Un parte de guerra

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Más de 85 mil muertos es la dramática cifra que en los últimos años el narcotráfico se ha apuntado en México. Quizá ni un parte de guerra sea tan escandaloso. La última “escaramuza” se anotó el asesinato de los 43 jóvenes normalistas que desaparecieron desde la noche del 26 de septiembre, una noticia que ha conmocionado a la geografía azteca y no ha podido dejar a nadie indiferente en la región, porque el hecho trasciende el análisis casuístico y reclama una mirada a las raíces del fenómeno.

El contundente episodio ha movilizado a la sociedad mexicana contra la violencia y el crimen organizado. Este domingo la caravana “43×43. Ni un desaparecido más”, llegó desde el estado de Guerrero hasta Ciudad de México, donde propusieron la creación de un movimiento nacional conformado por organizaciones sociales para emprender acciones pacíficas en contra de las desapariciones en ese país.

El vergonzoso caso de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa ha unido a un número de mexicanos que exigen que el hecho no quede impune y se haga justicia. “Piden con contundencia a las autoridades que se resuelva el caso y demandan una investigación profunda. Por su parte, el Procurador General de la República ha dicho que será muy riguroso el seguimiento a estos sucesos y que en estos momentos se están haciendo exámenes mitocondriales a restos de cenizas aparecidos donde los testimoniantes  aseguran que mataron a los jóvenes y luego los quemaron. Y hasta tanto esto no se confirme, serán declarados como desaparecidos y no se cerrará el caso”, precisó Sergio Alejandro Gómez en la Mesa Redonda.

El Jefe de la página de Internacionales del diario Granma también explicó que estos jóvenes en la noche del 26 de septiembre fueron detenidos por la policía local de Iguala cuando se dirigían a hacer una manifestación y luego no se les vio más. Según aseguran, el alcalde y su esposa son los principales responsables de este asesinato, quienes le encargaron tan bochornoso asunto a Guerreros Unidos, uno de los carteles que surgió en 2011, luego de que se desintegrara el cartel Beltrán Leyva en 2009.

El analista hizo énfasis en que este acontecimiento revela un problema central: el fracaso de las políticas contra los carteles. Porque no se puede ir a las ramas de un fenómeno como el narcotráfico para combatirlo, sino que hay que ir a sus esencias. Y el centro de todo esto está en Estados Unidos, el principal consumidor de narcóticos.

“Antes la cadena de abastecimiento tenía su centro en Colombia, pero en los últimos años se ha observado un desplazamiento hacia México, donde se evidencia una escalada de la violencia como derivación de una actividad como esta. Quienes participan de esto están armados hasta los dientes, y esos armamentos también los adquieren de la industria militar norteamericana”, dijo.

Igualmente recordó que el Plan Mérida ha demostrado su fracaso. El propio presidente Enrique Peña Nieto ha dicho que debe irse a las causas del narcotráfico. En la búsqueda de los jóvenes normalistas aparecieron 12 fosas con cuerpos de desaparecidos, lo que revela que todo esto es un problema mucho más grave.

Y el asunto tiene ángulos tan perversos como que cuenta con la complicidad y el auspicio de las autoridades, como ha podido constatarse en Guerrero. “Porque el narcotráfico tiene una trama de corruptela y de violencia tremenda”.

Para Sergio Alejandro Gómez, también hay que ser cuidadoso con el análisis politizado de este fenómeno. “Hay quien quiere hacer su agosto contra el presidente con esta tragedia, para anotarse ganancias políticas. Lo que no es lo mismo que se genere un movimiento social con la demanda popular de que se sea severo con este mal, que hay que atacar en sus raíces”.

El activista de la movilización “43X43″, José Alcaraz García, declaró durante el mitin celebrado al llegar la caravana al Zócalo capitalino, que sus acciones serán pacíficas, pero seguirán defendiendo la divulgación de la verdad sobre el caso de los 43 estudiantes normalistas. “No buscaremos la confrontación, pero tampoco cerrará los ojos ante la impunidad; por eso es importante que los medios de comunicación se aboquen a decir la verdad”.

VENEZUELA: LA LUCHA SIGUE

La segunda media hora del programa se detuvo en Venezuela, donde el gobierno de Nicolás Maduro sigue buscando mayor eficiencia en su gestión frente a las amenazas permanentes de la derecha internacional con una aguda guerra económica, que ha encontrado sus aliados en las oligarquías que a su vez fungen como séquito de las andanzas de María Corina Machado o Leopoldo López.

El experto Jorge Legañoa, subdirector de la Agencia de Información Nacional, alegó que a toda esta desenfrenada guerra se han sumado las presiones por la caída internacional de los precios del petróleo. Un descenso, que en su opinión, no tiene por qué afectar duramente a Venezuela, que tiene unas reservas de dólares muy poderosas.

Advirtió que en el año 99 el presidente Hugo Chávez se encontró el crudo entre los 10 y 20 dólares el barril, y que con su carisma logró nuclear a los países miembros de la OPEC para trazar estrategias en función del beneficio común.

El analista no descartó la posibilidad de que la caída a 72 dólares puede responder a propósitos especulativos, o a artimañas norteamericanas, porque Estados Unidos está defendiendo la variante del gas esquisto.

En su opinión, hay que ir siempre a la historia. Y si Chávez, ni en las peores circunstancias del precio del crudo abandonó los programas sociales, en esta ocasión tampoco Maduro lo hará, como lo ha asegurado públicamente.

Por otra parte, los medios transnacionales se han valido de esta situación para montar toda su maquinaria, con criterios como que ahora sí los días del gobierno de Maduro están contados. No obstante, en Venezuela Chávez empoderó al pueblo con los medios alternativos: los locales, las redes sociales, y sabrán dar la batalla con una contraofensiva a todo este guion preconcebido.

“El presidente Maduro ha hecho énfasis en que los trabajadores no se afectarán, porque entre las victorias de esta Revolución está que alcanzaron las cifras más bajas de desempleados de los últimos 40 años”, dijo el analista.

No obstante, advirtió Jorge Legañoa, entre los desafíos de este proceso está superar la economía rentista y evitar el contrabando que se genera por las fronteras con los propios recursos de este país, como su gasolina.