España y Egipto abren la semana informativa

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Sigue desenredándose el ovillo del Caso Bárcenas, una hebra que ha dado mucho por donde cortar, o contar, como provoca el hecho más reciente: el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, tuvo que presentarse ante el Congreso de su país y ofrecer explicaciones sobre las posibles implicaciones suyas y de su Partido (Partido Popular) en toda esta larga trama de corrupción.

Las puntas de este largo hilo aún no se observan. La especialista Elsa Claro hizo énfasis en que los delitos de sobrepago se extienden en el pasado a más de 20 años atrás, por lo que hay muchos personeros vinculados a esta madeja.

“Rajoy ha tratado de desembarazarse ante las autoridades del Congreso, pero hay muchos mensajes que envió al celular de Bárcenas en la cárcel ofreciéndole confianza y tranquilidad”, dijo la experta.

Bárcenas, por su parte, ha dicho que si no lo protegen hablará, y sus declaraciones amenazan con sacar a la luz a más figuras del alto poder vinculados a esta cadena de delitos.

Todo se destapó por la suma de 48 millones que en bancos suizos tenía el tesorero del PP sin declarar en su país, por lo que había evadido el fisco descaradamente (lo cual es el delito menor que pudiera imputársele). Esto se conocía desde noviembre del año pasado y nadie hizo nada, o sí, sí se hizo: se le puso cortapisas al curso natural de la justicia.

Sin embargo, Rajoy viene con un frío: “mi único error fue haber confiado en alguien que no lo merecía. Ni a mi Partido, ni a mi se nos pueden atribuir ninguna actividad ilícita”. Y como Poncio… se lava las manos.

Recientemente, mencionó Elsa Claro, en Gran Bretaña un grupo de diputados arreglaron sus propiedades beneficiándose de los recursos del gobierno, lo cual también generó un gran revuelo.

Todo ello, en su opinión, refuerza el hecho de que la democracia representativa no es la mejor vía o modelo. Ahora mismo, comentó, si se hicieran elecciones en España, el PP quedaría en franca desventaja.

En su criterio, Izquierda Unida podría acaparar la intención de voto. Y cree que los movimientos sociales tendrían que ganar en mayor representatividad y organicidad para algún día aspirar a estar en la puja por el poder.

España, por su parte, expresó Elsa Claro, ha generado una especie de cortina de humo para distraer la atención sobre estos sucesos. “Han creado toda una maniobra mediática alrededor de Gibraltar. Y no coincido con que sea una postura nacionalista, sino una bifurcación de la atención sobre el hecho de corrupción”.

EGIPTO: SIGUE LA CRISIS

Después del derrocamiento del gobierno de Hosni Mubarak, en Egipto no ha regresado la estabilidad. Sigue la crisis económica, política y social. Ahora regresan los enfrentamientos después de que los generales depusieran a Mursi, un hombre que representaba el islám político.

Según el periodista Ulises Canales, es una especie de enfrentamiento entre islamistas y laicos. Son dos grandes fuerzas contrapuestas: la burguesía laica y la Hermandad Musulmana.

“En Egipto en los últimos años la política ha estado dirigida por militares. Ahora quien depuso a Mursi fueron los militares, quien se había erigido como plenipotenciario. Pero la Hermandad Musulmana se ha logrado imponer en el Parlamento, y están tratando de imponer su mirada islámica.

“Pero la resistencia será muy fuerte, porque este es un país muy occidentalizado y las mujeres se sienten liberadas de las antiguas imposiciones culturales”, expresó.

Hay quien considera, dijo el analista, que la Hermandad Musulmana puede llegar al poder, pero con un discurso más moderado.

Ulises Canales manifestó que el final de la crisis que se vive en este país es impredecible. “La solución parecen ser los militares, porque la situación no debe seguir con un ritmo así, de más de 2 000 muertos de enero a la fecha”.