El gasto mundial de defensa crecerá en el 2018 por quinto periodo consecutivo y representará la tasa más alta desde el final de la Guerra Fría, según el informe anual publicado por la consultora ihs Markit. Los presupuestos, según las estimaciones de la organización radicada en esta capital, aumentan ahora más de 87 000 millones de dólares, lo cual equivale a un alza de 4,9 % hasta llegar a 1,78 billones, lo que supera el récord establecido en el 2010.

En América Latina, Brasil es el de mayor incremento en el sector, con casi la mitad del total de la región, y se ubica por detrás de Australia en el puesto 12 del orbe, por la erogación de casi 30 000 millones de dólares.

Los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (otan), precisa el documento, alcanzan los 54 000 millones de dólares. «Tras un periodo difícil para los miembros de la alianza por la crisis financiera, los 29 países comenzaron a aumentar sus presupuestos de defensa debido a las amenazas emergentes», explica Fenella McGerty, analista principal de ihs Markit.

Sin embargo, otros especialistas en el tema advierten que con el arribo a la Casa Blanca del presidente estadounidense, Donald Trump, se acentuó la influencia dentro de la otan en el objetivo de impulsar la carrera armamentista, de la cual depende en buena medida la economía de su nación.

Este 2018 el tope lo marca Estados Unidos con una subida de 46 000 millones de dólares, hasta alcanzar 702 500 millones, la cifra máxima desde el 2008, casi lo mismo que lo dedicado por las siguientes 14 grandes potencias armadas en su conjunto.

El documento prevé que nueve países miembros de la otan (Estados Unidos, Grecia, Estonia, Lituania, Letonia, Reino Unido, Polonia, Rumania y Francia) alcancen el 2 % de su pib en gastos de defensa en el 2019, en tanto en el 2014 eran solo cuatro.

China ocupa el segundo lugar seguido de la India, Reino Unido, Arabia Saudita, Francia, Rusia, Japón, Alemania y Corea del Sur. El coautor del estudio, Craig Caffrey, apunta que «el presupuesto de defensa de Rusia es ahora un 10 % más bajo que su máximo del 2015».

Los analistas apuntan que con el 10 % del presupuesto utilizado en armas se podría eliminar el hambre en el mundo.

(Con información de Granma)