Lolita

Lolita Lebrón, considerada madre del pueblo independentista puertorriqueño.

“Viva Puerto Rico”, gritó Lolita Lebrón ^[1] al tiempo que ondeaba una bandera puertorriqueña y hacia disparos frente el Capitolio de Washington. Al ser arrestada afirmó que no había ido a asesinar a nadie, más bien a dejarse morir si fuera necesario por su Patria. Era la primera vez en la historia que se atacaba una institución estadounidense en su suelo. Esta mujer era una miembro activo del Partido Nacionalista, al que ingresó en 1947.

Admiradora y seguidora de las doctrinas de Don Pedro Albizu Campos, la luchadora, al igual que sus compañeros de fila, entendieron que la constitución del Estado Libre Asociado para su país era sencillamente una burla. Siendo delegada General de su Partido en Estados Unidos, recibió instrucciones para atacar tres sitios; los más estratégicos del enemigo, y proclamar desde allí la República de Puerto Rico.

El 1 de marzo de 1954, comanda el grupo de asalto de la Cámara de Representantes yanqui. Tenía 34 años. En la gesta participaron además Rafael Cancel Miranda, Irving Torres y Andrés Figueroa Cordero. Pagó un alto precio por su valentía: más de 25 años en la prisión de mujeres en Alderson, Virginia.

Lolita y sus compañeros de lucha fueron sentenciados por atentado de asesinato y otros delitos, por consiguiente, sentenciados a morir. El Presidente Truman ^[2] conmutó la sentencia de muerte a perpetua y Lolita fue encarcelada en la Institución Federal Industrial para Mujeres en Alderson, Virginia del Oeste, mientras que los otros comandos nacionalistas sobrevivientes cumplieron largas décadas de condena en otras prisiones federales.

Su heroica gesta le devolvió sentido ético a un momento histórico que pretendió borrar la memoria colectiva puertorriqueña a raíz de la consagración de esa farsa llamada “estado libre asociado de Puerto Rico” ^[3], la cual apenas fue legitimada, bajo las fuertes presiones de Washington, un año antes por la Asamblea General de la ONU.

Con ello se validó todo el andamiaje colonial montado en la Isla a partir de su conquista por la fuerza de las armas estadounidenses en 1898. De golpe y porrazo, se quiso enterrar para siempre el derecho del pueblo de Puerto Rico a su autodeterminación e independencia.

En 1979, después de 25 años de cárcel, bajo la intensa presión que ejercía la comunidad internacional, el presidente Jimmy Carter concedió el indulto a Lebrón y a otros compatriotas ^[4]. El entonces gobernador de Puerto Rico, Carlos Romero Barceló públicamente se opuso la amnistía otorgada por Carter, afirmando que esto fomentaba el “terrorismo” y socavaba la seguridad pública.

Lolita fue bienvenida de vuelta por varios grupos independentistas como una heroína al regresar a la isla, continuó activa en la causa de la independencia.

En el año 2001 fue arrestada otra vez por federales bajo la acusación de “desobediencia civil” en la zona restringida de Vieques. ¿La condena? Sesenta días de cárcel.

Lolita se caracterizó siempre por un ideal revolucionario del más alto contenido ético.La líder nacionalista  falleció el 1 de agosto de 2010 ^[5], en un centro hospitalario de San Juan debido a complicaciones cardiorespiratorias que no pudo superar.

Fue una figura prominente en el enérgico movimiento independentista en Puerto Rico, trasciende en el tiempo por su espíritu irreverente, espontáneo, fuerte y sencillo. ^[6]

De Lolita, una de sus frases más conocidas fue durante el asalto al Congreso: “¡No vine a matar a nadie, vine a morir por Puerto Rico!”

(Con información de Bohemia, Cubarte y Nodo50 )