El funcionario ruso respondió así ante las declaraciones del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), que instó a Moscú a desescalar la situación en torno a Ucrania y aseguró que una supuesta invasión a ese país tendría serias consecuencias.
“En cuanto a las acostumbradas amenazas contra Rusia, advertencias o amenazas, entendemos absolutamente esa posición, no es necesario repetirla 10 veces. Lo único que querríamos, por supuesto, es que esa posición fuera equilibrada”, dijo, según la agencia de noticias TASS.
En tal sentido, subrayó la necesidad de que los llamamientos del G7 a desescalar el conflicto en Ucrania vayan dirigidos a sus autoridades, para que detengan las acciones provocativas en la línea de demarcación con esas repúblicas en el Donbass.
Peskov indicó que el Kremlin elogiaría un llamado a Kiev para que cumpla con sus compromisos en virtud de los acuerdos de Minsk e intente alcanzar una solución pacífica al problema interno ucraniano, sin alternativas, dijo, que no incluyan el diálogo directo con esas repúblicas.
“Pero, desafortunadamente, no vemos esas declaraciones”, enfatizó, a la vez que reiteró que Moscú no es parte del conflicto en Donbass.
Acerca de las informaciones sobre una hipotética invasión rusa a esa nación, el jefe del servicio de prensa presidencial consideró que tales mensajes cumplen el objetivo de aumentar de manera infundada la tensión entre ambos países.
Sin embargo, no descartó la posibilidad de que se produzcan provocaciones para justificar esas palabras y advirtió que los intentos de resolver la crisis en el sudeste de Ucrania por la fuerza tendrán consecuencias graves.
Peskov señaló que Rusia se esforzará para ayudar a Ucrania a resolver el conflicto en Donbass al mantener su compromiso con el Cuarteto de Normandía y los acuerdos de Minsk, establecidos en 2015 para lograr una solución pacífica al conflicto en esa región.
(Con informacion de Prensa Latina)