Cuba y la Unión Económica Euroasiática amplían cooperación

El miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, intervino este viernes en la sesión final del III Congreso Euroasiático, donde ratificó que los actuales desafíos nacionales, regionales y globales nos obligan a buscar soluciones propias y proyectos viables a favor de la cooperación, en temas decisivos y estratégicos para el desarrollo económico y social.

Durante esta importante cita —realizada en el Parque de las Ciencias y las Artes Sirius con la participación de Mijaíl Mishustin, primer ministro de la Federación de Rusia— el Jefe de Gobierno cubano ponderó la necesidad de colaborar en el campo científico-técnico, las finanzas, las infraestructuras de transporte y logísticas, la informatización y transformación digital, el turismo, la industria, la cooperación humanitaria, entre otros temas de interés.

Precisamente, el Congreso estuvo dedicado a la cooperación económica de los países de Eurasia en medio de las tensiones internacionales, y en él participaron representantes gubernamentales, la comunidad empresarial, el mundo académico y los medios de comunicación.

En sus palabras, Marrero Cruz resaltó la trascendencia del Congreso en la actual situación internacional, que impone complejos retos para nuestros países, y aludió a que “existe un gran potencial para el desarrollo del comercio, la inversión y la cooperación económica entre los Estados miembros de la UEEA y Cuba”.

Además, señaló que la Mayor de las Antillas, como Estado observador de la Unión, puede desempeñar un rol importante en el incremento de los vínculos económicos entre los países de la UEEA y los de la región latinoamericana y caribeña, a partir de su ubicación geográfica y los acuerdos vigentes entre las partes.

“La existencia de acuerdos de alcance parcial y complementación económica para la reducción de aranceles firmados por Cuba con países de nuestra región, constituyen una ventaja adicional para lograr los objetivos señalados sobre la base de bonificaciones para todas las partes”, significó.

Marrero Cruz recordó que, como parte de los esfuerzos para complementarnos y proyectar nuevos espacios de integración, Cuba presentó un proyecto atractivo y de interés mutuo, en el que se pudiera avanzar con mayor celeridad para la creación de un parque Industrial con la participación exclusiva de la UEEA en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

Precisó que el parque pudiera acoger inversiones de diversos sectores, entre los que se han identificado como de mayor prioridad: la industria farmacéutica y biotecnológica, el transporte; la industria sideromecánica; las energías renovables y la producción de alimentos.

“También coincidimos en líneas de trabajo fundamentales como la informatización de la sociedad, dirigida a la digitalización de la economía y el comercio electrónico”, señaló el Primer Ministro, quien añadió que eso también responde a la necesidad de promover alianzas estratégicas con las empresas de todos los países que integran la Unión.

Igualmente, significó que cada una de estas propuestas eran «en aras de favorecer la creación y la transferencia de conocimientos para el desarrollo conjunto de plataformas alternativas ante las sanciones, medidas unilaterales y bloqueos económicos, comerciales y financieros que imponen unilateralmente algunos Estados sobre nuestros países».

Marrero Cruz reiteró que para Cuba constituye una oportunidad singular, conocer e intercambiar experiencias con la Unión, en temas tan estratégicos y actuales como los dirigidos al desarrollo y bienestar de nuestros pueblos y naciones.

De igual modo, dijo, «ratificamos la determinación invariable de Cuba, de colaborar en la implementación de las directrices estratégicas para el desarrollo de la integración económica euroasiática hasta el 2025 y trabajar en el cumplimiento del Plan Conjunto de Colaboración 2021-2025, para la ejecución del Memorando de Entendimiento entre Cuba y la Comisión Económica Euroasiática, los cuales se corresponden plenamente con el Plan de Desarrollo Económico y Social hasta 2030».

Hacia el final de su discurso, el Jefe de Gobierno mostró satisfacción por los resultados durante estos días, los cuales representan un mayor compromiso como Estado observador de la Unión.

“Pueden contar siempre con Cuba; somos un país pequeño pero digno, libre, soberano e independiente, que no ofrece lo que le sobra, sino comparte lo que tiene”, concluyó.

Con la firma de tres importantes acuerdos, Cuba, Rusia y Belarús ampliaron el nivel de cooperación en el campo de la biotecnología. La rúbrica aconteció en el Parque de Ciencia y Arte “Sirius”, en presencia del miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, quien realiza una visita oficial a esta nación euroasiática.

El primero de los instrumentos es un memorándum de entendimiento que permitirá establecer una estrategia de cooperación científico-técnica, la transferencia y la asimilación de tecnología, así como la comercialización de principios activos para la producción de medicamentos y sus patrones de referencia.

Según explicó el presidente del Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas (Biocubafarma), Eduardo Martínez Díaz, este memorándum se firmó entre dicha entidad y JSC Componentes Activos, empresa rusa, líder en la producción de ingredientes activos. Añadió que Biocubafarma desempeña un papel importante en el mercado de América Latina y en la investigación y desarrollo de productos de origen químico.

El segundo es un contrato de suministro de sustancias farmacéuticas, es decir, la adquisición de varios principios activos de medicamentos genéricos; por ejemplo, el del antibiótico Azitromicina.

El tercer documento es una carta de intención de la Unión Económica Euroasiática para crear una alianza multinacional, que permita alcanzar la soberanía en el corto plazo, en pos del desarrollo y la producción de vacunas y medicamentos.

En este caso, refirió Martínez Díaz, proponemos un portafolio de productos en programas de tratamiento de enfermedades infecciosas y crónicas tales como la oncología, la neurología y la diabetes, que pueda comercializarse en esta zona euroasiática, pero también en la región de América Latina.

Además, pueden incluirse transferencias de tecnología entre nuestros países, de modo que tributen a la soberanía en la fabricación de medicamentos, vacunas, dispositivos y equipos médicos. Otro punto importante es el de promover intercambios científicos, académicos y empresariales para el desarrollo de nuevos productos, señaló.

“Nosotros pretendemos que la empresa FarmaCuba nos represente en América Latina. Estamos muy contentos de haber firmado estos documentos sobre la cooperación con nuestros socios, y estamos seguros que serán efectivos los resultados», dijo el representante de JSC Componentes Activos, quien valoró “de excelentes las relaciones entre Rusia, Cuba y BioCubaFarma”, basadas “sobre todo en la confianza”.

El presidente de BioCubaFarma también mostró satisfacción por esta “alianza que hemos establecido en el día de hoy, que va a brindar resultados muy positivos tanto para la Federación de Rusia como para Cuba, y también para otros países de la región euroasiática y de América Latina y el Caribe”.

De unir esfuerzos por lograr un mejor impacto en los servicios médicos que recibe la población de cada uno de nuestros países se habló en la firma de los documentos. Por eso, Martínez Díaz propuso a “nuestros amigos de la JSC Componentes Activos trabajar fuerte para materializar lo que hemos acorado en el día de hoy”.

Previo a la firma de los acuerdos, Marrero Cruz, junto a otros jefes de delegaciones que asisten al Consejo Intergubernamental Euroasiático, recorrieron la exposición Eurasia-nuestro hogar, en el Parque de Ciencia y Arte “Sirius”, la cual está dedicada a los logros en el desarrollo de la cooperación y los lazos económicos en el espacio eurasiático, donde existen varios stands de Cuba.