La Argentina de Macri a un año de su llegada (+Video)

Por Oscar Figueredo Reinaldo y Manuel Alejandro Hernández, especial para la Mesa Redonda

A pocos días de cumplirse el primer año de la gestión de Mauricio Macri frente a Argentina, conversamos con Lidia  Fagale periodista argentina y secretaria general de la Unión de Trabajadores de  la Prensa en Buenos Aire  (Buenos Aires) sobre la situación política en ese país.

-El primer año de gestión del presidente Mauricio Macri cierra con 200 000 despidos, inflación de 45 % y una economía argentina en recesión. ¿Cumplió Macri sus promesas electorales? ¿Ese era el cambio esperado?

– Lo  que está sucediendo en Argentina y que se inaugura hace un año con el presidente Macri, es un proceso que se puede reconocer y observar en otros países. Hay un contexto internacional que ha favorecido la posibilidad de que dirigentes y sectores políticos que antes no tenían visibilidad o sostenían programas de carácter conservador obtuvieran el consenso de la ciudadanía para producir cambios que la economía de mi país requería  pero no en el sentido en que los estamos viviendo.

Existe un 45 % de (la) inflación, una discusión salarial que hoy está muy acotada y por debajo de las necesidades que requerimos los trabajadores para vivir.

Esto ocurre en   en un sinnúmero de actividades afectadas por un modelo económico  que  Argentina conoció, durante la presidencia de Carlos Menen, donde se aplicó la política neoliberal.

Estamos preocupados porque Macri incentiva la importación de productos y artículos o insumos que afectan la industria nacional, los cierres de muchas de ellas ya se han producido, además de las dramáticas consecuencias para quienes hoy pierden sus puestos de trabajo.  Esto ha llevado a que los márgenes de pobreza que ya existían hayan aumentado a un  30 %.

A lo que sumamos la preocupación  de los trabajadores por el avance de un  modelo de flexibilización laboral. A mayor desocupación, mayor disciplina social para aceptar trabajos precarios con salarios basura. Es un esquema conocido y neoliberal.

No hay que enojarse con quienes votaron a Macri. La gente buscó un cambio. Está claro que no deseaba este modelo de país que se impuso en un año.

Desde 2008 Argentina comienza a sentir la crisis económica internacional, tras casi siete años de estabilidad. Esto impulsa a sectores de la sociedad argentina a buscar alternativas.

En las democracias burguesas los discursos son mentirosos. No hay una democracia universal como nos quieren hacer creer. La misma Cuba ha demostrado que existen diferentes modelos de democracia. Lo que está claro que las democracias sujetas a dictaduras de carácter económico incididas por factores de carácter global, regional o local, son democracias condicionadas donde nadie elige nada.

La gente aspira a cambios, porque cuando se tiene beneficios se aspira a más. Los que son sociólogos tendrán mucha tarea para analizar cómo se construye  conciencia.

Lo que  no podemos hacer quienes creemos en la posibilidad de vivir en un mundo mejor es enojarnos con la sociedad que vota por una opción que sabemos  no es la que  va a beneficiar. A la mayoría. . Existe una dinámica en los partidos políticos que no tiene la capacidad de construir un proyecto más lejano, estratégico,  que el que se impone producto de   la coyuntura electoral. Tenemos que construir hoy para mirar mañana.

Nos falta mucho tiempo para encontrar una alternativa estratégica  para un cambio que uno pueda verificar en lo cotidiano.

-Marchas gremiales y sociales no han dado tregua tras aumentos de tarifas de gas, luz y agua de entre 200 % y 2 000 %, además de despidos de más de 200 000 empleados, según cifras oficiales.

–La clase trabajadora paga impuestos altísimos al  salario como si el salario  fuera una ganancia. . Tenemos una política fiscal regresiva. Los que más ganan menos tributan. Tenemos un modelo de salud con excelentes profesionales pero con una infraestructura vergonzosa. Tuvimos una de las mejores educaciones públicas, y hoy el gobierno incentiva la educación privada.

– ¿Qué ha pasado con la ley de medios?

-La Ley 25 522 que regula los servicios de Comunicación Audiovisual  fue el resultado de la lucha de muchos sectores sociales. Pero ninguna ley es efectiva si no existe una fuerza social capaz de sostenerla. Su aspecto estratégico era la aplicación del 33 % del tercer sector que son ONG,  medios alternativos,  radios y antenas  comunitarias. El gobierno actual introdujo modificaciones que allanan el camino a la concentración mediática.

-Los Gobiernos de la década kirchnerista impulsaron políticas que favorecieron la integración de los países latinoamericanos frente al sistema internacional. Sin embargo, la llegada a la Casa Rosada de Argentina del empresario Mauricio Macri dibujó un panorama de cambio pero no precisamente de corte progresista.

– Se ha modificado la política exterior. Se encaró mal el reclamo por la soberanía de Malvinas.

Tuvimos  una política exterior que aportó a una mejor  política de integración, que nace con el NO al ALCA,, se fortaleció  pronunciándose contra el golpe en Honduras, respetó la decisión del pueblo venezolano de elegir libremente su destino-  Ahora tenemos una política de desintegración que favorece las políticas neoliberales. En su reconfiguración Argentina está mirando al pasado.

– ¿Qué deparará entonces los próximos años?

– Las conductas humanas tienen mucho de imprevisibles. En el caso de Argentina tenemos esperanzas, no ilusiones, de que se puede procurar un futuro mejor, lo cual tiene que ver con una lógica de construcción que nos legó Fidel.

Cuba está en medio de un mundo donde desaparecen gobiernos y presidentes en menos de 24 horas. Sin embargo,  Cuba eligió un destino y lo mantuvo y lo mantiene, eso es fascinante. Ofrecí  en nombre de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires. humildes rosas rojas a quien merecía mucho más. Vi estudiantes y personas muy claras respecto a lo qué hacer a partir del fallecimiento de Fidel. Existe una  certeza férrea de que Cuba va a ser lo que quieran los cubanos. Eso es dignidad pura, que no se ve mucho, casi en ningún lado.

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