El decisivo papel desempeñado por los Servicios Médicos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y sus instituciones, en medio de la situación epidemiológica en Cuba generada por la COVID-19, fue el tema analizado este miércoles en el espacio televisivo Mesa Redonda.
En los centros hospitalarios de las FAR del país designados, hasta el momento se ha tratado el 64,6% del total de pacientes confirmados con la enfermedad en la isla, informó el general de brigada Francisco Martínez Quintela, jefe de la Dirección de Servicios Médicos de las FAR.
Al inicio de su intervención en el espacio radiotelevisivo, recordó que los servicios médicos de las FAR “son continuadores de las tradiciones de lucha del pueblo cubano, desde las guerras de independencia contra el colonialismo español, hasta las batallas que conllevaron al triunfo revolucionario del 1ro de Enero de 1959.
Rememoró la figura del Che, médico del primer destacamento guerrillero y expedicionario del yate Granma, y dijo que a partir de la conformación de las diferentes columnas y frentes, se fueron estructurando y creando los hospitales de campaña y las unidades quirúrgicas.
“Algunos de ellos contaban con servicios estomatológicos y tenían la particularidad de que con pocos recursos atendían tanto a los enfermos como a los heridos del naciente Ejército Rebelde (ER), así como a la población rural de los lugares y zonas de operaciones de las columnas y frentes guerrilleros”, destacó.
Apuntó que se trataba de una población totalmente desprovista de asistencia sanitaria, situación que fuera denunciada por Fidel en La Historia me Absolverá. En su recuento, el General de Brigada mencionó que, incluso, en esas primeras unidades asistenciales también se atendieron heridos y enfermos de la tiranía de Fulgencio Batista, “muestra la sensibilidad de los médicos combatientes del ER”.
Sin embargo, dijo, “la máxima expresión de esta organización la constituyó el Departamento de Sanidad del II Frente Oriental Frank País, comandado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, y que dirigió el hoy Segundo Secretario del PCC, José Ramón Machado Ventura”.
¿Cómo están estructurados los Servicios Médicos de las FAR?
Como parte integrante del sistema de salud, los servicios médicos de las FAR, están estructurados en dos niveles asistenciales: Uno primario de atención, que incluye un grupo de unidades médicas, fundamentalmente en las instituciones docentes de nivel superior de las FAR, en las escuelas militares “Camilo Cienfuegos” y en el resto de las unidades militares de ese organismo. Por otra parte, existe un nivel secundario o especializado de atención, constituido por los hospitales militares.
“De acuerdo con la clasificación establecida por el Ministerio de Salud Pública (Minsap), estos son hospitales clínico-quirúrgicos, excepto el Dr. Luis Díaz Soto, conocido como el Naval, que es un hospital general”, especificó.
Martínez Quintela explicó que dichos hospitales están conformados por servicios asistenciales, con el equipamiento médico requerido, y cuentan con el personal médico, de enfermería, técnicos y personal de aseguramiento, con un elevado nivel de calificación.
Resaltó que el 80% de los pacientes atendidos en estas instituciones hospitalarias “es población civil, regionalizada, la cual tenemos conveniada con el Minsap, y que disfrutan de todos los servicios asistenciales que disponen estas instalaciones”.
Cuba cuenta con siete hospitales militares:
- 2 en La Habana: El Carlos J. Finlay (en el oeste) y el Dr. Luis Díaz Soto (al este)
- 1 en Matanzas: Dr. Mario Muñoz Monroy
- 1 en Villa Clara: Dr. Manuel Fajardo Rivero
- 1 en Camaguey: Dr. Octavio de la Concepción y de la Pedraja
- 1 en Holguín: Dr. Fermín Valdés Domínguez
- 1 en Santiago de Cuba: Dr. Joaquín Castillo Duany
“Esta interrelación entre el pueblo y las FAR, que se ha mantenido hasta hoy, es una fortaleza para nosotros”, dijo.
De igual manera, destacó el papel del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, así como su pensamiento en estos días de arduo trabajo. “Cada una de las ideas del Comandante en Jefe están presentes: si se habla de médicos de la familia, del desarrollo de los centros investigación del país, del despunte de la industria biotecnológica, de la colaboración internacional. Su presencia constante en estos días ha sido decisiva”.
Los hospitales militares han atendido a 1 347 pacientes positivos a la COVID-19
Como los organismos de la Administración Central del Estado, las FAR elaboró desde el mes de enero su plan de acción para el enfrentamiento a la epidemia, “cuando se inició la capacitación, de conjunto con el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí y los especialistas del sistema nacional de salud”
El General de Brigada aseguró que ese plan fue puntualizado a partir de la decisión del General de Ejército Raúl Castro, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, de que seis de los siete hospitales militares estuvieran designados para la atención a pacientes con la COVID-19. También se incluyeron dos puestos médicos de salud territoriales: el de la región militar de Pinar del Río, y el de Guantánamo.
“Además, somos miembros del grupo nacional de trabajo dirigido por el Presidente de la República y Primer Ministro, que en sus reuniones diarias analizan la situación nacional e internacional relacionada con el nuevo coronavirus”.
Martínez Quintela informó que en los hospitales militares se habilitaron 1 240 camas, de ellas 110 destinadas a la atención al paciente crítico y grave.
Aclaró que de manera previa se llevó a cabo un intenso proceso de capacitación hasta que se iniciaron los trabajos, el 13 de marzo, en el hospital militar de Villa Clara, donde se recepcionaron los primeros casos sospechosos y positivos a la COVID-19; posteriormente, fueron incorporándose al resto de las instituciones, hasta la actualidad.
El jefe de la Dirección de Servicios Médicos de las FAR precisó que, hasta la fecha, se ha hospitalizado 6 863 pacientes: 6 058 adultos y 806 niños. De estos, 1 347 han estado confirmados a la enfermedad, lo que representa el 64,6% del total de casos positivos reportados del país.
Se han atendido 197 extranjeros, 21 de ellos positivos.
Añadió que se han realizado 14 intervenciones quirúrgicas, cinco partos (cuatro por cesárea) y 153 hemodiálisis a pacientes positivos a la COVID-19.
Se igual manera, apuntó que ese sistema ha participado en 14 ensayos clínicos, mientras que 200 colaboradores de los servicios médicos de las FAR se encuentran en nueve países, integrando las brigadas Henry Reeve.
Martínez Quintela se refirió al apoyo recibido por la jefatura de las FAR, así como por la de logística central del MINFAR, “muy importante y meritorio”. “Tampoco son nuevas las relaciones de trabajo con el sistema nacional de salud, en especial con el Minsap y las direcciones municipales y provinciales, algo decisivo para el enfrentamiento a esta epidemia”.
Universidad de Ciencias Médicas de las FAR, clave en la preparación
Acerca de la Universidad de Ciencias Médicas de las FAR, Orden “Carlos J. Finlay”, se refirió la teniente coronel Yordana Maqueira Moreno, rectora de esa casa de altos estudios que tiene la misión de formar oficiales de perfil médico, estomatólogos generales básicos de nivel superior, enfermeros y tecnólogos de la salud.
Como explicó la rectora, ese centro surgió el 7 de octubre de 1981, momento en el que fue creado el Instituto Superior de Medicina Militar; en septiembre de 1982, se inicia el primer curso para la formación de oficiales médicos de las FAR, integrado por 55 cadetes, quienes tuvieron la experiencia de pasar su internado en Angola, lo que influyó en su trabajo posterior en las unidades militares.
“Hasta el momento, se han graduado en esa prestigiosa institución docente 1 800 profesionales en diferentes especialidades, quienes han prestado sus servicios no sólo en las instituciones de las FAR en todos sus niveles, sino en aquellas unidades del Minsap, y que formaron parte de diferentes misiones internacionalistas y de la brigada Henry Reeve”.
Como subrayó Maqueira Moreno, debido a los aportes científicos del claustro de profesores de la universidad, así como de los cadetes y estudiantes de enfermería y tecnologías de la salud, se le otorgó la Orden “Carlos J. Finlay” el 18 de octubre de 2017.
La rectora se refirió a los valores humanistas y de sensibilidad que caracterizan al personal de la salud cubano, y dijo que la Universidad de Ciencias Médicas de las FAR es ejemplo fehaciente en estos momentos.
Comentó que desde que se iniciaron las acciones para el combate a la actual pandemia, se les dio la tarea de la preparación al personal de las FAR.
“Logramos garantizar la preparación de 6 386 profesionales; de ellos, 1 626 médicos y estomatólogos, 1 241 enfermeros, 766 técnicos de las salud, 1 273 estudiantes (140 sanitarios) y 1 340 soldados y trabajadores civiles de la defensa”, puntualizó.
Especificó que con la brigada de medios audiovisuales de la universidad, se realizaron varios materiales didácticos con información sobre la enfermedad, sus vías de transmisión y las medidas higiénicos sanitarias, materiales que fueron enviados a todas las unidades de las FAR.
Futuros médicos de las FAR, también en la línea delantera
Maqueira Moreno añadió que desde el 1ro de abril se conformó la primera brigada estudiantil “Ernesto Che Guevara”, integrada por oficiales y cadetes el carrera de Medicina Militar que acudieron a brindar sus servicios en el hospital Naval, fundamentalmente como asistentes a pacientes, y en otras tareas que hicieron falta, incluso en la zona roja.
A partir de este momento, señaló, más de 600 oficiales, cadetes, estudiantes y tecnólogos de la salud de la universidad han participado en el combate directo contra la COVID-19 en dicha institución y en el resto de los hospitales del país, en la atención directa a las personas.
La teniente coronel destacó la actitud de todos los jóvenes que, de manera voluntaria, estuvieron dispuestos a cumplir cualquier misión encomendada, y quienes a pesar de su inexperiencia y corta edad, mantuvieron siempre la disciplina, la abnegación y la responsabilidad para asumir las tareas.
“La profesionalidad demostrada en su actuar ha sido reconocida por los pacientes, médicos y personal de estos hospitales”, sostuvo.
Hospital Militar Central “Luis Díaz Soto”: Más de cinco décadas de trabajo para el pueblo
Una de las instituciones de salud con una participación protagónica en el combate contra la COVID-19 ha sido el Hospital Militar Central “Luis Díaz Soto”. Su director general, el Coronel Julio Andrés Pérez Salido, ofreció detalles sobre los aportes de esta institución médica, mejor conocida como El Naval, en el tratamiento a pacientes contagiados con el nuevo coronavirus.
En los minutos iniciales de su intervención, Pérez Salido hizo referencia a la historia y misiones de esta entidad fundada por el General de Ejército Raúl Castro en su condición de Ministro de las FAR, y que en 2022 arribará a sus seis décadas de creada.
Concebido como un hospital general, su misión siempre ha sido la atención a los militares y a la población de la región, aseveró, y destacó la amplia labor docente llevada a cabo allí.
“En los años ochenta, comienza en este hospital la Escuela de Medicina Militar, cariñosamente llamada por nosotros la Escuela de Cadetes, y en 1982 como Instituto Superior de Medicina Militar se dedica a la formación de cadetes, así como de enfermeras y médicos civiles”, recordó.
Entre sus principales misiones, rememoró que en los años ochenta fue un centro principal de evacuados de Angola, internacionalistas que arribaban al país con infecciones como paludismo, y que luego, en 1988, fue creado en la institución un centro de urgencias similar al del hospital Carlos Juan Finlay, con un área de urgencia al perfil clínico, pediátrico o ginecobstétrico.
“En sentido general fue un hospital que tuvo protagonismo en las acciones de salud en Cuba”, aseveró Pérez Salido.
Entre las huellas que han marcado la historia del Naval, hizo alusión a la atención del sargento Rolando Pérez Quintosa, víctima del crimen de Tarará, y a la visita del Comandante en Jefe Fidel Castro, quien siguió detalle a detalle su evolución hasta su fallecimiento.
De acuerdo con Pérez Salido, esta institución médica cuenta con cuatro servicios básicos: cirugía, medicina, pediatría y ginecobstetricia, así como con otras especialidades curativas y rehabilitadoras. Tiene un diseño de 510 camas distribuidas en sus diferentes unidades asistenciales.
Se trata de una institución médica que siempre ha atendido a población civil. Incluso, los ingresos podemos decir que en un 80% son de población civil, no solo del municipio la Habana del Este, sino de diversos municipios de la capital y provincias. Nosotros no le cerramos las puertas a nadie.
El Naval frente a la COVID-19, una misión desafiante y única en la historia
Como la misión más desafiante, y única en la historia del Hospital Naval, definió el Coronel Pérez Salido la misión de esta institución médica en el enfrentamiento a la COVID-19.
“Una vez que recibimos la misión se establecieron dos etapas fundamentales: La preparación del hospital para el aislamiento y tratamiento de contactos y sospechosos a la COVID-19. Hablamos de dividir el hospital en dos, y preparar 120 camas para una primera etapa, y dejar la otra parte para ir evacuando a los pacientes que quedaban. Se hizo un cuerpo de guardia aparte del normal, y una terapia intensiva”.
Pérez Salido destacó que para enfrentar la tarea se hizo indispensable la integración con todo el territorio, y reconoció el importante papel de sectores como Comunales en la recogida de residuales sólidos biológicos, entre otros.
“Hicimos una convocatoria al cuerpo de oficiales, trabajadores civiles de la defensa y soldados. Más del 80% dio un sí rotundo, y la mayoría son jóvenes, médicos, enfermeros, cadetes, asistentes y tecnólogos, que en estos momentos están cumpliendo la tarea, con alto poder de decisión y preparación”.
El director general del Naval reconoció el amplio número de jóvenes con hijos que dio el paso al frente, y agradeció a las familias que se quedaron cuidando la retaguardia de quienes entraron al hospital a enfrentar la COVID-19.
No duró ocho días de la primera etapa para pasar a hospital completo. 410 camas tenía que preparar el hospital para asimilar la cantidad de sospechosos que estaban entrando, relató el Coronel Pérez Salido, en referencia a la segunda etapa de enfrentamiento a la COVID-19 en esta institución médica.
“Fue una situación compleja. La entrada al hospital se producía en horas de la noche. A esa hora había que empezar los ingresos, identificación y clasificación de pacientes. En esa fecha eran todos sospechosos, contactos, pero eso comenzó a cambiar con el curso de los días”, comentó.
Una brigada formada por 390 efectivos, entre enfermeras, oficiales y la integración de otros sectores, lideró el combate a la COVID-19 desde este centro, según explicó el director general del Hospital Naval.
Entre algunos datos destacados, precisó que hasta la fecha, el hospital ingresó 2 893 pacientes; realizó 5 184 muestras de PCR, de las cuales 650 resultaron positivas, y se han dado 549 altas médicas.
Como otra estadística importante, añadió que la terapia intensiva salvó a 11 pacientes, de 16 que fueron intubados.
“Es un mérito del colectivo de oficiales haber logrado esto. Los pacientes críticos que se salvaron muchos pasaron a grave, pero de cuidados mínimos (donde estaban la mayoría de los pacientes), no pasaron a cuidados, y los de cuidados -gracias a la intervención, los protocolos, y el sistema-, no pasaron a graves, como tampoco los graves pasaron a críticos”.
Pérez Salido reconoció que la disciplina y la preparación fueron fundamentales para lograr resultados como los alcanzados hasta el momento, pero valoró en especial el papel de proyectos científicos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) como el Esperanza, el CIGB-2020 y el CIGB-258.
En relación con este último péptido, destacó su impacto especial en el tratamiento de pacientes graves y críticos, el cual repercutió en el logro de una mejoría indiscutible de los mismos.
“Sin dudas esta ha sido la misión más desafiante, única en la historia y con una amplia experiencia que hemos tenido. Ahora sí estamos listos”, concluyó.
Colaboración para el desarrollo de productos biotecnológicos y farmacéuticos
El péptido CIGB- 258 ha sido uno de los responsables de los resultados de Cuba frente a la COVID-19. Los resultados de la ciencia cubana llevan también en alto el nombre de las instituciones médicas militares, las que han hecho significativos aportes al desarrollo de medicamentos y productos de la industria biotecnológica y farmacéutica cubana
La Doctora Verena Muzio González, directora de Investigaciones Clínicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), explicó el notable impacto de la colaboración sostenida durante años entre su institución y los Servicios Médicos de las Fuerzas Armadas.
“En el caso del CIGB, hemos participado de conjunto con instituciones médicas de las FAR en el desarrollo de varios productos que forman parte del tratamiento rutinario de nuestro país”.
Enumeró ejemplos como los estudios iniciales sobre el Factor de Crecimiento Epidérmico, así como de la Heberkinasa, producto que hace 25 años está en el sistema de salud para el infarto del miocardio.
Muzio recordó además que no es la primera vez que en condiciones de epidemia el CIGB trabaja de conjunto con el hospital Naval, ya que en el año 1993, cuando la neuropatía epidémica, se realizaron investigaciones en esa institución.
En referencia a la pandemia de COVID-19, la doctora Verena Muzio reconoció el rol protagónico del hospital Naval en el desarrollo de las investigaciones del CIGB.
“Trabajar con instituciones militares tiene un valor agregado en las investigaciones, por la disciplina y el nivel de preparación, lo que contribuye a los resultados en la investigación”, aseguró Muzio.
Entre las investigaciones realizadas, mencionó la evaluación del candidato vacunal CIGB- 2020, y el estudio Esperanza, un ensayo clínico que se encuentra en estado de ejecución en 134 pacientes, que evalúa al Heberferon frente a la COVID-19.
“En resultados preliminares hemos encontrado que es posible detener un 80 por ciento de negativización de la carga viral en solo 4 dias, lo cual es relevante, consideró Muzio
Por otra parte, destacó los resultados alentadores del CIGB-258, el cual ha sido incluido en el protocolo de actuación ante pacientes graves y críticos de COVID-19 por la Comisión Nacional. “Desde el mes de abril tenemos 58 pacientes tratados en condiciones de grave y crítico en distintas instituciones médicas, y la sobrevida es del 84 por ciento”.
En los minutos finales del espacio televisivo, el General de Brigada Francisco Martínez Quintela, jefe de la Dirección de Servicios Médicos de las FAR, reconoció el trabajo de médicos, enfermeras, personal de aseguramiento, mantenimiento y protección de estas instalaciones, quienes han dado lo mejor de sí frente a la pandemia de COVID-19.
En nombre de los Servicios Médicos de las FAR, dedicó estos resultados al General de Ejército Raúl Castro Ruz, a quien consideró el principal artífice de tales logros.