Brasil, ¿de mal a peor? (+ Fotos y Video)

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos: Roberto Garaycoa

La crisis de gobernabilidad, construida artificialmente en Brasil, no muestra rasgos favorables. Al golpe mediático se le suma ahora el judicial, y la presidenta Dilma Rousseff, principal blanco de los ataques al Partido de los Trabajadores, acaba de alertar de que se está acelerando un golpe de Estado, el mismo que se viene gestando desde diciembre pasado.

Desde el Palacio de Planalto, la Presidenta advirtió de este delicado proceso, que la periodista del diario Granma, Laura Bécquer, calificó de real y con un peligroso relieve, ya que está hasta en discusión un proceso de impichment, amparado en los artículos 85 y 86 de la Carta Magna de ese país.

Esta interrupción de su mandato, dijo, es un proceso en discusión. “Si la Cámara de diputados lo aprueba, pasaría al Senado, y el vicepresidente Michelle Temes, quien viene del Partido Democrático Brasileño, sería el que asumiría las riendas”.

Como dato interesante, Bécquer mencionó que el vicepresidente pertenece al mismo partido de Eduardo Acuña, quien está moviendo estos hilos contra Rousseff desde diciembre.

Aclaró que el Partido de los Trabajadores ganó, pero que la vicepresidencia la ocupa alguien de otro partido porque ellos gobiernan en alianza. Sin embargo, llamó la atención sobre el hecho de que ahora el Partido Democrático Brasileño se está queriendo desmarcar, y específicamente Temes salió diciendo que en estos años ha sido una figura decorativa en el gobierno.

Curiosamente, ellos van a decidir este martes si siguen o no en la coalición gobernante con el PT y si se van, obviamente, la crisis se puede acentuar.

“Es una campaña desestabilizadora. Está todo planteado para un golpe de Estado. Están usando el poder judicial, el mediático, la trama de Lula, y el Partido Democrático quiere montarse en ese tren de desgobierno”, expresó Laura Bécquer en la Mesa Redonda.

La presidenta Rousseff enfrenta una arremetida de la derecha, que está aprovechando la crisis política azuzada por la crisis económica.

Vía telefónica, este espacio se comunicó en Brasilia con Betto Almeida, periodista fundador de Telesur, quien añadió que esta es una situación compleja, porque es evidente que un golpe de Estado está en marcha.

“Ante estos planes, las fuerzas sindicales y progresistas ha adoptado la decisión de organizar una resistencia. Los gremios sindicales insisten en que se debe mantener la nominación de Lula para dejarlo dentro del gobierno,  y así tome las medidas más necesarias, entre estas, a favor de los trabajadores afectados por la crisis”, explicó Almeida.

En opinión del experto, está muy claro el interés de factores imperiales externos, para que Dilma no siga gobernando y se pongan en marcha procesos de privatización de Petrobras. “Por ello la resistencia es la palabra de ahora de las grandes centrales de trabajadores, para defender la legalidad y los cambios sociales”.

Laura Bécquer sostuvo que para tener la dimensión de que se trata de un proceso bien organizado, solo hay que revisar cómo la mayoría de las revistas están diciendo que el Partido Democrático se sale de la coalición, y que lo que se prevé son recortes de programas como Mi casa es mi vida, la oferta de salario mínimo… y de otra serie de restricciones de lo que gobierno petista ha defendido.

Sobre los costos de esta crisis, argumentó que ha provocado una parálisis y el absurdo de que haya quien esté pidiendo la intervención militar, porque creen que se necesita de mano dura. “Lo más evidente es que a Dilma Roussef y al PT le están dando con todo desde que Lula anunció su posible candidatura de cara a 2018”.

MEDIO ORIENTE, ¿CENTRO DE UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL?

La parte final de la Mesa Redonda de este lunes viajó en su análisis hasta el Medio Oriente, para seguir el curso de lo acontecido en Siria, donde las fuerzas del Ejército acaban de tomar Palmira, una ciudad estratégica para el Estado Islámico y con un valor simbólico por lo que representa para la cultura universal.

La Doctora María Elena Álvarez añadió que este hecho favoreció igualmente al Gobierno para tener más fuerza en la mesa de diálogo, aunque llamó la atención sobre la realidad de que el Ejército Sirio siempre ha estado a la ofensiva cada vez que se han sentado a negociar, lo que han tratado de desconocerlo.

“Sin embargo, le están dando otro tratamiento porque esta victoria tiene que ver con la base del Estado Islámico y tiene un valor simbólico universal. Lo que hay que ver si ejercerá presión desde el punto de vista político”.

En su criterio, esto no se va a reconocer, porque siguen con el pretexto de que el Gobierno no respeta el cese al fuego, de que Rusia está apoyando y de que sigue Bashar Al-assad al frente del país.

Sobre la reciente visita del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, a Rusia, consideró que es algo importante, porque en las conversaciones al más alto nivel son los que guían el proceso, aunque tengan posturas comunes y divergentes.

Ambas potencias, argumentó, coinciden en que tiene que haber una salida política para el conflicto en Siria, para facilitar el acuerdo humanitario y el tratamiento a los presos políticos. Sin embargo, Rusia quiere mantener su postura como protagonista y garante, y Estados Unidos también ejerce la presión para ser el líder, y habla de que hay aspectos en los que no están de acuerdo, como la presencia de Bashar Al-assad y la necesidad de que haya una transición política y una nueva Constitución.

Insistió en que tanto EE.UU. como Rusia están buscando la salida política, sin embargo, en el aspecto discursivo, hay criterios disonantes. La analista reconoció, además, la inoperancia de la coalición antiterrorista en medio de este conflicto, y que esa oposición fue formada desde fuera.

Sobre si se está asistiendo a una minitercera guerra mundial, manifestó que es innegable el impacto que tiene la situación de inestabilidad en el contexto actual de globalización y que desde el punto de vista estructural el terrorismo se una a las migraciones a nivel global, pero que más bien esta ha sido una situación inédita que responde al diseño de una inestabilidad para desmontar la identidad de esta área, donde se concentra el mayor por ciento del petróleo mundial.

“Creo que aún no se llegue a una Tercera Guerra Mundial, aunque estamos hablando de un área muy peligrosa donde confluyen China, Israel, Rusia, Irán, Paquistán, Corea del Norte y la OTAN, y todos tienen el arma nuclear”.

En su opinión, estamos ante una crisis estructural que interconecta los problemas del área con el terrorismo, y que sirve como pretexto para acciones violentas. “Y me duelen tanto los muertos en Bélgica como en Paquistán, el problema está en que no se les da la misma importancia”.