. Después del 11 de septiembre de 2001 se comienza a hablar de terrorismo, otro pretexto para reconfigurar la retórica política”.

El descendiente de esta pareja, quien fue adoptado después del asesinato de sus progenitores cuando solo tenía unos 6 años, sostuvo que ahora a Bradley Manning lo procesan por la misma ley que juzgaron a sus padres.

“Mi propia madre, miren qué incoherencia, nunca participó en ninguna de las actividades de las que se acusaba, y en el caso de mi padre se conoce que él tenía voluntad de ayudar a la Unión Soviética, pero en el propósito de derrocar al fascismo, no en nada vinculado a la bomba atómica”.

En el caso de los Cinco cubanos, refirió, se repite de nuevo la hipocresía. “Hay personas que sí han cometido acciones violentas y en este país son bien recibidos. El concepto del terrorismo es muy ambiguo para el Gobierno, que lo ajusta a sus intereses”.

En el caso del joven Edward Snowden, quien en estos momentos se encuentra en Moscú y es intensamente perseguido por los EE.UU. por filtrar información secreta, el profesor del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría Carlos del Porto aseguró que esta nación tiene en su ADN la generación de crisis. “Estos jóvenes, Manning y Snowden, entran en contradicción con sus principios cuando advierten las barbaridades que comete su país. En el caso del primero, filtró el video donde se confirma la matanza en Afganistán de unas 14 personas inocentes por las fuerzas norteamericanas, y el segundo, da a conocer el programa Prisma, diseñado para espiar a los cibernautas”.

En opinión del Doctor Jorge Hernández, es saludable conocer las cosas en perspectiva: “La sociedad norteamericana está diseñada para tener estas crisis, es algo que el sistema puede asimilar y que demuestra el cinismo, el doble rasero y doble estándar que tiene este Gobierno”.