Por: Javiel Hernández
Foto: Roberto Garaicoa
Emisión: 16/10/2018
La implementación de la Tarea Vida (plan estatal para la reducción de los efectos del cambio climático y el cuidado medioambiental) y su puesta en marcha dentro del sector de la construcción y en la capital del país fueron los temas que centraron el análisis de directivos del Ministerio de la Construcción (MICONS) y del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en la Mesa Redonda de este martes.
Antes de adentrarse en el tema en cuestión, la Mesa Redonda inició con la habitual Noticia del día, relacionada esta vez con el fracaso del atrevido show norteamericano en Naciones Unidas cuando representantes estadounidenses ante la ONU pretendieron desacreditar a Cuba en materia de derechos humanos en una reunión convocada al efecto a las puertas de una nueva victoria contra el bloqueo que tendrá lugar el próximo 31 de octubre en la ONU.
Sobre la Tarea Vida, el Máster en Ciencias Miguel Lorenzo Hernández, Coordinador Nacional de los Estudios de Peligros de Origen Sanitarios del Grupo de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo de la Agencia de Medio Ambiente y del Instituto de Ciencias del Mar, dijo que su concepción e implementación han sido posibles gracias a las investigaciones que se han realizado en el país durante muchos años.
Explicó que desde el año 2005 se comenzaron a trabajar los estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo en consonancia con la Directiva número 1 del Vicepresidente del Consejo de Defensa Nacional la cual fue modificada y firmada por el Presidente del Consejo de Defensa Nacional en el 2010.
De acuerdo con el directivo, esta directiva designa al CITMA para la coordinación de los estudios y este a su vez coordina la investigación de todos los peligros y vulnerabilidades de riesgos y desastres que pueden afectar al territorio nacional como los de origen natural (hidrometeorológicos, de origen geológico, de origen sanitario y de origen tecnológico)
Lorenzo Hernández sostuvo que la directiva ha ido perfeccionándose y se pasó de los planes contra catástrofes a los planes de reducción de riesgos de desastres donde los elementos de vulnerabilidad cobran gran importancia porque al disminuir estos el riego disminuye también.
Agregó que en todo el país ya se realizaron y se discutieron con muy buenos resultados los estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo para los fenómenos hidrometeorológicos (fuertes vientos, intensas lluvias, inundaciones, tormentas locales severas, penetraciones costeras) lo que facilita una base para la formulación de algunas teorías para disminuir las vulnerabilidades sobre todo en las zonas costeras.
El investigador explicó que los estudios han permitido valorar el nivel medio del mar para los años 2050 y 2100 como resultado de un macro proyecto iniciado en el año 2007 y fortalecido con el potencial científico de varios institutos de investigación y universidades del país que apuestan también por los estudios sociales en la toma de decisiones dentro de este proceso.
Dijo que como parte de la Tarea Vida también avanzan otros estudios relacionados con la salud animal, vegetal y humana y valoró que la función fundamental de estas investigaciones es el ordenamiento territorial y que las mismas están disponibles en los Centros de Gestión de Riesgos y Centros de Entrenamiento Ambiental en manos de los gobiernos para la ubicación de instalaciones, el ordenamiento territorial y proyectos relacionados con la agricultura, con la salud y el medio ambiente para de esta forma no construir nuevas vulnerabilidades.
El Máster en Ciencias dijo que los estudios están en consonancia con los principales problemas medioambientales identificados en el país: degradación de los suelos, disposición de los desechos líquidos y sólidos.
Dijo que a nivel territorial estos estudios deben actualizarse para constantemente disminuir las vulnerabilidades y el riesgo y aumentamos la capacidad de resistir y adaptarnos más fácil a las condiciones luego de un desastre.
Ejemplificó que se han implementado proyectos de este tipo en Santiago de Cuba, en Bayamo y en La Habana y hay varios planes enfocados a las comunidades costeras, todos con ciencia, conciencia e inteligencia.
Acerca de la implementación de la Tarea Vida por parte del Ministerio de la Construcción (MICONS), el Máster en Ciencias Antonio Medina Morante, Director General de Desarrollo Estratégico de este organismo sostuvo que los puntos de la Tarea Vida están en consonancia con el plan de desarrollo estratégico del MICONS hasta el año 2030 y que la principal tarea en este sentido ha sido la adaptación de edificaciones constructivas para las zonas bajas.
Especificó que entre los objetivos implementados por el MICONS a partir de la Tarea Vida están la revisión de las normas constructivas atendiendo a las características actuales de los fenómenos naturales, la reubicación de las viviendas y las instituciones dentro de las zonas priorizadas costeras; en este sentido ya se han realizado acciones en varias zonas de Villa Clara y en el caso de las provincias se ha hecho el levantamiento en todo el país.
Relacionado con la implementación de la Tarea Vida en La Habana, la Máster en Ciencias Yesenia Ibañez Carbonell, Jefa de la Unidad de Medio Ambiente de la Delegación del CITMA en la capital del país, dijo que además de las áreas priorizadas a nivel nacional, La Habana tiene la cuenca Almendares-Vento que suministra el 36% del volumen de agua que consume la capital y un área del litoral norte desde La Puntilla hasta la marina Hemingway por ser un frente muy sensible a las penetraciones del mar.
Dijo que otras áreas priorizadas son el malecón desde La Punta hasta La Chorrera, Cojímar y las playas urbanizadas de Santa Fe y Marianao, así como la Bahía de La Habana cuyas funciones fundamentales son la protección para el desarrollo turístico y la protección de la planta tributaria.
Ibañez Carbonell argumentó que para dar cumplimiento a la Tarea Vida en la capital se constituyó un grupo presidido por el Consejo de la Administración Provincial y con asesoría de la Delegación del CITMA de La Habana; explicó que además participa el Grupo Estatal para la Protección de la Bahía de La Habana, una fortaleza que tiene la capital.
Sobre las playas, la representante del CITMA explicó que actualmente existen 12 km de playas arenosas en La Habana y han sido rehabilitadas varias áreas y que se está trabajando en los tramos de El Mégano y Guanabo, afectado este último después del paso del huracán Irma.
La directiva del CITMA concluyó que en el área del malecón habanero se buscan soluciones para intervenir todo el litoral, aunque ya se trabaja en algunos tramos al igual que en el saneamiento de la bahía donde se planifica la construcción de dos plantas de residuales y se han realizado siembras de manglar y trabajos encaminados a elevar la percepción de la población. Agregó que en la cuenca Almendares-Vento se limitan las construcciones para no afectarla y que del total de las 146 acciones que están concebidas en la provincia como parte de la Tarea Vida el 92% son de ejecución a corto plazo, lo que debe redundar en obtener buenos resultados en este sentido a mediano plazo.
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