El ALBA como bastión inquebrantable por la defensa de los pueblos

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos Roberto Garaicoa

La Declaración de Caracas, un documento contundente de los países que integran el ALBA en apoyo incondicional a la República Bolivariana de Venezuela, tras la agresiva y arbitraria orden ejecutiva expuesta por el presidente de Estados Unidos contra el gobierno de Nicolás Maduro, fue emitida en la cumbre extraordinaria realizada recientemente por ese mecanismo de integración regional que tuvo por principales aglutinadores a los Comandantes Fidel y Chávez.

El organismo, que tiene más de una década de gestado, fue claro en su respuesta a los brutales planes del Gobierno de Estados Unidos, que ha calificado absurdamente a Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional, en represalia por las medidas adoptadas en defensa de su soberanía frente a los actos injerencistas de autoridades gubernamentales y del Congreso estadounidense.

La unidad de cada uno de los presidentes que integran este espacio de concertación política fue una nota común y hermosa durante la Cumbre, ya que reafirma los rasgos de esta nueva América Latina y el Caribe, un escenario que antes se reducía a ser el traspatio de los gobiernos yanqui.

Para el periodista Oliver Zamora, la Declaración de Caracas manifiesta una vez más que los países que integran el ALBA comparten una agenda común en política exterior y regional. Al tiempo que aclaró que el tono y el énfasis que tuvieron los pronunciamientos en este encuentro, se va a replicar en la Cumbre de las Américas, un evento en el que todos habían esperado encontrar otro espíritu, y no que se celebrara bajo las tensiones que se han suscitado tras la irrazonable postura de Washington.

En su opinión, esta va a ser una Cumbre incómoda, porque semejante pronunciamiento de Obama contra Venezuela, en un año en que se realizarán elecciones legislativas en ese país, refirma el carácter injerencista de la política exterior estadounidense, y ha puesto en alerta a los gobiernos de América Latina y el Caribe que en enero de 2014, en la II Cumbre de la Celac celebrada en La Habana, declararon a la región como Zona de Paz, y repudiaron cualquier acto que atente contra ellos.

El subdirector de la Agencia de Información Nacional, Jorge Legañoa, también coincidió con este análisis, y sostuvo que toda esta posición inadmisible de Estados Unidos responde a un plan mayor que se gesta, porque están creando un estado de necesidad para provocar peores desenlaces.

Recordó cómo Unasur pudo comprobar, en plena crisis de las guarimbas, el ejercicio democrático del gobierno legítimo de Nicolás Maduro, al tiempo que sugirió que al parecer Obama no se había leído el libro que una vez Chávez le regalara: Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano.

El panelista resaltó la grandeza del Presidente venezolano, quien en medio de estas ásperas circunstancias ha propuesto tener un diálogo con su par norteamericano. “El diálogo está sobre la mesa, veremos si EE.UU. acepta, porque lo que sí está claro es que ellos pretenden continuar con su política del garrote”.

También ponderó cómo la oposición chavista, en cambio, sigue acentuando su carácter oportunista y parasitario. “Cuando el pueblo se ha unido en contra de esta agresión, ellos siguen con sus oscuras maniobras”.

Añadió que llegaremos a una Cumbre de las Américas tensa, en la que muchos presidentes reclamarán un entendimiento y que se recapacite, porque nadie tiene derecho a intervenir en los asuntos internos de un Estado soberano, ni a declararlo, sin fundamento alguno, como amenaza a su seguridad nacional.

El jefe de la página de Internacionales del periódico Granma, Sergio Alejandro Gómez, puntualizó que es lamentable el escenario que ha planteado el gobierno norteamericano, que en contraste ha encontrado una América Latina y un Caribe unido y digno, lo cual se ha expresado en las posiciones de los mandatarios que integran los diversos organismos del área.

Jorge Legañoa, por su parte, puso la mirada sobre un elemento medular: la feroz campaña mediática que intenta dibujar a una Venezuela en crisis. “Los grandes emporios se han concatenado, y todos los días vamos a ver una nueva gota. Y esta articulación no es obra de la casualidad, sino de toda un estrategia que complejiza la situación”.  En cambio, dijo, la solidaridad se ha multiplicado y se ha puesto como un muro de contención contra los que quieren liquidar el legado de Chávez.

El periodista Oliver Zamora no obvió en sus palabras esa fuerza mayor que tiene en estas circunstancias que América Latina y el Caribe se hayan convertido en una Zona de Paz, algo inconcebible hace solo unos años atrás, cuando imperaban en la región los golpes de estado, las dictaduras y las guerras.

“Hay ejércitos y conceptos de seguridad nacional de algunos de los países latinoamericanos y caribeños que dependen de Estados Unidos, quien nunca ha actuado solo cuando arremete contra América Latina, y en esta nueva época es muy positivo que no encuentren aliados para semejantes actos”, expresó.

Bernardo Álvarez, secretario ejecutivo del ALBA, quien fuera entrevistado vía telefónica para la Mesa Redonda, señaló que este encuentro no solo fue extraordinario porque se trató de una reunión que no estaba prevista, sino por su condición histórica. “Nuestros países estuvieron refrendando los principios de soberanía, de independencia y de unidad, frente a la medida desproporcionada, brutal y arbitraria de Estados Unidos contra Venezuela”.