¿Quién promueve la violencia en Nicaragua? (+ Video)

Por Aniel Santiesteban García    

Fotos de Roberto Garaicoa           

Emisión: 25/06/2018

Se cumplen dos meses del inicio de las protestas en Nicaragua, la violencia continúa. La ola de desacato opositora ha registrado al menos 178 muertos y más de 1.000 heridos. Los nicaragüenses siguen saliendo a las calles para pedir el fin de la violencia y una nueva etapa en el país: es la situación en el país centroamericano, tema central del debate en el espacio de la Mesa Redonda.

Además, la emisión de lunes analizó con la participación de importantes especialistas, la situación de las migraciones, sobre todo, hacia Estados Unidos y Europa, contexto que preocupa hoy a todo el mundo.

Tristemente, la de Nicaragua es una situación que atenta contra la tranquilidad del continente latinoamericano. Al respecto, la periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana Bárbara Betancourt Abreu dijo que “el supuesto papel mediador de la Iglesia ha influido en una creciente ola de protestas y manifestaciones populares”.

Destacó que existe una gran preocupación por lo que se ha perdido, por los empleos, la economía, y sigue achacándose la situación al gobierno de Ortega, cuando realmente no recae en él.

Betancourt Abreu añadió que en cuanto al diálogo, varias han sido las demostraciones e intentos, por ejemplo, “diputados y periodistas nicaragüenses abogaron por el restablecimiento del diálogo nacional, al considerarlo vital para superar la crisis sociopolítica en el país”.

“Las familias están metidas en sus casas con una angustia muy grande, y los sectores mediáticos que manejan esto desde un interés político pretenden lanzar a Nicaragua a una guerra que ya vive, aunque restan alternativas para salir adelante”.

El presidente Daniel Ortega ha buscado nuevos actores que ayuden a la salida del diálogo, a una solución negociada y pacífica.

“La posición de la OEA ha sido mantener una solución democrática sin golpes de Estado, y aquí la oposición ha estado obcecada en un golpe de Estado, era de esperar”, señaló la analista.

“Es necesario hoy un llamado de toda América Latina a que los nicaragüenses acuerden el fin de su situación en la mesa del diálogo, para resolver las diferencias y problemas entre todos los factores involucrados”, dijo.

“No se trata de una condena para nadie, señaló Marina Menéndez Quintero, Periodista de Juventud Rebelde, sino un llamado al cese de la violencia venga de donde venga y al diálogo, a discutir todos los temas a través de la vía pacífica”.

También de la Iglesia habló Menéndez: “La Conferencia Episcopal de Nicaragua, mediadora y testigo del proceso, decidió de manera unilateral congelar las conversaciones por actos de violencia, de los cuáles responsabiliza a partidarios del gobierno, a pesar de que el Ejecutivo rechazó esas acusaciones”.

“El presidente Daniel Ortega, se reunió con obispos de la Conferencia Episcopal para valorar la conveniencia de llevar adelante el diálogo nacional, a fin de superar la crisis sociopolítica que vive el país”.

“La reunión fue solicitada por la jerarquía católica.

Después de escuchar a diversos sectores de la sociedad nacional e internacional se solicitó al presidente una audiencia para tratar temas indispensables e imprescindibles para el país, de la justicia y la democracia, de los que depende siempre la paz”.

Por último, señaló que “la Conferencia Episcopal -mediadora y testigo del proceso- había decidido congelar las conversaciones por falta de consenso y ante los acontecimientos violentos en el país, de los cuáles responsabilizó a partidarios del gobierno, pese a que el Ejecutivo rechazó de manera reiterada esas acusaciones”.

Lo cierto es, añadió la periodista, que Ortega y su gobierno sí está de acuerdo con el diálogo, y espera junto, al resto de su gabinete, que la situación que hoy convierte en tensa la América cese.

Por otro lado, los análisis de la emisión Comenzando la semana, dirigió su debate hacia otro tema cardinal de la situación global actual.

Alrededor de 15 mil 290 indocumentados llegaron por mar a Europa durante el primer trimestre de este año y 517 fallecieron en el intento, según señalan informes divulgados.

La profesora María Elena Álvarez Acosta refirió que la cifra de personas que arribó al Viejo Continente en este período es casi la mitad de la registrada en 2017 (31 mil 60) y mucho menor que la de 2016 (172 mil 90).

Otros datos señalan que este año, el 44 por ciento de los viajeros logró llegar a Italia, el 33 a Grecia, el 23 a España y menos del uno por ciento a Chipre; la mayoría de ellos provienen de países como Eritrea, Túnez, Nigeria, Pakistán, Libia, Senegal, Mali y Argelia, entre otros.

“De acuerdo con la OIM, dijo Álvarez Acosta, hasta el momento fallecieron 217 migrantes menos que en 2017, pero la cantidad de muertes continúa siendo preocupante”.

“Es difícil predecir lo que ocurrirá en 2018, por la complejidad de la crisis”, dijo Elsa Claro Madruga, periodista y analista de temas internacionales.

“La disminución del número de refugiados acogidos por los Estados miembros de la Unión Europea (UE) está relacionada con la firma de un acuerdo con Turquía para reducir el flujo migratorio”, añadió a sus precisiones.

La doctora Álvarez destacó que desde la aplicación del polémico pacto, el cual dispone la devolución inmediata y arbitraria de todos los viajeros irregulares que lleguen a las islas griegas, los extranjeros deben tomar rutas más largas y peligrosas.

A esto, Claro Madruga añadió: “Ante la ausencia de mecanismos efectivos de traslado u otorgamiento de asilo, miles de ellos permanecen en instalaciones con condiciones precarias, sin la atención médica, la alimentación, la seguridad y representación legal necesarias”.

Ambas analistas coincidieron en que la UE debe ser más solidaria y asegurar protección y asistencia a aquellos que llegan a este continente. Es importante acelerar los procesos de reubicación, la reunificación familiar y la aplicación de medidas humanitarias.