Cuba contra el bloqueo, y el mundo también

Por: Manuel Alejandro Hernández Barrio

Fotos: Roberto Garaicoa

Una contundente victoria política y diplomática obtuvo Cuba este primero de noviembre en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, cuando el mundo respaldó casi de manera unánime el rechazo al bloqueo comercial y financiero contra Cuba, con la sola excepción de Estados Unidos e Israel, el resto de la comunidad internacional rechazó las medidas agresivas del imperio del norte contra la nación caribeña.

Pero contundentes fueron también las palabras del canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla quien ofreció un discurso extraordinario en la sede de la Parlamento de esa organización internacional, en el que demostró las falacias de Estados Unidos al pretender llamar embargo a lo que es un bloqueo internacional contra nuestro país y contestó directamente las acusaciones y mentiras de la embajadora norteamericana ante la ONU, miembro del gabinete del actual mandatario Donald Trump.

El resultado de la votación fue de 191 a favor, dos en contra y cero abstenciones para aprobar el proyecto de Resolución A-72-L.2. Otra contundente victoria por vigesimosexta ocasión consecutiva.

La licenciada María del Carmen Herrera Caseiro, subdirectora de Asuntos Multilaterales y de Derecho Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, refirió que se trata de una contundente victoria del pueblo cubano, la cual tiene una significación muy particular en medio de un año en el que el mundo asiste al resurgimiento de la agresividad del gobierno de los Estados Unidos.

Mencionó que la comunidad internacional ha enviado una señal muy clara al gobierno de los Estados Unidos y a su presidente al no apoyar y rechazar el bloqueo contra Cuba, una acción violatoria de forma flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos del pueblo cubano. Se cuestionó con este apoyo el carácter extraterritorial de esta política. Varias delegaciones se refirieron a los efectos negativos del bloqueo en la cooperación solidaria y humanitaria que realiza Cuba con otros pueblos del mundo.

Comentó que este ha sido un resultado trascendental en medio de todas las presiones que puede haber hecho el gobierno de Estados Unidos para intentar lograr rechazo por parte de la comunidad internacional a la resolución contra Cuba. Se demostró que existe una toma de conciencia por parte de la comunidad internacional con respecto al bloqueo.

Recordó que la Resolución se acepta por primera vez en el año 1992 y desde entonces y hasta la fecha siempre se ha votado a su favor por una amplia mayoría de votos a favor. La Resolución nunca ha tenido más de cuatro votos en contra. En aquel año de 1992 solo 59 naciones votaron a favor del proyecto. Desde entonces comenzó el incremento de votos favorables. En el inicio los votos a favor no eran significativos, pero las abstenciones y las no participaciones eran mayores que los votos a favor. El aumento de los votos a favor llegó al pico logrado de 191 votos favorables al proyecto cubano en 2015 gracias al ambiente favorable logrado entre Estados Unidos y Cuba. En 2016 Estados Unidos decide votar en abstención y no hubo ningún voto en contra.

Valoró que el voto actual, además de ser un retroceso, es un voto antihistórico, antidemocrático, un voto que genera desprecio por parte de la comunidad internacional, menosprecia al propio pueblo norteamericano y a la comunidad cubana residente en Estados Unidos, pueblos que en su gran mayoría están a favor de la normalización de las relaciones entre ambas naciones.

Informó que al documento Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba se le incorporó un nuevo párrafo en el que se reconocen los avances que se produjeron durante los años de 2015 y 2016, los cuales contrastan por las medidas anunciadas por el nuevo gobierno de los Estados Unidos el 16 de junio de 2017 que van dirigidas a reforzar el bloqueo.

“Nicky Haley, la nueva Sheriff de Estados Unidos ante la ONU”

El licenciado Lázaro Barredo Medina, analista de temas internacionales, trajo a la Mesa un artículo del diario conservador y de derechas El Tiempo de Bogotá, el cual tiene como titular “Nicky Haley, la nueva Sheriff de Estados Unidos ante la ONU”. Del artículo cita que Haley es hija de inmigrantes indios, es la primera mujer no blanca que llega a la cúpula del gobierno de Donald Trump, siendo gobernadora de Carolina del Sur tuvo bastantes contradicciones con Trump quien la captó inmediatamente después de asumir el poder y la nombró en la ONU. A Nicky le dicen Sheriff porque según Lázaro Barredo, dicho en buen cubano, “es una mete pie”.

El periodista señaló que Nicky actúa en la ONU con arrogancia imperial, irrespetuosa con el pueblo cubano al apoyar la política de terrorismo de estado con una tranquilidad espantosa alegando que la Asamblea General de la ONU no tiene facultad para poner fin al bloqueo, en ella se hace todos los años un teatro político, no tiene nada que hacer en este tema, e inmediatamente que terminó sus palabras abandonó la sala.

Para Barredo Medina la política de terrorismo de estado ha sido permanente y constante en la acción política de los Estados Unidos.

En esta ocasión Estados Unidos se ha pronunciado en dos ocasiones y la oposición norteamericana fue presentada por segunda ocasión por la embajadora de ese país ante la ONU. Quizás lo notorio del hecho fue su huida para no escuchar al canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla o para no ver una tabla llena de puntos indicativos verdes en contra de sus palabras. Silencio en la sala después de sus palabras y ovaciones para el canciller cubano, ese fue el escenario de la Asamblea General de la ONU.

La licenciada Bárbara Betancourt Abreu, analista de temas internacionales, resaltó que pocas veces es interrumpido un discurso por aplausos como fue el del canciller cubano y es menos común escuchar los gritos de ¡Cuba sí, Yanqui No! que acompañaron la despedida del estrado del ministro de relaciones exteriores cubanos.

Para la periodista Bárbara Betancourt, la funcionaria Nicky Haley se comportó de modo arrogante al decirle a la humanidad que estaban en aquella sala perdiendo el tiempo, por su alegato de que Cuba es el malo, Estados Unidos el inteligente y el resto de la comunidad internacional es la parte tonta del asunto.

Comentó que el discurso de la ex gobernadora parece copiado de un archivo de los primeros que se hacían en la OEA en los años sesenta. El margen de error en esta votación lo puso Estados Unidos al quedarse fuera del mundo por el auto aislamiento que se está construyendo de manera general en varios escenarios.

Países del mundo hacen público su rechazo en todas partes

La subdirectora de Asuntos Multilaterales y de Derecho Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, María del Carmen Herrera Caseiro, añadió que en los últimos años ha tenido que habilitarse dos sesiones de trabajo de la Asamblea General por la cantidad de países que desean hacer público su rechazo al bloqueo.

Explicó que inicialmente siempre hablan los grupos regionales, entre ellos el MNOAL con unos 120 miembros, los 77 + China ya suman más de 100 miembros, la CELAC está constituida por 36 miembros y, sin embargo, hay países que aun representados por esas intervenciones, hablan en capacidad nacional.

Adicionó que este año más de 45 jefes de delegaciones hicieron referencias a Cuba y la mayoría de ellos exigieron de modo explícito el cese del bloqueo contra Cuba. Algo que se repite en foros regionales.

El analista de temas internacionales Lázaro Barredo Medina, recordó que el excandidato presidencial venezolano José Vicente Rangel denunció en 1992 en el diario Universal de Caracas las maniobras que el departamento de estado de Estados Unidos estaba haciendo con sus embajadores ofreciendo una serie de puntos que hoy se repiten: esperamos que ustedes examinen cuidadosamente sus relaciones económicas con Cuba, que comprendan que ayudando al régimen se dilatan los cambios necesarios en ese país y se apoyaría un sistema económico ineficiente y que el embargo económico está diseñado para privar a Cuba de divisas libremente convertibles que utilizaría en desarrollar actividades incompatibles con nuestros intereses.

En fotos la Mesa Redonda