Televisión digital al alcance de 7 millones de cubanos

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

En Cuba, la transferencia tecnológica de la televisión analógica a la digital terrestre está al alcance de unos 7 millones de habitantes (62,68 por ciento de la población), desde que en junio de 2013 comenzara la etapa de prueba de la transmisión de la señal y la recepción en los hogares ubicados en una zona de demostración en La Habana.

En la Mesa Redonda de este lunes, en la que se ofreció un seguimiento al cronograma de esta mudanza tecnológica, Justo Moreno, director de RadioCuba, explicó que hoy existen 28 transmisores más que los 34 que radiaron en igual fecha hace un año. Este despliegue, puntualizó, ha tenido como impacto que se han eliminado 14 zonas de silencio (7 en 2014 e igual cifra en el corriente).

Entre las bondades de esta tecnología, mencionó que donde antes era necesario ubicar 5 transmisores ahora solo es preciso uno, lo cual redunda en ahorro energético y en cuidado al medio ambiente.

En 2016, adelantó, esta proyección favorecerá la eliminación de otras seis zonas a las que no llegan las transmisiones radiotelevisivas, en tanto, actualmente se ejecuta la prueba de alta definición para sacar ventaja a la calidad de la señal con dos transmisores en La Habana.

Se detuvo en que las mayores quejas se concentran en la caja decodificadora, de las cuales solo el 0,15 por ciento de las distribuidas y comercializadas han tenido problemas técnicos, pero las personas han presentado dificultades en su conexión u operación.

Otros problemas, dijo, se centran en los elementos de recepción: las antenas inadecuadas o mal orientadas, mal colocadas u obstruidas; bajantes inadecuados o mal puestos, y conectores defectuosos o mal colocados. También hay quienes han comprado la caja decodificadora antes de que en su zona haya transmisión de la señal.

Aconsejó no conectar a una misma antena varios televisores, ya que se atenúa la señal. “Igualmente hay personas que consideran que las condiciones meteorológicas deterioran la transmisión, cuando son los elementos anteriores los que favorecen que los parámetros estén por debajo del umbral de recepción”.

Entre los errores frecuentes, mencionó que las personas escanean la señal cuando colocan por primera vez la caja decodificadora y a lo mejor lo hacen con canales que no tienen la mejor recepción.

Otro elemento en el que están trabajando, refirió, es en la inserción de los telecentros municipales en los programas de la señal digital, lo cual tienen previsto para 2016.

Glauco Guillén, director de Lacetel, institución encargada de verificar el cumplimiento de las especificaciones técnicas de las cajas decodificadoras y los televisores híbridos, añadió que un papel esencial lo han desempeñado los usuarios de la tecnología con sus correos y aportes valiosos.

Sobre el número decreciente de comentarios, alegó que hay que interpretar que las personas asimilan la tecnología y por ello disminuyen las preguntas, así como la generalización hace que las personas ayuden a los demás.

Sostuvo que en Cuba “encendimos el transmisor en marzo de 2013, cuando no había cajas decodificadoras. En mayo de ese año se distribuyeron 59 mil y en 2014 se comercializaran por primera vez, tiempo en el que también salieron los televisores híbridos de nuestra industria”.

A partir del concepto de que la insatisfacción es fuente de desarrollo, argumentó que las personas se refieren a los precios como un problema, cuando estos son similares a los del mercado internacional. La diferencia, en su opinión, no está en los precios, sino en el poder adquisitivo. “También hay quien ve una caja a 10 euros en Europa, sin embargo, esta no es capaz de recibir los estándares de señal necesarios”.

En septiembre de este año, destacó, teníamos 14 cajas disponibles en el mercado, y más de 60 han sido verificadas y aprobadas por Lacetel. “Los desarrolladores se han servido de nuestros criterios, y estas constituyen una porción de las 17 marcas diferentes que existen, de las cuales no todas son chinas. Están algunas de origen coreano, de reconocido prestigio”.

Advirtió que el mercado cubano no es nada despreciable. “Aún con el desbalance adquisitivo, lo cierto es que se agotan las cajas decodificadoras, lo que quiere decir que no satisfacemos la demanda”.

Sobre la calidad y actualización de las cajas decodificadoras, refirió que las de alta definición permiten la programación de prueba, aunque la regular no se diferencia de esta en la sensibilidad para captar la señal.  En tanto, la posibilidad de reproducción de USB, ofrece la opción de grabado para ver la programación en otro momento.

Luis Orlando López, jefe del Grupo de compra de electrodomésticos de TRD, compartió que desde agosto de 2014 se han distribuido y vendido unas 585 mil cajas decodificadoras. “Tenemos 11 modelos: 7 de definición estándar y 4 de alta definición. De los 7, hay dos básicos que se comercializan a 26 y 27 CUC y 5 con puerto USB, y los cuatro modelos de alta definición poseen igualmente entrada de puerto USB”.

Entre sus ventas incluyeron las antenas, de las cuales han vendido 10 618; y del cable coaxial, 2,7 millones de metros, a  un precio de 40 y 50 centavos cuc.

Precisó que en la red existen actualmente 109 mil cajas, y de las de alta definición producidas en Cuba se colocarán unas 30 mil entre este mes y diciembre, junto con 10 mil televisores Konka que captan esta señal y que fueron producidos por nuestra industria.

Iván Barreras especificó que la industria cubana produjo un televisor digital LED de alta definición y de 32 pulgadas. “El proceso de fabricación comenzó en 2013, con unos TV con modificación y en este 2015 se logró un salto importante. En el caso particular de las cajas se comenzó desde el año pasado con cajas de definición estándar y en este 2015 asumimos las de alta definición (en total han fabricado unas 200 mil cajas decodificadoras)”.

Mileidy Fundora, directora de la TV digital y del Canal Educativo 2, aseveró que los contenidos son un reto para el ICRT, porque “tenemos que hacer una migración de toda la infraestructura productiva, lo cual comprende un proyecto inversionista hasta el 2024”.

Compartió que todo cambia hacia lo interno, por lo que exige que sea un proceso progresivo. “En 2016 estarán disponibles a través de esta señal los contenidos de los telecentros, pero sin modificaciones en su programación”.

En 2015, especificó, nos centramos en la digitalización de los servicios informativos, que debe concluir en diciembre. Y en enero debe consumarse la inversión en el máster central y en el centro de operaciones internacionales. “Son procesos que nos son visibles al televidente, pero que son imprescindibles”.

Hoy tenemos 4 canales que son analógicos totalmente y dos señales puramente digitales: Clave y Mi tv, en tanto Multivisión tiene contenidos digitales pero su transmisión es analógica.

En el caso de Clave, manifestó que se han dado avances. “Hay aceptación por parte de los televidentes y estamos trabajando de conjunto con el Instituto Cubano de la Música para mejorar las propuestas. Otra novedad es el canal HD, que tiene una programación experimental para la prueba de alta definición.”

La guía de programa en 2015, reconoció, tiene fracturas. “Estamos trabajando con los jóvenes de la Cujae para hacer cambios en el software, y ello tiene que respaldarse con una dinámica productiva en función de su actualización”.