Mayor flexibilización empresarial: un camino desafiante

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

El sistema económico que prevalecerá en Cuba continuará basándose en la propiedad de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción y en que la empresa estatal es y será la forma principal en la economía nacional, de cuyos resultados dependerá la construcción del socialismo.

Este concepto, enunciado por Raúl, encuentra cauce en las nuevas políticas propuestas en aras de multiplicar la eficiencia en un sector determinante como este, que constituye la forma principal en la economía nacional, y que a su vez interactuará con las modalidades de inversión extranjera previstas en la ley (empresas mixtas, contratos de asociación económica internacional, entre otras), las cooperativas, los agricultores pequeños, los usufructuarios, los arrendatarios, los trabajadores por cuenta propia y otra formas, todas las que, en conjunto, deben contribuir a elevar la eficacia.

Para lograr ese fortalecimiento de la empresa estatal se aprobó por el Consejo de Ministro el pasado año las Directivas para el proceso de elaboración del plan y el presupuesto 2014, que contienen un conjunto de medidas encaminadas a flexibilizar y dar más autonomía a la actividad empresarial.

El tema suscitó diversas interrogantes entre quienes siguen el espacio de la Mesa Redonda, la cuales fueron respondidas por las máximas autoridades involucradas en este proceso. Grisel Tristá Arbesú, jefa del Área de Perfeccionamiento de Entidades de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, explicó la relación de las empresas y las formas de gestión no estatales. “Las cooperativas no agropecuarias tienen personalidad jurídica y pueden prestar servicios a la empresa y viceversa .Con el trabajador por cuenta propia también la empresa puede establecer relaciones para obtener sus servicios”.

Alegó que en las unidades empresariales de base es donde se desarrolla el proceso productivo y el propio director de la empresa designa sus facultades en dependencia a las características de las mismas, su ubicación geográfica… entre otros elementos. Aunque no tienen personalidad jurídica hay que darle autonomía a las mismas.

Mara Molina, viceministra del Ministerio de Economía y Planificación, argumentó que el plan de la empresa lo aprueba el Presidente del OSDE en los organismos perfeccionados y  en el resto los ministros.

Acotó que desde el momento en el que se publican estas regulaciones están vigentes, pero tendrán que ir aplicándose paulatinamente a partir de la implantación por las diferentes estructuras.

Para lograr las ventajas que se prevén, dijo, las empresa deben actualizar su objetos sociales, el cual se aprueba mediante resolución del Ministro de Economía, y hasta la fecha han pasado todos los organismos, pero el proceso se encuentra en un 50 por ciento. Concretamente, unas 2 554 empresas ya los tienen actualizados.

Ahora se pasó de la aprobación en detalle de lo que podía comercializar una entidad, especificando el tipo de moneda, destino, actividades auxiliares como por ejemplo comedores, alquiler de parqueo, productos secundarios, a solo fijar la actividad fundamental que la identifica (productivas, comerciales y servicios), sin definir moneda y destino. “Es facultad del director de la empresa decidir qué actividades secundarias derivadas de su actividad fundamental y de apoyo se pueden realizar, aprovechando eficientemente sus potencialidades”.

Alejandro Miguel Gil, viceministro de Finanzas y Precios, precisó que en primera instancia la empresa podrá retener hasta el 50 % de las utilidades, lo que significa un 20 % más que lo que hasta ahora estaba establecido. “Con este 50 % se crean las reservas, un proceso vigente para el cierre del año 2014, y en está distribución es donde se establece el límite de distribuir hasta 3 salarios.  El pago mensual no tiene límites, es según los resultados. Son dos momentos diferentes”.

Con las directivas del Plan 2014 se eliminaron las restricciones administrativas para la formación del salario en el sector empresarial. Las empresas podrán distribuir el salario hasta el límite de sus posibilidades económicas y financieras y hasta tanto no sobregiren el gasto de salario por peso por valor agregado bruto planificado. Con estos preceptos se aprueban los sistemas de pago, por las propias empresas en caso de que ellas se encuentren en perfeccionamiento empresarial y por las OSDE para el resto.

Las normas para la distribución de las utilidades están en proceso y entrarán en vigor próximamente. Añadió que los sistemas de estimulación existentes no se eliminan, este es otro sistema, el cual se venía aplicando en las empresas en perfeccionamiento.

Destacó que los indicadores que se utilizan son importantes para mantener el equilibrio financiero y no se produzcan pagos sin respaldo productivo. Se detuvo además en que se trabaja en eliminar los topes o mecanismos administrativos que ponen topes financieros.

La empresa, subrayó, una vez que cumpla con su encargo estatal, podrá vender las producciones que constituyen excedentes  o inejecuciones al precio negociados en función de la oferta y la demanda por lo que debe buscarse disminuir los costos para ser eficientes.

María Molina, viceministra del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, afirmó que el tope del salario lo tendrá la eficiencia, pudiendo la empresa incluso distribuir más que lo que planificó si su gestión fue más eficiente a partir del valor agregado bruto creado.

Afirmó que las empresas  tienen que ir evaluando sus resultados y deben  prever  para que no se produzcan afectaciones, y de producirse esto debe generar análisis y no hay que ir directamente a pagar el salario mínimo si no se afecta la formación del salario. Comentó al mismo tiempo que el elemento del salario mínimo no es una afectación es una protección al trabajador e incluso los trabajadores que hoy trabajan a destajo no tenían esta garantía.

Este año además se define en las Indicaciones Metodológicas para la elaboración del plan, un sistema de indicadores directivos más reducido, para medir el desempeño de las empresas: Encargo Estatal, Ventas netas totales, Ventas por exportación, Utilidad del período, Aporte por el Rendimiento de la Inversión Estatal,  Aporte en CUC y Rotación del Capital de Trabajo.

Los panelistas coincidieron en que este es un proceso que recién comienza, y que se debe aplicar escalonadamente, que estará acompañado de capacitación a dirigentes y trabajadores de todos los niveles. También se evaluará su implementación.