Una reciente encuesta mostró que los hispanos, el segmento de mayor crecimiento de la población estadounidense, apoyan al presidente Barack Obama de manera abrumadora, frente al candidato Mitt Romney: 70 a 14 por ciento.
Ninguno de los otros candidatos republicanos lo hace mejor, comentó el diario The Christian Science Monitor.
Incluso, el mandatario ha logrado atraer al 40 por ciento de los votantes latinos que apoyaron al senador republicano por Arizona John McCain, aspirante republicano en las elecciones presidenciales de 2008.
Es bastante obvio que no podemos seguir perdiendo a los votantes latinos si queremos mantenernos en la competición a nivel nacional, aseguró Whit Ayres, estratega del llamado partido rojo.
La mayoría de los hispanos critica a los conservadores, favorables a una línea dura que propugna la expulsión de inmigrantes indocumentados del país, destacó la publicación.
Cifras oficiales indican que en Estados Unidos residen unos 50 millones de ciudadanos de origen latino.
En el caso de las mujeres, la retórica de las campañas de los aspirantes republicanos también tiene un reto fundamental, estimó el rotativo.
En 2008, el voto femenino fue favorable a Obama respecto a McCain: 56 por ciento contra 46, y durante los comicios intermedios de 2010, ambos sexos votaron más o menos igual.
Ahora, las votantes parecen inclinarse de nuevo hacia los demócratas.
Estudios recientes señalan que la aprobación de Obama entre las mujeres aumenta significativamente desde diciembre, aun cuando ese indicador no ha variado entre los hombres, indicó la analista Karen Tumulto, del diario The Washington Post.
Otra encuesta de esta semana del diario The Wall Street Journal y la televisora NBC News confirma al gobernante con un aumento de la popularidad entre las mujeres blancas y las del medio oeste, territorios estos que por lo general votan con los conservadores.
El sondeo reveló que el actual jefe de gobierno superaría a Romney en una proporción 55 por ciento a 37, entre las mujeres votantes.
Tal repunte podría estar relacionado con el debate nacional desatado entre las instituciones religiosas y la Casa Blanca respecto al control de la natalidad.
La férrea oposición de los conservadores a tal medida, hace que las féminas se pongan del lado de la administración, pues quieren disponer de servicios de anticoncepción, seguros de salud, así como de la posibilidad de optar por el aborto, concluyó la fuente.
(Con información de Prensa Latina)
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