De acuerdo con el noticiero estelar, el contrarrevolucionario Luis Manuel Otero Alcántara, reconocido por fingir una huelga de hambre como parte de la farsa de San Isidro y denigrar símbolos patrios, pretendía para el próximo domingo realizar una actividad subversiva.
Tal suceso estaría en coincidencia con las celebraciones en el territorio insular del aniversario 60 de la fundación de la Organización de Pioneros José Martí, la cual agrupa a los pequeños de hasta 15 años, una fecha importante para Cuba.
El reporte precisó que Otero Alcántara creó en el barrio habanero de San Isidro una exposición, a la cual estaría invitado ese público infantil.
Las imágenes serían de golosinas, y allí les explicaría a los niños que no las pueden comer por la mala gestión del Gobierno; luego, ‘de manera mágica’, aparecerían los caramelos, y los repartiría, indicó el medio.
La fuente señaló que ese individuo, quien había afirmado no recibir fondos ni órdenes del exterior, tiene un contrato con el Instituto Nacional Demócrata de los Estados Unidos, subcontratista de organizaciones con historial de garantizar fondos para la subversión en Cuba.
Esa agencia es una especie de tanque pensante para determinados sectores de la política de Washington y desde los años 90 del siglo pasado intenta influir en la sociedad cubana, refirió el material.
Según este, dicho Instituto acordó una asistencia financiera con Otero Alcántara de hasta mil dólares mensuales para realizar actividades entre el 2 de enero de 2021 y el 4 de enero de 2022.
La televisión también mostró las relaciones entre el mercenario Otero Alcántara y Carla Josefina Velázquez, directora del Programa de Participación Ciudadana del referido Instituto, a través de un audio en el cual ella le da indicaciones y asegura: ‘Yo te dirijo’.
Además, el espacio informativo recordó cómo en la cima de tal organización está Madeleine Albright, quien fuera secretaria de Estado durante el segundo mandato de Bill Clinton, periodo con intensa actividad contra Cuba.
De acuerdo con fuentes oficiales, la isla es diana de un guion de golpe blando y en ese contexto los contrarrevolucionarios impulsan planes para generar un enfrentamiento entre la población y el Gobierno.
Según datos públicos, en las últimas dos décadas Washington dedicó cerca de 250 millones de dólares para los programas de agresión contra Cuba.
(Con informacion de Prensa Latina)