Proceso de declaración jurada: para tener las cuentas al día

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Aunque se haya avanzado en la responsabilidad ciudadana con el pago de los impuestos, aún los comportamientos recaudatorios no se corresponden con las dinámicas de las nuevas formas de gestión no estatal, lo que evidencia que persisten la evasión fiscal y las subdeclaraciones, todas ellas expresiones de indisciplina tributaria.

Lo anterior se dio a conocer en la Mesa Redonda de este miércoles, que abordó el pago de los tributos en 2015, a partir de que comenzara este 7 de enero el proceso de declaración jurada del pago de los impuestos, y los resultados que tuvo su campaña de pago en el año 2014. La temática se retomará en la edición del jueves a partir de las interrogantes que los seguidores de este espacio le formulen a las diversas instancias de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT).

Yamilé Pérez, vicejefa primera de la ONAT, precisó que cada año, dando cumplimiento a la Ley 113, estos ingresos se destinan a asegurar los servicios públicos, que tendrán la novedad de que a partir de este año las tributaciones beneficien los presupuestos municipales. El 64 por ciento del PIB es generado por los tributos, y de estos, el 53 por ciento de los ingresos se dedican a la salud y a la educación, el 16 por ciento a la asistencia social y el 5 por ciento al deporte y a la cultura.

La directiva añadió que las entidades estatales hacen las mayores contribuciones, y que los trabajadores por cuenta propia y de las cooperativas solo hacen el 5 por ciento, pero que en la medida en que estos sectores se amplíen, serán mayores los índices.

Argumentó que la ONAT pretende crear más facilidades que ayuden al contribuyente a ganar en mayor cultura tributaria, porque en 2014, independientemente de que los resultados fueron mayores a los alcanzados en 2013, solo el 93 por ciento de las personas declararon, así como que no todos se acogen al beneficio tributario, por declarar después del 28 de febrero.

También se observó que el 60 por ciento lo hizo incorrectamente, lo que demuestra signos de indisciplina, y el 5 por ciento de las declaraciones, la ONAT tuvo que rechazarlas porque estaban llenadas indebidamente. Al mismo tiempo, entre las expresiones negativas estuvo que solo el 7 por ciento dieron a pagar, lo que indica que las personas no están declarando correctamente.

Desde este 7 de enero, los poseedores de medios de transporte terrestre y naval, y los dueños de vehículos de tracción animal, están obligados a pagar su tributo, lo cual no tiene un comportamiento favorable, en 2013 solo el 57 por ciento de los propietarios lo hizo. “Hay que revertir esta situación, y para ello estamos haciendo las coordinaciones con el Registro de Vehículos para depurar el nuestro y determinar quiénes son los que deben hacerlo”. El que no pagó, dijo, se expone a una sanción.

La fecha límite para efectuar este procedimiento es hasta el 30 de septiembre. “En 2013 el 98 por ciento del sector estatal lo hizo, sin embargo, no se acogieron al beneficio de la bonificación por hacerlo después del 28 de febrero”.

Belkys Pino, directora de Atención al Contribuyente, especificó que están sujetos al pago de los tributos todos los trabajadores por cuenta propia, excepto los que están en régimen general que se inscribieron en los últimos tres meses del año;  al tiempo que los artistas, creadores y su personal de apoyo deben incorporarse a esta lógica, al igual que los comunicadores sociales, los periodistas, los diseñadores, los que trabajan en las sucursales extranjeras… también están sujetos a este proceso todas las entidades, las empresas y las sociedades mercantiles por las utilidades y los ingresos no tributarios, como las cooperativas no agropecuarias, al ser una entidad, deben presentar la declaración jurada por el impuesto por los ingresos personales y las utilidades.

Puntualizó que la declaración jurada es un modelo oficial y tiene requisitos, como la veracidad de los datos, porque es un acto que se hace bajo juramento, por lo que declarar de forma fraudulenta puede ser objeto de sanciones.

“Es importante destacar que la Oficina, en función de mejorar el proceso, ha buscado facilidades, como habilitar buzones para que puedan ser depositadas las declaraciones o dio la posibilidad de que se envíen por el correo certificado. También nuestras oficinas pueden asesorar en el llenado del modelo, pero los funcionarios nuestros no llenan los modelos”.

Explicó que el pago de los tributos se hace en el sistema bancario. “La ONAT no tiene cuenta única de tesorería. Hace unos cuantos años que no manejamos ni siquiera los fondos en cheques. No manejamos efectivos, sino modelos de declaración de pago. El pago se realiza a través del sistema bancario. Es bueno que las personas conozcan que los funcionarios no le tienen que exigir el pago. Ahorita hablamos del servicio de asesoramiento, pero estos son servicios gratuitos”.

Reynaldo Alemán, vicejefe de la ONAT, sumó que como método de control, todas las declaraciones que se hicieron en 2014 fueron fiscalizadas, lo que sirve para validar la información, hacer estudios de comportamiento y establecer acciones de control. “De esta manera hemos obtenido informaciones de los pagos, de los tributos y tenemos la historia fiscal del contribuyente, lo cual nos ayuda a evaluar y revisar el proceso”.

De esta forma, destacó, es que hoy sabemos que 5 mil contribuyentes no pagaron sus tributos en tiempo y que 3 500 dijeron que tenían ingresos cero, lo cual es un absurdo en quien realice una actividad económica. “Ese tipo de actitudes las consideramos graves y aplicamos el régimen sancionador, igualmente le hacemos comprobaciones más severas para recalcar que eso es inaceptable”.

Con este procedimiento, la ONAT pudo advertir además “que el 60 por ciento de los contribuyentes habían subdeclarado el año pasado, y al fiscalizarlo les enviamos un telegrama y los conminamos a que lo arreglaran antes de que cerrara el proceso. La mitad de ellos lo hizo, a la otra se le puso recargos y multas, por no rectificar antes de que concluyera la declaración jurada”.

Entre los que más incurren en indisciplinas de este tipo, mencionó a los que se dedican a las actividades relacionadas con la venta de alimentos, el transporte, los servicios constructivos y las actividades de arrendamiento, a las que se le dieron hasta facilidades para las temporadas altas o bajas.

Compartió que generalmente la percepción del contribuyente es que su comportamiento tributario no va a ser seguido. “Había contribuyentes que se anotaban en un municipio y se daban de baja, y luego se anotaban en otro, para beneficiarse de los tres meses de los que se les exonera de pago, pero ya tenemos integrado todo el sistema y conocemos la historia fiscal de cada uno, y como tenemos cinco años para actuar contra las irregularidades se han ido cerrando las brechas. Entre las anomalías también advertimos que un mismo negocio cambiaba de titular cada tres meses para ajustarse al beneficio y hay varios contribuyentes que han declarado hasta cinco trabajadores, y cuando uno analiza el nivel de actividad se da cuenta de que es un absurdo”.

Hizo referencia a que se ha hecho un análisis a partir de contradicciones que se han dado en la compraventa de autos o de viviendas, con el impuesto sobre los ingresos personales y el impuesto por trasmisión de bienes de herencia. “Hemos recibido información de que se ha enmascarado con un acto de donación un acto de venta. Es una tarea que pretendemos corregir, porque se deben unos 10 millones de pesos por estas evasiones”.

Para Sonia Fernández, jefa jurídica de la ONAT, es importante que el contribuyente conozca  sus deberes y derechos. Entre los derechos está mantener la confiabilidad de todo lo que recibimos de ellos, así como la oportunidad de reclamar y a que se le respondan sus consultas, sus quejas… todos servicios totalmente gratuitos. Mientras que como deberes mencionó el cumplimiento correcto del tributo, y así se evita el tema de la sanción, que pueden ir desde la más leve hasta las más graves, que repercuten en el ejercicio, la pérdida de los incentivos fiscales o el cierre de los negocios.