En mayo de 2009, científicos de la U. de Duke encontraron 306 ballenas jorobadas, equivalente a 5,1 ballenas por kilómetro cuadrado, la densidad más alta jamás registrada. También encontraron dos millones de toneladas de krill, una aglomeración récord. El equipo volvió al lugar en 2010 y encontró similares concentraciones de ambas especies.
Los cambios en el clima de la zona de los últimos 50 años explicarían el fenómeno, los cuales se han traducido en una disminución de la capa de hielo que cubre esa parte del mar durante otoño e invierno. Eso permite que las ballenas puedan llegar a estos sitios, hasta donde las colonias de krill se desplazan cada invierno. El hecho permite a las ballenas obtener más alimento, pero podría afectar a otras especies que dependen del krill como aves marinas, pingüinos y focas.
Tomado de La Tercera, Chile
El Ballet Nacional de Cuba (BNC), bajo la dirección de Viengsay Valdés, presentará una temporada especial del clásico “Don Quijote”,…
La Empresa de Gas Manufacturado informó que el mantenimiento en la planta de Energas Puerto Escondido queda pospuesto, por lo…
La Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (Parlamento) llamó a los ciudadanos de…
Reconocidos investigadores y especialistas del IPK y de la medicina pediátrica comparecerán este jueves en la Mesa Redonda para brindar…
Un operativo conjunto de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), la Dirección Integral de Supervisión y Control (DISC), el Instituto Nacional…
Cuba no es productor, ni tránsito, ni destino de estupefacientes, por lo tanto, la presencia de esas sustancias sigue siendo…