Ley del Presupuesto del Estado cubano para el año 2015

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Durante el Segundo Período Ordinario de Sesiones, de la VIII legislatura, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó la Ley No. 119 del Presupuesto del Estado, que regirá el presente ejercicio fiscal. La planificación y ejecución de ese Presupuesto fue analizado por directivos del Ministerio de Finanzas y Precios en la Mesa Redonda de este martes.

El Presupuesto del Estado del año 2015 toma como base el quinto año de la proyección de la economía y del Presupuesto del Estado para el período 2011-2016, y respalda los niveles de actividades que se proyectan en el Plan de la Economía. Tiene como objetivo contribuir a la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba que encauzan la actualización del modelo económico y en particular lo referido a que el sistema de planificación socialista sea la vía principal para la dirección de la economía nacional y se mantenga un adecuado equilibrio financiero.

Los ingresos se proyectan con un crecimiento del 6 por ciento y los gastos de un 10 por ciento, resultando un Déficit Fiscal de 5 mil 563 millones 400 mil pesos, que representa el 6,2 por ciento del Producto Interno Bruto, a precios corrientes.

Vladimir Regueiros, director de Ingresos de este organismo, comentó que la Ley del Presupuesto contiene las medidas fiscales que contribuyen al proceso de gradualidad en la aplicación de los impuestos, tasas y contribuciones establecidos en la Ley No. 113 “Del Sistema Tributario”, la aplicación del régimen tributario especial para la inversión extranjera dispuesto en la Ley No.118 “ Ley de la Inversión Extranjera”, con el objetivo de estimular su desarrollo y las que inciden en el perfeccionamiento del sistema empresarial; y las disposiciones generales sobre la aplicación del Sistema de Contabilidad Gubernamental, así como los instrumentos para financiar el déficit del Presupuesto del Estado de 2015.

El viceministro primero de Finanzas y Precios Alejandro M. Gil Fernández destacó entre los elementos positivos para la conformación del presupuesto que se están logrando niveles de ingresos en proporción al crecimiento planificado de la economía, se avanza en el traspaso hacia formas de gestión no estatal, sin deterioro de los aportes al presupuesto que se originaban hasta el momento, lo que requerirá mayores esfuerzos para seguirlos captando; y se avanza en el fortalecimiento económico y financiero del sector empresarial, al retener recursos provenientes de la utilidad generada, para ser aplicados a diferentes propósitos, incluida la estimulación a los trabajadores por los resultados alcanzados. Ello a su vez, reduce las erogaciones del presupuesto estatal para la capitalización de las empresas.

Dadas nuestras condiciones actuales, añadió, este Presupuesto contiene algunos aspectos sobre los cuales habrá que trabajar en su transformación, como lo constituye la existencia de un déficit corriente, aun cuando está fundamentado en los niveles de subsidios a la exportación y sustitución de importaciones, al no tener contrapartida de ingresos y la presencia de un determinado número de empresas que demandan importes del presupuesto estatal para su financiamiento, entre otros factores.

Vladimir Regueiros significó que se planifican ingresos netos por 48 mil 991 millones de pesos; y que los tributarios, conformados por los Impuestos, tasas y contribuciones, crecen un 7 por ciento y representan el 64 por ciento de la recaudación total y el 35 por ciento del PIB, lo que muestra la consolidación del sistema tributario como fuente fundamental de los ingresos del Presupuesto del Estado, de ahí la importancia de insistir en la cultura de cumplir con este deber social, que se revierte después en cada ciudadano, como vía del Estado para redistribuir la riqueza.

La ejecución del Presupuesto del Estado, por lo tanto, demandará de un fuerte trabajo que conduzca a continuar elevando la cultura económica de la población, en especial la tributaria y a reducir los actuales niveles de evasión de impuestos, contando con el apoyo consciente de cada ciudadano con este justo deber social.

Se han incluido en la Ley del Presupuesto, también, los recursos financieros destinados al otorgamiento de subsidios a personas para emprender acciones constructivas en sus viviendas, los autorizados a la aplicación de medidas para enfrentar gradualmente el envejecimiento poblacional, la incorporación de graduados y la continuidad de la política salarial, aprobada al sector de la Salud Pública, iniciada en mayo del presente año.

Además, se extiende la aplicación del Impuesto por la Contribución Territorial a todos los municipios del país, con lo que se favorecen fuentes de financiamiento para el conjunto de sus gastos.

Sobre este asunto en particular, se puntualizó que las relaciones entre el desarrollo y  los presupuestos locales tienen una dinámica muy singular,  porque hay que tener a tiempo los recursos que se necesitan para poder cubrir los gastos planificados. Por eso hay que hacer cumplir las obligaciones de los aportadores en el año del ejercicio fiscal, de acuerdo a lo programado, porque en el municipio hay que dar respuesta a consumos que son diarios como la limpieza de las ciudades, los servicios de salud… y todo ello tiene una repercusión, porque son gastos que no pueden aplazarse en el tiempo y precisan de una disponibilidad de servicios financieros.

La aplicación del Impuesto por la Contribución Territorial a todos los municipios del país demanda además de un mayor control, porque al existir una gama tan amplia de entidades se hace más complejo el control de los recursos. Esto obliga a gobernar mejor.

Adalberto Carbonel explicó que la Ley del Presupuesto considera gastos totales por 54 mil 854 millones de pesos, de los cuales el 63 por ciento corresponde a los gastos corrientes de la actividad presupuestada, con lo que se asegura el mantenimiento de los actuales servicios básicos que se ofrecen de forma gratuita a la población.

De acuerdo a la estructura de estos gastos corrientes, a la Salud Pública y a la Educación se les asigna el 29 y 24 por ciento, respectivamente. Del 47 por ciento restante participan los demás sectores presupuestados. Esto confirma la esencia de nuestro sistema social, mediante la redistribución justa y cada vez con mayor equidad de sus ingresos.

Añadió que en la Salud Pública se respaldan los servicios que brindan más de 150 hospitales, 400 policlínicos, 11 mil consultorios médicos, 140 hogares maternos, entre otros, y se asume el incremento de los gastos de medicamentos en 200 millones de pesos, por la aplicación de los precios internacionales a los productos que BioCubaFarma exporta, que serán utilizados en las instalaciones hospitalarias.

En su intervención, hizo énfasis en que para el curso escolar 2014-2015, se garantizan los estudios a más de 200 mil estudiantes en preescolar, incluyendo los círculos infantiles, aproximadamente 700 mil en primaria y cifra similar en la enseñanza media.

Se destinan 15 mil 54 millones de pesos para el financiamiento de la actividad empresarial, con lo que se respaldan incrementos en los procesos productivos y compras a productores agropecuarios; el aumento supera los 2 mil millones de pesos. En lo fundamental, el 63 por ciento de este gasto corresponde al Financiamiento a la Exportación y Sustitución de Importaciones, con lo que se asegura adquirir de los productores agropecuarios 230 mil toneladas de arroz, 53 mil toneladas de frijoles, 165 mil toneladas de cerdo en pie y 115 mil toneladas de maíz para alimento animal, comprometidas con el Estado.

Se garantiza el financiamiento a la canasta familiar normada, para lo cual se destinarán 2 mil 606 millones de pesos, con un incremento de 256 millones de pesos.

El viceministro primero Alejandro M. Gil se detuvo en cuando un presupuesto es superhabitario y cuándo deficitario, y las lecturas que esto tiene. “Sería superhabitario si tenemos más ingresos que gastos, pero si lo que aportamos es inferior al costo, es deficitario. Un presupuesto superhabitario, por ejemplo, se puede alcanzar recortando gastos, como si en vez de destinar el 55 por ciento a la salud y a la educación, le dedicas el 30, pero a qué costo, por ello no es tan sencilla la cuenta”.

Argumentó que el Presupuesto puede ser deficitario, pero no con cualquier tamaño: la magnitud tiene un límite, no es todo lo que quieras, sino lo que puedas enfrentar. “Si pides un dinero prestado debes invertirlo en elementos que te garanticen una rentabilidad. El monto de la deuda en este año, por ejemplo, es de más de 6 mil millones de dólares, que puede parecer una deuda grande, sin embargo, el 90 por ciento de los gastos se financian con los ingresos, y la deuda se contraerá para cubrir el 10 por ciento de las inversiones que puedan tener un rendimiento futuro que te permitan amortizar la deuda.

“Ese dinero no lo puedes coger para pagar el teléfono, sino para generar un valor nuevo como con las sustitución de importaciones. La deuda pública que se asume es para financiar gastos de capital y para la sustitución de importaciones. Esta deuda no se pagará mañana, sino en un período de 20 años, porque tenemos un aplanamiento de esas obligaciones. Por ello hay que buscar la manera de que sea sostenible la deuda”.

Puntualizó que no es malo un presupuesto deficitario, sino tiene una magnitud que usted lo puede sostener en el tiempo y si el destino genera riquezas para amortizar la deuda. Y sobre el bono soberano, dijo que es un instrumento para captar dinero.

De acuerdo con las estimaciones, se demandará un financiamiento adicional a los ingresos, por un monto máximo de 6 mil 827 millones de pesos, que es la suma del Déficit Fiscal y las amortizaciones de deudas contraídas por el Presupuesto en períodos anteriores, ascendente a 1 264 millones de pesos.

Este financiamiento será cubierto con los recursos disponibles en las cuentas del Presupuesto, que incluyen la porción del déficit ya financiado en el año 2014 que no se ejecute, y la emisión de Deuda Pública, la que será respaldada mediante los bonos soberanos adquiridos por el sistema bancario nacional, a una tasa de interés del 2,5 por ciento anual, con un año de gracia para el principal y vencimiento hasta 20 años, conjugando conservar los necesarios equilibrios macroeconómicos y la programación monetaria.

El Viceministro Primero alegó que no podremos hablar de un uso eficiente de los recursos si no está bien el control. “Se están haciendo muchas cosas, pero no estamos bien en la contabilidad y tenemos problemas de personal, violaciones metodológicas de los procedimientos… y todo esto hay que superarlo para poder tener un mayor crecimiento económico”.