Ministro de Educación Superior: El curso ha sido un reto extraordinario
Al comenzar su intervención en la Mesa Redonda, el ministro de Educación Superior recordó que hace aproximadamente un año desde que se tomó la decisión de suspender las actividades de esa enseñanza en el país.
“En aquel momento, no imaginábamos cuál iba a ser la trayectoria de estos casi 12 meses de COVID-19. Lo que pudimos ir diseñando, en la medida en que iba avanzando el tiempo, fue prácticamente una batalla frente a los momentos y escenarios que nos iba planteando la pandemia”.
Se comenzó pensando en tres procesos esenciales: cómo concluir el curso 2019-2020 y, dentro de eso, cómo realizar los procesos de culminación de estudios y el proceso de ingreso a la educación superior. “Este proceso se realiza en un estadio de igualdad y justicia para todos, sobre todo a los mejores por los resultados en el acceso a las carreras de la educación superior.
“Para nosotros ha sido un reto extraordinario y estamos conscientes de que para los jóvenes ha sido también un reto enfrentar esta situación, en un estado, pudiéramos decir, de ansiedad, porque la universidad para ellos es muy importante y significativa: el trabajo en colectivo, la vida de la universidad, las relaciones con los profesores y el deseo de graduarse, trabajar y servir al país”, comentó Saborido Loidi.
Esto −continuó− “nos llevó a ir tomando decisiones en la medida en que iba avanzando el escenario. No pensábamos, por ejemplo, que íbamos a tener en enero y febrero la situación actual con la epidemia, y siempre dijimos ‘todavía con el mes de enero de reserva, vamos a iniciar a principios de febrero el nuevo curso’, que le llamamos en la nueva modelación curso 2021, haciendo coincidir el año natural con el año académico.
“Además, nosotros todavía mantenemos sin lugar a dudas esa propuesta de trabajo y así lo venimos desarrollando. Logramos terminar el curso, aplicando varias variantes, donde se mantenía un alto grado de presencialidad y no presencialidad, con el uso de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones”.
Sobre este punto, consideró que los retos planteados por la pandemia “nos han forzado a replantearnos cómo acelerar el proceso de virtualización, el proceso de desarrollo de la informatización en la formación y el posgrado en nuestro sistema. Logramos prácticamente concluir el curso en la fecha que teníamos prevista”.
En la Educación Superior se venía trabajando en el proceso de informatización
Precisó que todavía quedan pequeñas deudas, por ejemplo, en la UCI, de exámenes especiales, estudiantes que tienen pendientes todavía, pero que deben salir en estos días.
“La UCI, donde estudian jóvenes de todo el país, se ha convertido en un centro de aislamiento con alrededor de 1 400 pacientes, además de trabajadores de la salud, personal de apoyo nuestro también, un grupo importantísimo que lo convierte en un colectivo de 2 000 personas en ese centro. Se mantienen los conceptos por los que debimos suspender la actividad, porque el de educación superior es un sistema de alto riesgo, de alta concentración, de elevada movilidad”.
A ello se añade contar con un claustro, en general de personas, de más de 60 años en una proporción alta. “Siempre nos propusimos velar y cuidar la salud de nuestros estudiantes, profesores y trabajadores, lo que nos llevó a tomar todas estas medidas”.
Independientemente de la situación generada por la COVID-19, en la educación superior se venía trabajando en el proceso de informatización.
Incluso, apuntó el ministro, en el perfeccionamiento de los planes de estudio, al decidir disminuir la duración de las carreras a cuatro años, uno de los fundamentos era que el acceso a la educación era más expedito; que, a través del acceso a la información, el estudiante puede llegar con la guía del profesor al conocimiento y a la creación de las habilidades.
“Esto favorecía realmente un mayor aprovechamiento del tiempo, y no tener que depender exclusivamente del libro impreso, de la información impresa. El acceso a la información, en un volumen mayor, podía realizarse a través de los procesos informáticos. Cambia el rol del profesor y el del estudiante. Incluso, en el mundo la impresión de libros de texto ha disminuido considerablemente.
“Como concepto, también defendemos un alto grado de presencialidad, incluso cuando el sistema pueda tener algo que se conoce como híbrido, un porcentaje de presencialidad y otro de no presencialidad para la llamada actividad virtual de relaciones”, explicó.
Al respecto, señaló que se trata de un proceso mayor de presencialidad en los primeros años, donde hay una interacción mayor con el estudiante, y, en la medida en que van avanzando los años, disminuye la presencialidad porque el estudiante va adquiriendo un método, una forma de trabajo, y hay una interacción alumno-profesor que le permite ir adquiriendo el conocimiento y la habilidad de manera más expedita.
“Nosotros hablamos de formación integral. Es impensable que usando solamente las tecnologías podamos llegar a una formación integral, tomando en cuenta el sistema de influencias que interactúan en un centro de educación superior, en los colectivos estudiantiles, en sus organizaciones, con los profesores y colectivos de docencia que, además, tienen un diseño del trabajo educativo de formación; en la responsabilidad que el estudiante va creando para enfrentar todo esos procesos y que va haciendo que podamos tener una formación integral. Es muy difícil, o casi imposible, cuando ves la experiencia mundial, lograr con la virtualidad estos propósitos que para nosotros son conceptos básicos de la formación.
“De ahí que, en la visión de cómo vamos a iniciar el curso 2021, defendamos la filosofía de trabajo de que es muy importante, en el primer año, una presencialidad, incluso total, para que los estudiantes puedan avanzar en los procesos de indicaciones, en el trabajo conjunto; ir aprendiendo los métodos, la interacción con los profesores, porque es un sistema de trabajo diferente al de las enseñanzas precedentes”.
ETECSA ha liberado el acceso a 70 portales universitarios
El ministro de Educación Superior recordó que con los procesos de ubicación adelantada, donde los alumnos en el último año de su carrera entran a los centros preasignados, se propicia que haya más interacción con el estudiante y que este aprenda haciendo.
“Este es un propósito que tenemos también para la creación de las habilidades y la formación. En su interacción con su futuro centro laboral, todavía hay mayor efecto e influencia del colectivo laboral sobre la formación de ese futuro trabajador.
“Todo esto hace que pensemos que, en la nueva situación, a la hora de definir los pasos a seguir para el inicio del curso, hayamos tenido en cuenta que no puede haber desventajas ni discriminación a partir de las posibilidades que tienen nuestros estudiantes y profesores, del uso de las tecnologías para acceder a los nuevos métodos que la semipresencialidad implica”.
Sobre cómo lograrlo, apuntó que en los diseños curriculares se han hecho análisis de los contenidos: cuáles son aquellos que no se detienen por no ir a la universidad, que permiten ir avanzando, aunque mucho más lentamente, y que el estudiante se sienta motivado a incorporarse a los procesos de formación.
“Es impensable hoy que podamos cumplir requisitos de formación que tienen que estar respaldados por la actividad práctica, la función de los laboratorios, la creación de determinadas habilidades que requieren presencialidad, pero hay determinados temas y asignaturas que uno puede ir rebasando. Siempre, repito, con la condición de que no haya desventaja y de que para todos los estudiantes existan las mismas posibilidades, que fue una de las causas fundamentales que nos llevaron hace un año a suspender todas las actividades.
“Hoy todavía eso no está resuelto, pero puedo dar datos importantes. Hemos logrado −y quiero agradecer el apoyo del Ministerio de las Comunicaciones y Etecsa− que existan 70 portales en todas las universidades libres en el acceso, sin pago ninguno desde una infraestructura fija, utilizando la wifi, el nauta hogar e, incluso, datos móviles.
“Anoche comenzamos las pruebas, porque Etecsa decidió liberar de costo el uso de los datos móviles para el acceso a 26 portales. Están libres de costo para estudiantes y profesores, desde todo el país. Es un paso importante que hemos dado”, informó el ministro.
Precisó que los Joven Club de Computación están dando tres horas libres de costo diarias por estudiante para acceder a las tecnologías.
“Son medidas que facilitan que podamos ir avanzando. Se está haciendo en cada universidad un diagnóstico, estudiante por estudiante, para saber en qué condiciones está y de qué dispone, qué posibilidades de acceso hay, dónde vive. Y cuando no tengamos solución, habrá que tomar la medida para todos de una modificación del sistema de trabajo, o darle una atención personalizada a ese estudiante, porque nadie puede quedar en desventaja porque vayamos introduciendo las nuevas tecnologías”.
En otro momento, afirmó que son pasos de avance, “pero sabemos que tanto el estudiante como el docente, aun teniendo datos móviles gratuitos, tienen la necesidad de interactuar de manera directa. Hoy no está resuelto todavía, por ejemplo, que por datos móviles se acceda a los grupos de WhatsApp, para que todo el colectivo general trabaje.
“En los portales hay que seguir mejorando las plataformas de interacción, porque estamos en un proceso de aprendizaje conjunto, y todavía hay que avanzar muchísimo más”.
En medio de esta situación tan compleja −añadió−, “sorprenderá el incremento de ingresos y el incremento en los resultados de los exámenes de ingreso, las ofertas que se le han dado a nuestros estudiantes.
“Nosotros no estamos hablando de triunfalismo, hay mucho que trabajar y aprender y que lograr en el trabajo de la formación , pero, sin lugar a dudas, evidencia que no se ha detenido. Nuestro colectivos no solamente trabajan el pregrado y el posgrado, sino que están vinculados a la ciencia y se ha demostrado cómo nuestros estudiantes y profesores se están incorporando a esos requerimientos para el desarrollo del país”.
¿Cuáles fueron los resultados del proceso de ingreso?
Según el M. Sc. René Sánchez Díaz, Director de Ingreso y Ubicación Laboral del MES, la recién culminada etapa de ingreso no tiene precedentes en la educación superior cubana, sobre todo porque fue necesario realizar siete procesos y cuatro grandes convocatorias en distintas regiones del país. “Fue un desafío tremendo, pero resultó exitoso”.
Para ello, destacó la organización y el vínculo entre los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, de Educación y la familia con el MES. “Desde el inicio de los trámites en octubre y su terminación en febrero de este año, siempre la familia estuvo pendiente y no dejamos de sostener contactos con todos los organismos para garantizar este importante paso”.
Respecto a los resultados en los exámenes de ingreso, René Sánchez explicó que en este año la cantidad de aprobados creció en un nueve por ciento, aunque en asignaturas como Historia subió en más de diez. A su vez, comentó que aunque la pandemia obligó a suspender la frecuencia normal del proceso, no se detuvo la preparación de los alumnos.
“Los mejores resultados se reflejan en el número de plazas. Este año tenemos la satisfacción de que Cuba amplió la oferta de plazas en más de 22 mil respecto al año anterior. En un escenario marcado por la pandemia, esto es un logro significativo, porque logramos cumplir los planes de ingreso”, apuntó.
Aun con estos resultados, el proceso de ingreso también tiene retos significativos. Uno de ellos —dijo— está en conseguir un mejor proceso en el llenado de boletas, sobre todo para lograr un mejor reparto de plazas. “Todas las carreras son importantes y se organizan los cupos a partir de las necesidades del Estado. Ahora logramos suplir los pedidos en las áreas pedagógicas y agropecuarias, lo cual nos pone delante el desafío de lograrlo también en los cursos siguientes”.
El Director de Ingreso y Ubicación Laboral del MES habló sobre los beneficios del sistema de ingreso a las universidades cubanas. En tal sentido, no solo recordó su gratuidad, sino también cómo se asegura que los alumnos puedan solicitar plazas en cualquier casa de altos estudios del país.
“Los procesos salieron bien y no se reportan fraudes evidentes. En medio de la COVID-19, solo un país como el nuestro puede ampliar la educación en medio de un escenario tan complejo como el actual”, apuntó.
“Ningún estudiante quedará desprotegido”
Mientras tanto, el Dr. C. Reynaldo Velázquez Zaldívar, Director General de Pregrado del MES, comentó que asegurar la culminación de estudios fue otro de los retos del último curso. En esta ocasión, con la particularidad de que egresaron estudiantes formados con el Plan D —5 años— y el Plan E —a años—. No obstante, se logró ubicar a la totalidad de los 12 464 graduados.
Respecto al actual curso, el directivo comentó que en todas las universidades se desarrollan algún tipo de actividad académica. En el caso de los estudiantes de primer año, se vinculan a tareas de impacto. Mientras tanto, también apuntó que cualquier dificultad encontrada durante el proceso de matrícula será corregida cuando mejore la situación epidemiológica del país.
“El cambio más significativo del actual curso es el diseño de variantes para la docencia a distancia, presencial y semipresencial, para ajustarlas a las realidades de cada territorio. No obstante, creamos condiciones para todos los tipos de conectividad y garantizamos que ningún estudiante quedará desamparado en su proceso de formación”, explicó.
Para ello, recordó las alternativas de conexión en los Centros Universitarios Municipales, los Joven Club, así como el aprovechamiento de la infraestructura tecnológica instalada en instituciones vinculadas al proceso formativo.
De igual manera, resaltó el reajuste entre los profesores para impartir la docencia. En tal sentido, destacó la importancia del tratamiento diferenciado a los alumnos de años terminales, así como la estrategia de priorizar la enseñanza de asignaturas que dependan menos de la presencialidad.
“Lo que necesitamos es avanzar en el curso académico, de forma tal que cuando llegue la nueva normalidad no tengamos que partir desde cero. Para ello, priorizamos el diagnóstico personalidad para la formación de cada alumno, y reiteramos que nadie quedará desportegido”, concluyó.
Hemos tomado las medidas necesarias para no bajar la calidad
Finalizando la Mesa Redonda, el ministro de Educación Superior afirmó que la atención personalizada “es un requisito en todo lo que hagamos”.
Aquí −recalcó− “nadie puede sentirse desprotegido, desamparado, discriminado ni en desventaja. Por lo tanto, el esfuerzo mayor está en que aunque cada universidad haya tenido que adaptar sus estrategias a la situación epidemiológica actual, permanece un concepto determinante, que es la calidad. Eso no lo podemos perder en los procesos de formación.
“Los compañeros de la FEU nos han estado ayudando muchísimo en el monitoreo por todo el país, también en la recogida de opiniones, para ir corrigiendo el tiro, enderezando esto y para que todo transcurra de la mejor manera posible. De otra manera no puede ser.
“Nuestro pueblo puede estar tranquilo, confiado. Sé que hay mucha incertidumbre, hay ansiedad por empezar la universidad. Yo pensaba: ¿por televisión sería posible dar los programas de más de 6 000 asignaturas-año? Es prácticamente imposible. De una manera u otra, hay que ir a estos procesos de virtualidad y, como decía al principio, es un sistema híbrido donde la presencialidad en el concepto de formación en Cuba es importante y no la vamos a obviar.
“El país ha desarrollado una estructura y una infraestructura de educación superior que permite avanzar. Tenemos las filiales universitarias municipales, muy importantes para la atención a los muchachos.
“Los estudiantes de primer año están deseosos por empezar; tranquilidad, se les va a garantizar la preparación. En el ingreso tenemos también grandes retos, porque hay un incremento del ingreso a la educación superior en todas las carreras, y si tenemos que hacer cursos propedéuticos que ayuden a prepararse mejor para enfrentar la carrera los vamos a hacer a partir del diagnóstico para que no nos baje la eficiencia, porque un gran reto que tienen el país y la educación superior es elevar la eficiencia en los procesos de formación, que en algunas carreras todavía es baja. Estamos en un promedio de 59-60%, pero todavía la consideramos baja.
“Seguiremos dando un nivel de respuesta a partir del alto compromiso que tiene nuestro colectivo en los proceso de formación de pre y posgrado. Continúan las defensas doctorales, incluso a distancia. Hemos tomado las medidas necesarias para no bajar la calidad. Seguiremos desarrollando las ciencias hasta el más alto nivel, para que cada vez más la educación cubana sea para la patria y por la patria”.