Este viernes, luego del tradicional rezo musulmán, fuerzas gubernamentales desarrollaron acciones en al menos tres barrios capitalinos contra grupos que usaban esas áreas como base para desencadenar acciones terroristas contra civiles e instalaciones militares.
En especial se escucharon tiroteos y ráfagas de ametralladoras ligeras en el barrio de Kafarsooseh, donde fuerzas del ejército realizaron operaciones de limpieza y enfrentamiento de bandas armadas infiltradas en el área después del comienzo de la aplicación del Plan de enviado de la ONU, Kofi Annan.
La entrada en vigor de la iniciativa, según fuentes gubernamentales que pidieron el anonimato, posibilitó a los irregulares armados infiltrarse entre la población en una zona poco habitada y con abundante vegetación, uno de los pulmones verdes de la ciudad.
En la acción del viernes, en la que participaron más de un centenar de uniformados, fueron aniquilados varios reductos de los armados, y a causa del enfrentamiento los disparos se dejaron escuchar en el barrio de Mazzeh y otros colindantes, donde hay ubicadas varias embajadas, entre ellas las de Brasil y Venezuela.
Tras estos incidentes, calificados por medios occidentales de “batallas por el control de Damasco”, la situación en la ciudad retornó a la calma, solo rota por esporádicos disparos en la madrugada del sábado y el domingo.
Una fuente de crédito confirmó a Prensa Latina el lanzamiento de un obús de mortero este sábado contra un área cercana donde está la sede del gabinete sirio, lo cual no provocó víctimas ni daños materiales de consideración.
Autoridades dijeron que el obús fue disparado desde los huertos cercanos al-Razi, zona de recientes enfrentamientos contra las bandas armadas, lo cual fue verificado por observadores de la ONU desplegados en el país.
Asimismo las mismas fuentes desmintieron que efectivos armados ocuparon la base de una brigada de un puesto de defensa aérea del ejército en la provincia de Homs, tal como informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Londres.
En las últimas semanas, pobladores capitalinos lamentaban la poca acción del gobierno para actuar con mano dura contra los grupos armados, en especial después del atentado terrorista en la zona de Al-Kazzaz, en el sur de la capital, que causó más de 55 muertos y cerca de 372 heridos.
(Con información de Prensa Latina)
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