La Asamblea Nacional de Derechos Humanos, que convocó la movilización, cifró en más de cinco mil las personas que desfilaron hasta el principal camposanto.
Desde La Plaza de Los Héroes, en Santiago, partió la concentración a unas cuatro manzanas de la sede del Ejecutivo y llegó en absoluta calma hasta el Cementerio, donde se le rindió homenaje a las víctimas y desaparecidos.
La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Alicia Lira, señaló al finalizar el acto que con la llegada del presidente, Sebastián Piñera, se ha registrado un retroceso en las investigaciones de las violaciones de los DDHH durante la última dictadura.
“Se han puesto una serie de trabas y en los últimos años no han habido más avances en las investigaciones sobre las violaciones a los derechos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1970-1973)”, indicó.
Mientras se celebraba el acto en el Cementerio General, dirigentes políticos del Partido Socialista y el Partido Comunista colocaban ofrendas florales en el monumento de Salvador Allende, que se encuentra en Plaza de La Constitución, cerca del Palacio de La Moneda (casa de Gobierno).
A la mencionada Plaza también llegaron amigos, familiares y algunos integrantes de la guardia personal que tuvo el mandatario durante su gestión.
En tanto, en Valparaíso (oeste de Santiago), ciudad sede del Poder Legislativo, se le rindió un tributo a la memoria del ex mandatario.
Antes de terminar el acto, en la que se encontraba la presidenta de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Camila Vallejo, los escolares y universitarios pidieron la renuncia del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, ante lo que ellos acusan “exceso de violencia” en las marchas.
Desde hace cuatro meses el movimiento estudiantil se ha apoderado de las calles en demanda de una educación estatal laica y la construcción de una verdadera democracia.
El 11 de septiembre de 1973, un comando encabezado por el general Javier Palacios asaltó La Moneda (casa de Gobierno), por órdenes de Augusto Pinochet, jefe del Ejército. Luego de intensos enfrentamientos en la mencionada casa gubenamental y en zonas cercanas el presidente Allende decidió suicidarse al verse cercado por los militares.
Después del asalto, Pinochet asumió la Presidencia de facto hasta 1990, cuando recibió el poder Patricio Aylwin, después de 20 años sin celebrarse elecciones democráticas en Chile.
Tras de la muerte de Salvador Allende se desató una ola de violencia represiva sin precedentes, sobre todos los barrios populares que fueron ocupados militarmente. El líder de la Unidad Popular dictó numerosas leyes y reestructuró el sistema económico para favorecer a la población más pobre.
(Con información de TeleSUR)
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