Enfrentados a lecturas defectuosas de instrumentos y alarmas que se apagaban en la cabina, los pilotos de un avión de Air France lucharon para controlar la aeronave mientras entraba en una pérdida aerodinámica y se balanceaba, antes de precipitarse 11.500 metros (38.000 pies) al Océano Atlántico en sólo 3 minutos y medio.
Sin embargo, los pasajeros de ese vuelo fatídico entre Río de Janeiro y París probablemente estaban dormidos y no se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo cuando el avión cayó con la nariz levantada contra el mar, dijo el director de entidad francesa investigadora de accidentes aeronáuticos, la BEA, después de divulgar los datos preliminares con base en información de las grabadoras de datos de vuelo de la catástrofe del 1 de junio de 2009.
Las 228 personas a bordo del Airbus A330 murieron.
El breve informe altamente técnico de la BEA contiene sólo observaciones selectivas de la grabadora de la cabina, no analizó la información ni atribuyó culpas. Tampoco respondió la pregunta clave: ¿Qué causó el accidente?
Sin embargo, varios expertos familiarizados con el informe dijeron que el copiloto al mando en el momento, Cedric Bonin, el más joven de los tres hombres de la tripulación de cabina con 32 años, pudo haber respondido de forma incorrecta a la emergencia al apuntar la nariz de la aeronave hacia arriba, tal vez porque estaba confundido por las lecturas incorrectas.
Los sensores externos de velocidad del avión, llamados tubos Pitot, ha sido considerados desde hace tiempo un posible culpable de la catástrofe. Algunos expertos sugieren que se pudieron haber congelado. Y los investigadores de la BEA encontraron que dos conjuntos de instrumentos en el avión dieron diferentes lecturas de velocidad, con discrepancias que duran menos de un minuto.
Desde el accidente, Air France ha reemplazado los monitores de velocidad en todos sus aviones Airbus A330 y A340.
Un funcionario de Airbus dijo que la nariz de la aeronave debería haber estado apuntando ligeramente hacia abajo para permitir que el avión recuperara impulso después de haber sufrido una perdida aerodinámica.
“Esto es parte del entrenamiento general de los pilotos de cualquier aeronave,” dijo el funcionario, quien no estaba autorizado a hablar sobre el tema y pidió no ser identificado por su nombre.
Otros expertos en aviación coincidieron. En una perdida aerodinámica, la mayoría de las veces un avión pierde fuerza porque se desplaza muy lentamente, y comienza a caer del cielo. Apuntar la nariz hacia abajo permite que la aeronave recupere velocidad, obtenga impulso y salga del percance.
(Con información de AP)
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