Destinada a asegurar el crecimiento, desarrollo y supervivencia de los niños mediante uno de los medios más eficaces y menos costosos que existe, la jornada se extiende hasta el 7 de agosto, con el lema ‘Lactancia materna, pilar de vida’.
Encuentros educativos con participación comunitaria y de organizaciones de masas, así como eventos científicos guían las actividades en Cuba, las cuales pretenden unificar el apoyo de distintos sectores sociales para proteger y promover la necesidad de este método de alimentación infantil que significa salud para toda la vida.
Durante estos días los consultorios médicos de la familia, policlínicos, hogares maternos y hospitales del país serán puntos de difusión informativa para gestantes y sus acompañantes acerca de la necesidad de amamantar al bebé en los primeros seis meses de vida, y como complemento, hasta los dos años de edad.
Las evidencias científicas muestran que la lactancia materna desempeña un papel clave en el enfrentamiento a las enfermedades no transmisibles, y ayuda al crecimiento económico inclusivo, así como a la reducción de las desigualdades.
Constituye además una de las acciones que favorece el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030, por lo que Cuba se enfoca en el fortalecimiento de los programas que promuevan esta práctica apropiada para proporcionar al recién nacido los nutrientes necesarios.
Los bebés amamantados tienen menos infecciones y a medida que crecen muestran menor tendencia al desarrollo de obesidad, diabetes, asma, alergias, presión arterial alta, así como hiperactividad, cáncer y caries dentales. También presentan un mayor coeficiente intelectual.
Instaurada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en 1992, la Semana Mundial de la Lactancia Materna es un movimiento social muy extendido, destinado a mejorar la salud de los bebés de todo el planeta.