Más mujeres

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Cuba llega a los 54 años de fundada su Federación de Mujeres, con el 90 por ciento de la población femenina mayor de 14 años integrada a esa organización, muestra de las potencialidades que posee,  pese a los cambios que le impone la nueva época.

Entre los resultados de interés, la secretaria de la FMC, Teresa Amarelle, resaltó que en el proceso del IX Congreso fueron elegidas más de 100 000 jóvenes menores de 35 años para formar parte de las estructuras en la base, lo que representa el 36,1 por ciento del total de dirigentes de la organización, que agrupa a más de cuatro millones de féminas.

Precisamente la joven Pilar Martínez, miembro del Secretariado Municipal del Cotorro, reconoció en la Mesa Redonda de este viernes que las nuevas generaciones tienen otras percepciones, hábitos y enfoques que difieren de las que vieron nacer a la Revolución, de ahí que el trabajo ideológico debe atemperarse a los nuevos tiempos, con diálogos que seduzcan y logrando un equilibrio en la combinación de todos los intereses.

“Hay muchas muchachas que no ven incentivos en la organización,  pero cuando quien las dirige es de su generación la pueden sentir más cercana. También la concepción de las principales actividades debe emprenderse con una nueva mirada, para que todas las mujeres se sientan atraídas por las propuestas”, aseguró.

Para Arelis Santana, segunda secretaria de la FMC, una de las fortalezas tiene que ser que se desempeñen en la dirección de la organización en la base quienes tienen más años de trabajo junto a las más noveles, lo cual permite que se compartan las experiencias y a la vez que se facilite imprimirle la creatividad que demandan las tareas actuales.

Santana argumentó que hay que mantener el empoderamiento que han logrado las mujeres con la Revolución, lo que se demuestra con cifras tan impresionantes como que más de 16 000 de nuestras féminas hoy son arrendatarias de tierras en usufructo, y en la producción agropecuaria el 20 por ciento de la fuerza la componen las mujeres cubanas.

Precisó igualmente que en diez provincias de nuestro país son mujeres quienes asumen la conducción de la Asamblea Provincial del Poder Popular.

Teresa Amarelle resaltó que la FMC sigue siendo una Revolución dentro de la propia Revolución, y que no es la misma, pero es igual. “Como principales aristas de nuestra  labor está en primer orden la defensa de la Revolución y en segundo el sostenimiento de la lucha por la igualdad”.

Lizette González, al frente de la organización en La Habana, hizo énfasis en que la organización para cumplir esos dos grandes objetivos primordiales debe seguir perfeccionando el funcionamiento, el trabajo social y la prevención.

Ese convencimiento de que los problemas comunitarios requieren una mirada integral, jamás deslindada de la familia, y en conjunto con el resto de las fuerzas de cada localidad, empieza a tomar fuerza entre quienes conducen los derroteros de la organización.

Lizette hizo énfasis en que “debemos saber escuchar sin subvalorar ningún criterio e intercambiar sobre cualquier asunto, porque todas podemos aportar y dar continuidad en el tiempo a esta organización que nació un 23 de agosto en los mismos albores fundacionales de la Revolución”, apuntó. También se detuvo en que este trabajo exige una labor diferenciada en las comunidades y elevar la capacidad de convocatoria.

Teresa Amarelle, por su parte, reseñó la alta presencia femenina en la vida económica y social, y en la toma de decisiones en el país, además de significar que el 60,4 por ciento de nuestros médicos, y el 53 por ciento de los trabajadores de la ciencia, innovación tecnológica y la colaboración internacionalista, son mujeres. Igualmente sostuvo que las mujeres participan activamente en la toma de decisiones en el Parlamento nacional, donde representan el 48 por ciento de los diputados.

Pero más allá de favorables indicadores de funcionamiento como la integración  y de que se aprecian fortalezas en varios aspectos, reconoció que es necesario continuar incentivando en las dirigentes de base el amor por la organización, el conocimiento de su historia, y elevar el sentido de pertenencia.

Comentó que entre los desafíos de la organización se encuentran realizar más labor educativa, preventiva y de atención social, así como hay que seguir fortaleciendo el funcionamiento de las Casas de Orientación a la Mujer y la familia, el acceso de las mujeres a cargos de dirección y el enfrentamiento a las indisciplinas sociales.

En su intervención, insistió en que el trabajo ideológico debe enfocarse en el reforzamiento de valores inherentes al socialismo cubano, manteniendo el espíritu de su principal inspiradora, Vilma Espín.

Puntualizó que el funcionamiento debe ser más efectivo en los bloques, delegaciones y otras estructuras, de manera que se dinamice y fortalezca la participación de la mujer y la familia en la transformación de las comunidades.

Amarelle defendió la premisa de que con el empuje de nuestras mujeres se podrá avanzar con pasos sólidos en aspectos sensibles como el trabajo social preventivo y educativo, la batalla contra las  ilegalidades, y la atención a la formación de valores y a los niños con problemas de conducta.