La encuesta del Centro de Investigación Pew indicó que el 59 por ciento desaprueba el manejo de Obama del déficit federal mientras que el 56 por ciento desaprueba su gestión económica.
Pese a las señales recientes de crecimiento económico, los estadounidenses, en general, tienen una postura negativa en torno al rumbo de la economía nacional.
Así, el número de estadounidenses que califica como “pobres” las condiciones económicas ha aumentado del 42 por ciento en febrero, cuando se realizó una encuesta similar, al 53 por ciento en la actualidad.
El 54 por ciento cree ahora que la recuperación económica tomará mucho tiempo, un aumento de 12 puntos porcentuales en comparación con febrero pasado, dijo la encuesta.
Ahora, un 47 por ciento de los encuestados aprueba de la gestión de Obama al frente del Gobierno, mientras que un 45 por ciento está en contra.
En marzo, las opiniones sobre la gestión de Obama eran más favorables, con un apoyo del 51 por ciento, indicó el Centro de Investigación Pew.
El número de estadounidenses que se manifestaron preocupados por sus finanzas personales aumentó del 26 por ciento en diciembre pasado al 33 por ciento en la actualidad.
La ansiedad de los estadounidenses también se refleja en el hecho de que el 69 por ciento de los sondeos dijo que los precios de la gasolina han afectado su situación financiera, y un 58 por ciento dijo lo mismo del precio de los alimentos y otros bienes al consumidor.
A Obama tampoco le va mejor en el terreno internacional. Un 41 por ciento aprueba su manejo de la crisis en Libia, y un 46 por ciento lo desaprueba.
La encuesta se realizó entre 1.507 adultos entre el 30 de marzo y 3 de abril pasados.
El resbalón de Obama en las encuestas se produce en unos momentos en que el mandatario estadounidense se ha implicado personalmente en las negociaciones en el Congreso para impedir un cierre del Gobierno mañana, por falta de fondos.
La Cámara de Representantes aprobó hoy una medida puntual que prorroga una semana la provisión de fondos para el Gobierno y extiende hasta septiembre los pagos al Departamento de Defensa.
La medida tiene que ser aprobada también en el Senado pero Obama ha dicho que la vetará si llega a su despacho, al tacharla como una “distracción”, cuando el tema acuciante es llegar a un acuerdo presupuestario para los seis meses que restan del año fiscal 2011.
Si los legisladores no logran un acuerdo sobre el alcance de los recortes presupuestarios para el año fiscal en curso, el sábado se agotarán los fondos para muchas de las oficinas del Gobierno, que se verían obligadas a cerrar sus puertas.
(Con información de EFE)
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