Claro que nadie sabe qué equipo ganará la 57 Serie Nacional, pero ahora mismo habría que prohibir hablar de pelota, sin mencionar a Las Tunas y a Matanzas. Han sido los grandes animadores de la campaña, los dueños de la azotea de la tabla de posiciones y los únicos que ya tienen asientos en la postemporada.
Si alguien, en el ya lejano agosto, vaticinó que los Leñadores serían la noticia del torneo podría optar por el Nobel de Profecía y la verdad también es que no pocos tenían un signo de interrogación sobre los Cocodrilos. Pero lo cierto es que Pablo Civil ha conducido, con sapiencia y también con mucha pimienta, a un equipo tunero que parece una maquinaria de ganar juegos.
Desde el puesto de mando Civil logró cristalizar todo el potencial que por años muestra la plantilla verde y roja. Alcanzó que la escuadra no solo enseñara el poderío ofensivo del que nadie nunca ha dudado, sino que los hizo funcionar por primera vez como un equipo. Es el artífice de la unidad del liderazgo indiscutible de la familia Alarcón, encabezada por el enmascarado Yosvani y Yordanis, en la antesala, con Yosbel, en el montículo; de la experiencia y la indoblegable postura del veterano Danel Castro; de la juventud y el talento de Rafael Viñales, del bate bujía de Jorge Yhonson, líder de los bateadores de la lid; de todo el béisbol que aportan refuerzos de lujo como el camagüeyano Alexander Ayala y el holguinero Yunior Paumier, y del ímpetu de Yunieski Larduet, entre otros.
Eso le dio fortaleza a su pitcheo, porque los Leñadores ahora también son buenos defensores. Es así que hombres de la talla de Yoalkis Cruz y Ubisney Bermúdez, sus anclas más profundas desde la lomita, se hayan multiplicado para llevar a su cuerpo de lanzadores a un 3,84 de promedio de carreras limpias, el segundo de toda la justa. Y con ellos se crecieron Yudiel Rodríguez, Yosbel, Diego Granado y deben aportarles más el agramontino Arbelio Quiroz y el villaclareño Yasmani Hernández.
Solo hay que ver cómo entran y salen del terreno para darse cuenta de que por cada uno de esos peloteros, hoy pasa Las Tunas entera.
Con Víctor Figueroa conversé durante el pasado Juego de las Estrellas y pocas veces he visto tanta seguridad en sus palabras. «Discutiremos el título, es una certeza, me dijo. No había ni un milímetro de duda en su mirada y mucho menos al expresarme que «se lo debemos a una de las mejores aficiones del país». Y cumplió, Matanzas se mantiene, por sexto año consecutivo, en pos del pergamino dorado más preciado del deporte cubano.
Aquel diálogo tiene una expresión total en el terreno. En la segunda ronda Matanzas es el primero en pitcheo (3,62) y el segundo en fildeo (975) y bateo (287). De cara a los playoff, el avileño Dachel Duquesne junto a la dupla Yoannis Yera-Jonder Martínez y Roy Hernández, forman un cuarteto que clasifica hoy como una de las mejores formaciones abridoras del certamen. Ellos son los autores de 15 de los 23 éxitos escarlatas de esta decisiva etapa. El equilibrio del colectivo pasa porque peloteros establecidos en nuestros clásicos, entiéndase Yurisbel Gracial, los refuerzos avileños Osvaldo Vázquez y Yorbis Borroto, y otros como Eduardo Blanco y Juan Miguel Vázquez, tributan versatilidad a la ofensiva, conjugándose en ellos fuerza, tacto y velocidad.
Coincido con mi joven colega Aliet Arzola, este es hoy el equipo a derrotar en la disputa por el cetro. A sus atributos técnicos suma algo tan grande como el más largo de los jonrones, una motivación que se aprecia tanto como el número o el nombre que lleva cada uno de sus jugadores en sus uniformes. Si yo fuera matancero, estaría muy orgulloso de continuar con un equipo que comanda en el planeta cubano del béisbol.
¿La Serie? Su principal virtud es que ha hecho regresar al respetable a los estadios y esto no es una cualidad cualquiera, es la principal. Pero tiene todavía la deuda con la calidad, expresada en que fildear para 971 y admitir 4,59 carreras limpias por juego, está muy por debajo de lo que se considera pelota de nivel. En este enigmático deporte, la defensa y el pitcheo son las claves del éxito, aunque el desafío lo gane el que más carreras anote. Les recuerdo algo en lo que he insistido mucho en esta columna. El béisbol es el único deporte colectivo en el que el atacante no cuenta con la esférica, siempre está en manos de los defensores (incluye al pitcher, por supuesto). Si a eso le suma, que batear es lo más difícil de la pelota, entonces el que más la cuide, más la proteja y la preste menos, tiene más oportunidades de conseguir lo que Las Tunas y Matanzas.
SERIES QUE COMIENZAN HOY | ||
Capitán San Luis | 7:00 p.m. | PRI-MTZ |
Julio Antonio Mella | 7:15 p.m. | LTU-ART |
Mártires de Barbados | 7:00 p.m. | IND-GRA |
( Tomado de Periódico Granma)
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