Muchas personas no vieron con simpatía la demolición del Hotel Internacional de Varadero, orgullo del principal balneario cubano y testigo de múltiples sucesos vinculados con la historia cultural y épica de Cuba.
Construida en la década de los 50 del pasado siglo, la emblemática instalación formaba parte del patrimonio arquitectónico local y de la nación, y fue por largo tiempo uno de los centros turísticos de mayor reputación gracias a la armonía del diseño y la belleza de su entorno.
Era un hotel a los pies de la playa, ubicado en una zona privilegiada de Varadero. Alojarse allí resultó una verdadera fortuna, y figura entre los mejores recuerdos de no pocos cubanos. Fue el lugar favorito de artistas de renombre, quienes solían presentarse en el cabaré Continental, una de sus áreas más conocidas y muy concurrida durante varias décadas.
Una instalación amplia, fresca y funcional, con habitaciones con balcones al mar o a los jardines. Un importante punto de referencia para muchos viajeros.
Pero el Internacional estaba destinado a desaparecer. Autoridades de los ministerios de Turismo y Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente testifican que las regulaciones ambientales vigentes, en particular aquella referida a las instalaciones construidas sobre la duna, constituyeron el motivo más contundente en la decisión de demoler dicho hotel, además del mal estado estructural que lo llevó a la descomercialización.
Todo intento por restaurarlo era inútil, comentó Aimée Álvarez, integrante del grupo inversionista a cargo de la nueva versión del Hotel Internacional. «No valía la pena invertir en un edificio que estaba abocado a la playa, encima de la duna, y por tanto en plan de demoler, al igual que otros hoteles e instalaciones asentadas sobre la zona costera».
Insiste en que fue una decisión difícil, pero necesaria y que consuela ver la magnificencia de la nueva planta hotelera.
«No le dijimos adiós. Se trata de un nuevo emplazamiento, moderno, de mayor capacidad, ubicado igualmente en el mejor sector de playa del balneario, pero alejado de la duna, y con una estrategia vital de diseño igualmente seductora para los visitantes. Es más bello, que nadie lo dude».
El nuevo Hotel Internacional
La estructura vertical, de 11 niveles en su centro, lo convierte en uno de los más altos del polo, un cinco estrellas plus con 946 habitaciones, cuatro veces más que su inicial capacidad de alojamiento, regido por un concepto muy moderno, acorde con los estándares actuales y dotado de las últimas técnicas de decoración, precisa Joel Mena Benítez, director adjunto de la obra.
El edificio dispondrá de una zona exclusiva que comprende 90 suites, y desde sus habitaciones el turista disfrutará de la vista privilegiada de la playa. Además, de un centro de convenciones y de 2 400 metros cuadrados de espejo de agua de piscina.
Los proyectistas concibieron, asimismo, la construcción del legendario cabaré Continental, codiciado en épocas pasadas, y la réplica de la garita de entrada original.
Es encomiástico el hecho, manifestó Mena Benítez, de que el nuevo Internacional se ejecute bajo la severidad de una certificación internacional, con medidas ambientales de construcción sostenible. Esa búsqueda por la excelencia refuerza la futura predilección de los turistas por dicha instalación.
La inversión, en manos de la Empresa Inmobiliaria del Turismo, por un monto superior a los 150 000 000 de dólares, es llevada a cabo por la Asociación Económica Internacional ARCOS-BBI (Bouygues Batiment International), y en estos momentos se encuentra al 52 % de su ejecución.
«Ya vencimos el periodo más dócil. Por delante queda lo más complejo, o sea, el acabado, las terminaciones y la etapa de entrega y puesta en marcha», señaló.
El desafío de los constructores y de todos los implicados en esta obra será concluirla y entregarla para su comercialización antes de que concluya el actual año, un adelanto en casi seis meses del cronograma inicial.
Será, en efecto, un gran reto básicamente para la Brigada Constructora de Obras de Arquitectura (BCOA) 36, así como para otras fuerzas del Ministerio de la Construcción y entidades de aseguramiento. Supondrá mayor organización de la fuerza de trabajo, más apoyo a la misma, y garantía de los recursos y demás materiales por parte de los inversionistas, manifestó Luis Valdés Suárez, director adjunto de la Empresa de Construcción y Montaje de Obras del Turismo.
Culminarlo en esa fecha y con la calidad requerida será un hito en la historia de las construcciones en Varadero, con un huracán de por medio que conllevó a un pequeño descenso en los niveles de ejecución de la obra, anotó Valdés Suárez luego de insistir en que la fuerza en lo adelante podría exceder los mil trabajadores a pie de obra.
Esforzarse al máximo, «guapear», fueron las palabras de José Luis Arévalo Sánchez, al frente de un grupo de constructores. Al menos en mi área eso está garantizado; nosotros terminamos en la fecha, aseguró. Similar opinión ofrecieron Aurora Galindo y Ricardo Áreas, con responsabilidad es en las zonas exteriores. De momento vamos bien, se han respetado las secuencias de ejecución, sostuvo Ricardo.
Para José Díaz Cabello, coordinador de la obra por la parte foránea, el desenlace requerido es un desafío para todos, pero es posible. Si existen los medios y los recursos, no hay problemas. Eso sí, hay que fortalecer la organización de las obras y quizá sea necesario extender la jornada, comentó.
El experimentado constructor ponderó los progresos en la calidad de los trabajos y aseveró que el nuevo Hotel Internacional marcará su retiro. Llevo 44 años en la Empresa Bouygues; esta es mi última obra, dijo sonriente.
Evidencias
Todavía está por ver si el nuevo Hotel Internacional de Varadero tendrá la capacidad de seducir de su antecesor.
Atractivos y belleza le sobran. Por lo pronto emerge y alcanza una dimensión superior.
Este hotel se construye con especial inspiración, lo llevamos en el corazón. La gloria del viejo edificio no murió, sabemos lo que significó para los cubanos, de su valor patrimonial e histórico, apreció Aimée.
«Nos place saber que en su nuevo emplazamiento resurge más moderno, más amplio, más bonito. Cuando al fin se concluya será inclusive más hermoso y uno de los de mayor predilección en el polo».
Más que su majestuosidad, al visitante le asombra la limpieza extrema y la organización en las áreas, donde son protagonistas los Maestros de la Construcción, con su rendimiento, disciplina y capacidad para enseñar.
No se ve a nadie sentado, moroso, ocupado en tareas ajenas. Poco después del anuncio del horario de almuerzo, pasadas las 12 del día, un elevado por ciento de los trabajadores permanece en sus puestos. Al levantar la cabeza uno divisa la silueta de no pocos braceros en lo más alto del edificio, en los quehaceres más complicados.
El rigor y el orden son importantes, pero solo un espíritu así puede obrar el milagro de cumplir con la exigente tarea: la de entregar este año el renacido Hotel Internacional de Varadero.
(Tomado de Granma)
J.A.T.G.
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