Avances e insuficiencias en la normalización y metrología en Cuba

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Cuba dispone de más de 4 000 normas cubanas, y más del 50 por ciento de estas se encuentran armonizadas con las internacionales, destacó la directora de la Oficina Nacional de Normalización –ONN-, Doctora Nancy Fernández Rodríguez, quien añadió que se trata de una base normalizativa importante para un país pequeño, que nos colocan en el segundo bloque de naciones con más nivel de armonización internacional.

La directiva resaltó que todos nuestros fondos exportables están amparados por las normas cubanas, por ejemplo, el azúcar, el camarón, la miel y el níquel, entre otros productos, al tiempo que expresó que el cumplimiento de las normas aumentan la eficiencia y la calidad, por ello tenemos como reto permanente su debida aplicación por parte de funcionarios, directivos, inversionistas, proveedores, consumidores…

Argumentó en la Mesa Redonda que aunque existe conciencia sobre la necesidad de las actividades de normalización, metrología y control de la calidad, lo que se ha logrado en nuestro país es aún insuficiente en este sentido.

El profesor Antonio López subrayó que en Cuba se adoptó en 1982 el sistema internacional de unidades, que tiene como antecedente una conferencia que se desarrolló sobre el tema en París en 1975. Comentó que además de una cultura sobre esto, en la Isla se requiere de una economía que garantice toda la técnica necesaria con la que se despliega esta actividad.

El mercado en CUC, dijo, está montado en el sistema internacional de medidas, porque se hizo un grupo de inversiones tecnológicas que lo permiten. Sin embargo, el comercio minorista arrastra un sistema de medidas que favorece los errores. Para superar esta situación, puntualizó, se precisa de voluntad política y de una economía financiera que lo respalde.

En su intervención, aseguró que el sistema internacional de medidas tiene entre sus bondades que unifica símbolos y simplifica operaciones, porque establece patrones de mediciones.

Argumentó que la metrología tiene una vital importancia en escenarios como el científico o el industrial, ya que garantiza especificidades que exigen estos procesos. Por el peso que tiene esta actividad en nuestra sociedad, sostuvo, hay toda una estructura que permite su desempeño y personas de alta calificación en estos menesteres.

René Antonio Fernández Infante, director de Normalización, precisó que hoy Cuba cuenta con 370 formas de gestión de calidad certificadas, 66 sistemas de gestión ambiental, y 36 sistemas de gestión de inocuidad de los alimentos, entre otros, y unos  56 productos cubanos con carácter exportable están certificados, aunque reconoció que lo logrado es insuficiente.

En el empeño de lograr ampliar los resultados, dijo que se ha diseñado un modelo de gestión, la 1030, con una guía ilustrada, para que las pequeñas organizaciones puedan aprender los requisitos mínimos indispensables que garantizan la calidad de sus producciones y servicios.

Hizo énfasis en que las normas hay que conocerlas primero para aplicarlas, y que en sentido general se observa un desconocimiento de estas en nuestro país, por ello es importante ampliar la capacitación de todos los actores que tienen una influencia directa sobre ello. Igualmente dijo que existen normotecas en todos los territorios del país donde se puede acceder a toda la documentación sobre las normativas.

El ingeniero Fernando Arruza explicó que en Cuba está regulada esta actividad por el Decreto Ley No. 182 “De Normalización y Calidad”, el Decreto Ley No. 183 “De la Metrología”, el Decreto Ley  62 “De la implantación del Sistema Internacional de Unidades”, el Decreto No. 270 Reglamento del Decreto Ley “De la Metrología”, del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros; y el Decreto 271 “De las contravenciones de las regulaciones establecidas en metrología”.

Ahondó en que la Oficina Nacional de Normalización es el Organismo Nacional de Normalización de la República de Cuba que representa al país ante las Organizaciones Internacionales y Regionales de Normalización. Al tiempo que precisó que los trabajos de normalización nacional, los procedimientos de evaluación de la conformidad (certificación, inspección de la calidad, ensayos, entre otros) y el Servicio Nacional de Metrología (SENAMET) se desarrollan a partir de los principios y recomendaciones de las organizaciones internacionales y regionales.

En nuestro país también existe el Órgano Nacional de Acreditación, que es el responsable de evaluar la competencia de los órganos evaluadores de la conformidad, así como de otorgar la acreditación bajo los requisitos internacionalmente establecidos. Su misión es coadyuvar al mejoramiento continuo de la producción y los servicios en función del crecimiento de la economía nacional y la elevación de la calidad de vida de la población a través de la aplicación de la política estatal en materia de Normalización, Metrología y Calidad.

La Oficina Nacional de Normalización, por su parte, a través del Sistema Nacional de Certificación, ejecuta los trabajos de certificación de conformidad. La Marca Cubana de Conformidad, puntualizó, es la certificación básica y la más extendida por ser la que más confianza inspira en la conformidad de un producto con los requisitos especificados a nivel de un país.

Por su parte,  la Dirección de Metrología elabora, propone y supervisar la política nacional en materia de metrología (legal, científica e industrial); dirige el Servicio Nacional de Metrología; elaborar el Plan de metrología y participa en los trabajos derivados de las Organizaciones Internacionales Especializadas en lo referente a metrología.

Igualmente, entre otras múltiples funciones, establece las regulaciones de la aprobación de modelos para la producción y la importación de los instrumentos de medición y supervisar su cumplimiento; propone la política y los principios técnicos generales de la adquisición, producción y reparación de los instrumentos de medición y una vez aprobada, supervisa su cumplimiento.