Diseñado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de la isla caribeña (CIGB), este péptido logra mejorías en los parámetros ventilatorios y marcadores de inflamación, lo cual conduce al restablecimiento de personas complicadas a causa de la enfermedad.
Hasta diciembre del pasado año, el medicamento cubano basado en síntesis de péptido, alcanzó una tasa de recuperación por encima del 85 por ciento en personas en cuidados intensivos con la Covid-19.
En sus inicios, dicha molécula se diseñó para el tratamiento de enfermedades como la artritis reumatoide, pero por sus capacidades para reducir la hiperinflamación ocasionada por el SARS-CoV-2 en pacientes graves, críticos y evitar complicaciones en los de alto riesgo, se autorizó su uso contra el nuevo coronavirus.
La líder de ese proyecto, María del Carmen Domínguez, dijo a la Agencia Cubana de Noticias, que el CIGB prevé en el primer trimestre del año presentar a la Autoridad Reguladora de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de Cuba el informe final, con el propósito de pedir una autorización de emergencia para el uso de Jusvinza en la artritis reumatoide.
De igual manera, proyectan comenzar un ensayo clínico en artritis idiopática juvenil, que afecta a la población infantil.
También se proyecta hacer un ensayo clínico para la sepsis, específicamente en la neumonía comunitaria, mediante un estudio controlado usando el fármaco respecto a la terapia estándar, aseveró Domínguez.
Aclaró que esa acción posibilitaría tener un uso de emergencia del producto y optar por su registro para las condiciones que llevan al distrés respiratorio y la hiperinflamación.
Otros productos de la biotecnología cubana como el Nasalferon, la Biomodulina T, los Interferones e Itolizumab contribuyen actualmente al enfrentamiento a la Covid-19 en el país.
Además, la isla labora en cuatro candidatos vacunales contra la enfermedad, dos del CIGB: Mambisa y Abdala; y dos del Instituto Finlay: Soberana 01 y 02.
(Con información de Prensa Latina)