Pinar del Río es la tierra del mejor tabaco del mundo

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

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El extremo más occidental de Cuba, Pinar del Río, es la tierra del mejor tabaco del mundo. Tal afirmación, bien lo saben los expertos en la materia, no tiene un tono exagerado o grandilocuente, sino que es un conocimiento histórico que se ha sedimentado por la armónica combinación de los beneficios del clima, las variedades y la tradición en este cultivo.

Si alguno de estos elementos se deteriora se observa un declive productivo y de los rendimientos. Lo anterior fue una vivencia reciente. Enrique  Cruz, director del grupo provincial de Tabaco, explicó que esta producción siempre se caracterizó por ser familiar; y en los inicios de los años 2000 esto comenzó a desaparecer, a partir de las oportunidades que abría el país en otros sectores.

“Pinar del Río tiene un gran potencial. El récord alcanzó las 40 mil toneladas. Sin embargo, hoy estamos arribando a las 16 mil y produciremos unas 17 mil toneladas. La perspectiva es crecer un 15 por ciento anualmente en áreas y en rendimiento. Y esto es posible proyectarlo porque hemos logrado revertir la tendencia de que los hijos de los productores le dieran la espalda a la vega”.

Insistió en que la calidad del trabajo no solo obedece al clima, ni al suelo, sino a la cultura productiva. “Y este regreso de los jóvenes al campo ha sido posible por lo que se estipula en el Lineamiento 194, que regula la producción tabacalera de cara al mercado nacional e internacional. Se ha revisado la estrategia, con costos y márgenes de rentabilidad, y se decidió que crecieran los precios en un 40 por ciento. La rentabilidad está sobre el costo, y ese margen va a ser hasta un 40 por ciento. Eso ha estimulado a los productores a ver al tabaco como fuente de vida”.

Explicó que de los más de 1 200 productores que se habían ido, ha regresado un 50 por ciento de esa fuerza de trabajo.

En su intervención en la Mesa Redonda de este viernes, significó que toda la cadena productiva está estimulada, hasta las estructuras de dirección. Tanto los trabajadores directos como los indirectos a la producción mejoran, sobre todo de acuerdo a los resultados que se obtengan.

Puntualizó que en el caso de la Estación Experimental del Tabaco, que es una entidad presupuestada, se evalúa la posibilidad de que sus salarios crezcan, por la manera en la que influyen en los resultados y en la calidad del trabajo.

Precisó que todo el tabaco cubano tiene una muy buena calidad. “Lo que está dentro, los capotes y las tripas, es la mezcla que identifica a las marcas. Las capas pueden ser producidas en otras zonas del país, siempre y cuando tengan las condiciones para que sea considerado un Habano”.

Antonio Jesús, productor destacado de la CCS Rigoberto Fuentes, aclaró que sin ciencia no se puede haber tabaco. “Tenemos que tener capacitación para poder tener mejores resultados. Llevo en el tabaco desde los 8 años, y tengo hoy 70. Sin embargo, la vida que tiene un tabacalero hoy no se parece en lo más mínimo a la manera en la que vivíamos antes del triunfo de la Revolución”.

Compartió que trabajar antes en el tabaco no daba posibilidades de riqueza. “Mi madre era pobre, pero era optimista, y eso influyó mucho en nuestra persistencia. Nos criamos con mucho rigor. Mi mamá ensartaba día y noche, y por la noche nos ponía las tareas en la casa con una lámpara de luz brillante. Ella tenía mucho tesón y así nos criamos en esa casa. Con el triunfo de la Revolución nos dieron el título de la tierra con la Reforma Agraria, y hoy en mi cooperativa, ni en ninguna de la que he visitado, veo aquella situación que viví en mi niñez y adolescencia”.

Sostuvo que la fuerza moral ha cambiado entre los trabajadores, después de una visita de Machado en octubre. “En San Juan y Martínez reaccionamos y echamos pa alante. Porque somos campesinos, tabacaleros. Porque trabajamos por nosotros y por la economía del país”.

Rogelio Ortuzar, presidente de la CCS 26 de Julio, y quien es el Hombre Habano más reciente, comentó que “tuvimos un declive en la producción, pero a partir de 2012 comenzamos a mejorar, y no solo por la mejora del precio del tabaco, sino con otras medidas. Se ha fortalecido, además, el trabajo técnico”.

Explicó que el tabaco es estimulante. Tiene una rentabilidad buena. Mientras más rendimiento y calidad, el margen comercial aumenta. “Y se han beneficiado los trabajadores. Hoy estamos hablando de que se ganan entre 70 y cien pesos diarios en el campo. Y el estándar de vida ha mejorado mucho. La cooperativa que yo dirijo elevó a 237 hectáreas las contratadas este año, y lo que tenemos que buscar es el rendimiento”.

En sus palabras, resaltó que hay que seguir fortaleciendo la capacitación. “Un trabajo que tenemos que hacer en conjunto; como tiene que ser cada día mayor la unidad entre la empresa y la cooperativa”.

Ortuzar compartió que un Hombre Habano es el reconocimiento mayor al que puede aspirar un productor en estas vegas.

El Doctor Nelson Rodríguez, director de la Estación Experimental del Tabaco, alegó que los proyectos que realizan en esta institución están en función de darle respuestas a las necesidades de la producción. “Actualmente, contamos con ocho variedades con resistencia genética a las principales enfermedades que afectan al cultivo del tabaco”.

Sumó que hoy tienen alianzas con otras instituciones docentes del país, para perfeccionar su trabajo y apoyar a los demás con sus conocimientos. “La Estación Experimental, dijo, ha sido un centro en el que de manera permanente quienes entran se retiran con nosotros, nuestros trabajadores tienen mucho sentido de pertenencia”.

Manifestó que el tabaco cubano se abrió fama por sí solo. “Se dice que es un embajador por naturaleza de Cuba. Y tenemos el orgullo de que el ciento por ciento de las tripas y el capote de todo el tabaco proviene de esta zona”.

Advirtió, igualmente, cómo el bloqueo que le impone Estados Unidos a Cuba ha afectado mucho la producción del tabaco. “Hay productos químicos a los que no podemos acceder por estas limitaciones económicas y financieras que nos imponen”.

Mientras no se levante el bloqueo, ratificó, será muy difícil satisfacer las demandas de tabaco que existen en el mundo.

Enrique Cruz aseguró que “en la campaña anterior tuvimos un decrecimiento de un 20 por ciento. Hubo una situación climática compleja. La calidad se afectó, como también la cantidad. Para esta tenemos la materia prima garantizada. Conocemos las preocupaciones por el déficit, pero si revisamos, en los últimos 8 y diez años la demanda ha crecido. El objetivo es cubrirla. Tenemos en el plan 190 millones, cinco millones más que el año pasado, y su cumplimiento está al 107 por ciento”.

Destacó que “la demanda no solo ha crecido porque sean más los consumidores cubanos, sino porque el tabaco de consumo nacional procede de las mismas vegas de las que sale el de exportación, y ya hay extranjeros que lo consumen”.

Ponderó que el crecimiento de la producción de tabaco va a obedecer al crecimiento en áreas, “y tenemos productores que tienen vegas, pero hay que recuperar además el riego, la capacidad de envasado… Tenemos más de 700 hectáreas que han sido afectadas por no tener riego, y los embalses no tienen capacidad para esa demanda de agua. En esta provincia habría que aumentar la capacidad de los embalses, y estamos hablando de más de 3 200 obras que ejecutar. Eso lleva una inversión para lo cual se trabaja”.