Por: Olivier Mukuna, La Radio del Sur
Hace casi un año, Bélgica y Francia conmemoraban el cincuenta aniversario de las ‘independencias’ africanas. El gigante Congo-Kinshasa estaba oficialmente presente en la fiesta de los belgas ; 17 países de África del Norte y del Oeste, en la de los franceses. En este triste jubileo, la omisión política de las-verdades-que-molestan, era de rigor, por supuesto. Seguido de las habituales mentiras servidas al postre : “Hay en África toda clase de formas de gobierno. Francia no tiene como vocación inmiscuirse en asuntos locales ; trabaja con los gobiernos reconocidos (…) La relación entre Francia y África nunca será banal, pero está haciéndose ya normal” (1)… Estas declaraciones pronunciadas por el ex ministro UMP, Jacques Toubon, en febrero último, confirman la amplitud de la desconexión del personal político francafricano. Palabras grotescas pronunciadas mientras la crisis electoral marfileña estaba en todo su apogeo, mientras el Estado francés –torpemente implicado en la división de este país de África del Oeste desde 2002 –reafirmaba su apoyo a Allassane Uattara y mientras Sarkozy jugaba, en la escena europea, a sanciones económicas contra Laurent Gbagbo. Bajo palabras como ‘vocación de no injerencia’, íbamos a ver cosas peores y mucho más sangrientas.
Un enfoque mediático mentiroso
Después de tres meses de intoxicación y de omisiones diversas martilleadas por los medios-a-las-órdenes, el enemigo de las esperanzas africanas (2) lanzaba abiertamente a su país a una guerra contra Costa de Marfil. Desveladas las artimañas, las maniobras y los tapujos de colores : el agente franco-americano Uattara arriesgaba perder la partida. Como todos sus predecesores cuando de África se trata, Sarkozy se volvió a apoyar en las prerrogativas de su gobierno y las de la Asamblea Nacional.
Primer acto : rearmar y aconsejar a la rebelión del norte pro-Uattara, para atacar la capital económica, Abiyán. Objetivo : derrocar por las armas a Laurent Gbagbo, presidente reconocido por el Consejo constitucional. La más alta jurisdicción costamarfileña, incansablemente descrita como ‘un colectivo bajo influencia’ por algunas potencias ‘democráticas’ de Occidente, auto-proclamadas ‘Comunidad internacional’. Contrastando con los falsimedia pagados para minimizar o absolver el papel colonial de Francia, el periódico independiente Le Canard enchaîné escribía el 6 de abril : “Según confirmaciones de oficiales superiores a Le Canard, Francia ha apoyado la conquista del sur del país mediante las fuerzas de Uattara. Uno de ellos, próximo al Elíseo, se felicitó de ‘nuestra eficacia en la organización de la bajada a Abiyán’. Es verdad, en menos de cuatro días las fuerzas republicanas de Costa de Marfil (FRCI) recorrieron, sin mayor resistencia, la mitad del país. Otro galonado, miembro de los servicios secretos confiaba : “Hemos dado consejos tácticos a las FRCI, pero también ‘municiones y Famas’ (fusiles de asalto)” (3).
Segundo acto : las fuerzas francesas Licorne – una de cuyas especialidades es disparar sobre civiles desarmados (4) – se sumaban al bombardeo continuo de los lugares estratégicos de Abiyán, entre otros, la residencia presidencial en cuyos alrededores se concentraba un millar de civiles. Balance provisional : más de 2500 muertos (civiles y militares) sólo en la noche del 4 al 5 de abril. Una cifra de la que nunca se ha informado, ni referida ni desmentida por los medios franceses. Si “los combates se encarnizan”, parece sobrehumano establecer una estimación del número de víctimas… A esta nueva carnicería made in France debida a los bombardeos franceses hay que añadir la de Duekué cometida por la rebelión pro-Uattara (armada por Francia).Cerca de un millar d víctimas abatidas o muertas a machetazos. Sin contar el número indeterminado de cadáveres en las zonas ocupadas por los rebeldes y la fuerza Licorne ; el pillaje de bancos así como de cacao costamarfileño por la fuerzas Licornes, etc.
Tercer acto : el arresto de Laurent y Simone Gbagbo. Los bombardeos previos permitieron perforar el bunker presidencial. Una treintena de carros cercaron inmediatamente la residencia presidencial mientras que tres helicópteros aseguraban la cobertura aérea de la operación. La guardia presidencial decide rendirse. Las fuerzas especiales de Sarkozy echan abajo la puerta de la residencia, arrestan a Gbagbo y lo entregan a los rebeldes pro-Uattara. Un montaje para intentar acreditar una enésima mascarada de ‘no-injerencia francesa’…
Lejos de los charlatanes de ‘la intervención humanitaria’ y otros ‘protectores de las poblaciones civiles’, se impone una doble pregunta. ¿Por qué esta agresión colonial y para defender qué intereses ? ¿Este interrogante crucial se va a beneficiar al fin de una confrontación veraz de argumentos en los medios occidentales ?
Los demócratas a tiempo parcial
Después de la proclamación de los resultados electorales definitivos por el Consejo Constitucional Costamarfileño, el relato mediático europeo de la crisis exhibió el cinismo de la ‘complejidad’. “Alassane Uattara, el presidente reconocido por la comunidad internacional” se habría vista impedido de ejercer sus funciones “por parte del presidente saliente Laurent Gbagbo que se aferraba al poder”. El ‘buen’ demócrata del FMI contra el ‘malvado’ tirano de Abiyán. Esta habitual satanización que justifica el imperialismo guerrero, contradice el discurso según el cual Costa de Marfil es un país soberano y sus instituciones legítimas. Añadido al pecado original de todas las partes de haber respaldado un proceso electoral viciado, sin el desarme previo de la rebelión del norte. Por lo tanto, incluso en estas funestas condiciones, los dos candidatos a la presidencia marfileña no se sometieron al sufragio de una seudo-comunidad internacional, sino sólo al de los costamarfileños y sus instituciones…
Cuando el Consejo Constitucional no reconoció a Alassane Uattara como presidente, como demócrata coherente, candidato desfavorecido, debía retirarse. Su padrino Sarkozy, que había él mismo subrayado el papel decisivo del Consejo Constitucional (5), tenía que haber reconocido, como demócrata coherente, la victoria de Laurent Gbagbo. Al final, la ONUCI no podía faltar a su deber de ‘imparcialidad’ en beneficio de Uattara. Desde el momento en que se trata de controlar las riquezas de Costa de Marfil, todo esa ‘guapa gente’ deja de ser demócrata y vuelve a sus pulsiones coloniales. Dando rienda suelta a sucios trucos, a la propaganda y a la agresión militar contra un país miembro de Naciones Unidas. No importa que en 2000, en EE UU una crisis electoral parecida condujera a la Corte Suprema americana a zanjar a favor de Georges W. Bush. El candidato desfavorecido, Al Gore, como el resto del planeta, lo aceptaron. Por afán democrático primero y porque ningún país, ¡y menos la ONU !, contemplaba inmiscuirse en los asuntos internos de la primera potencia militar mundial
La crisis marfileña y la histórica resistencia de Laurent Gbagbo han dejado patente la determinación criminal de este colonialismo occidental depredador en África. Más allá de los discursos y de las fiestas hipócritas en honor de las seudo-independencias, todos han podido constatar que las reglas de soberanía democrática están reservadas solamente a los países occidentales, ricos y super armados. ¡Y los EE UU de Obama velando por el statu quo ! Con el desarrollo de las bases militares de la Africom, mientras que los ejércitos franceses se encargan de bombardear a los jefes de Estado africanos con veleidades de independencia.
Evidencias a tal punto omnipresentes en internet que dos medios tradicionales franceses, lCI y BFM, han terminado por interrogar a ciertos analistas y políticos que contradicen la atosigante propaganda. Así el africanista Michel Galy que declara en LCI : “ Alessane Uattara está ligado desde 2002 a esta rebelión que ha tomado dos tercios del país y que instaura un sistema de chantaje y de continuas violencias. Sí, se trata de un régimen de terror que prueba en mi opinión que las elecciones no son válidas” (6). Destacando el incontestable fraude electoral masivo cometido en el norte, Galy ataca la propaganda mediática que describe a un presidente injustamente despojado de una ‘victoria democrática’ por un dictador ‘que se aferra al poder’.
La emancipación o la sumisión
Sobre el ‘ambiguo papel de Francia’ en la detención de Gbagbo, el ex delegado en África del PS, Guy Labertit le rompe el cuello a las complacencias periodísticas : “No hay por desgracia, ninguna ambigüedad : fueron las ráfagas de los helicópteros Licorne las que destrozaron la entrada de la residencia y fueron los carros de combate franceses los que entraron en la residencia. El general que entregó sus armas en señal de rendición, las entregó a un francés de las fuerza Licorne. Así que, ninguna ambigüedad ; fueron elementos de la Fuerza Licorne los que fueron a buscar a Gbagbo para entregarlo a las fuerzas de Uattara”. Y ofrece el socialista francés una lectura cronológica, durante mucho tiempo ausente de las antenas, concerniente al ‘tirano’ Gbagbo : “Desde que Gbagbo fuera elegido en el año 2000, no ha cesado de ser desestabilizado. Hay que saber que los que hoy ganan son los que en 2002 organizaron el golpe de Estado y creo que los que tomaron las armas son los que Francia necesitaba para cargarse a Gbagbo. Y añado que si Laurent Gbagbo no se ha movido desde el mes de diciembre, es por que estas elecciones han sido trucadas en el norte del país y tiene razón al decir que él no perdió estas elecciones. Pero esto será la Historia la que lo demostrará” (7)
¿Qué puede esperar aun África de las potencias coloniales occidentales (Francia, UE, EE UU y la ONU) sino un inacabado catálogo de conminaciones o de bombas en su cara en caso de oposición ? Después del atraco electoral marfileño ; después de estos miles de civiles bombardeados y esas limpiezas étnicas inducidas ; después de la humillante detención del matrimonio Gbagbo dando la vuelta al mundo. Imágenes que para cualquier africano independientemente de sus convicciones, presenta horrendas similitudes con las del arresto de Patrice Lumumba en el Congo, hace medio siglo… Heredera nada arrepentida de la Trata de negros, actora constante del colonialismo, descarado o disimulado, la Francia de Sarkozy ha entrado definitivamente en la Historia. Y prosigue arrogante sus mistificaciones y sus masacres rentables a fin de conservar las rentas del pillaje de su ‘patio trasero’.
La vuelta ‘descarada’ del imperialismo francés, con su amo americano por detrás, sitúa a los costamarfileños y a las poblaciones africanas ante un deber de lucidez. Y como horizonte, una sola alternativa ante la mirada de siglos de Historia. ¿La emancipación por todos los medios necesarios o la perpetuación de un sometimiento modernizado ? Para aquellas y aquellos que aspiran a una independencia democrática, garante de un desarrollo y de una prosperidad económica, ya no hay 36 escapatorias ! Sólo un camino en el que se coree una consigna revolucionaria forjada por el pueblo tunecino : ¡Sarkozy, Obama, Uattara, fuera de África !
RFI, 1er février 2011
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