La Patria es José Martí, hoy en la Mesa Redonda

¿Puede una nación sintetizarse en una vida? ¿Por qué Apóstol? ¿Cuán profundamente cala en el alma nacional todo lo referido a Martí y por qué? A estas y otras interrogantes que han recobrado actualidad frente a la ofensa a sus bustos, disertarán los doctores Eduardo Torres Cuevas, Director de la Oficina del Programa Martiano y Pedro Pablo Rodríguez, Director de la Edición crítica de las Obras Completas, invitados especiales a la Mesa Redonda “La Patria es José Martí”, que se transmitirá en vivo a las 7:00 pm este martes 28 de enero, aniversario 167 del natalicio de nuestro Héroe Nacional, por Cubavisión, Cubavisión Internacional, Canal Caribe, Radio Habana Cuba, el Canal de Youtube de la Mesa Redonda y las páginas de Facebook del programa y  Cubadebate. El Canal Educativo retransmitirá esta Mesa Redonda al cierre de sus emisiones del día.

4 Comentarios »

  • Eduardo Fernández Alfonzo dijo:

    El Martí que admiro

    En un enero sin sol,
    En el siglo diecinueve,
    Nació colmado de amor,
    Un hombre que nos conmueve.

    El Apóstol, el Inmortal,
    La inteligencia e hidalguía,
    El cubano universal,
    La luz de la patria mía.

    Sin dudas es José Martí,
    Nuestro Héroe Nacional,
    Quien fraguó con su ideal,
    A esta Cuba; libre así.

    De niño apreció primero,
    El mal de la esclavitud,
    Y se afianzó en su virtud,
    Siendo un amigo sincero.

    Con Mendive; su maestro,
    Un cubano excepcional,
    Aprendió que siendo honesto,
    Nada lo haría fracasar.

    Precisamente por eso,
    Cuando empieza a publicar,
    Sus pensamientos; va preso,
    Pero jamás claudicar.

    Conoce de los desmanes,
    Y lo humano del presidio,
    Hasta que ya en el exilio,
    Denuncia a todos sus males.

    Así comienza la etapa,
    Que lo llevaría a formar,
    La capacidad que atrapa,
    A quien lo escuchara orar.

    Recorre varias naciones,
    Que curten su pensamiento,
    Arribando a conclusiones,
    De luchar con argumentos.

    En todo ese batallar,
    Se intercala su Ismaelillo,
    A quien la vida ha de premiar,
    Con su amor puro y sencillo.

    Viaja Martí a Venezuela,
    Y justo ante el monumento,
    Siente que llegó el momento,
    De arremeter a la espuela.

    Reconoce en el fragor,
    De la gesta que emprendía,
    Que lo que hizo el Libertador,
    Sin hacer permanecía.

    Es entonces que hace estancia,
    En el monstruo imperialista,
    Y con entrega y constancia,
    Va componiendo la lista.

    Compromete a los cubanos,
    A luchar por su verdad,
    Uniéndolos como hermanos,
    Que ansían su libertad.

    Contacta a expertos guerreros,
    Como Gómez y Maceo,
    Convocando a tabaqueros,
    Junto con los Pinos Nuevos.

    En medio de esta actuación,
    Que protege cual tesoro,
    Da espacio a su vocación,
    Y escribe “La Edad de Oro”.

    En su ideario sumido,
    Funda el inmortal Partido,
    Que con su órgano oficial,
    Nace del pueblo oprimido.

    “Patria es Humanidad”,
    Esgrimió cual testamento,
    Demostrando que en verdad
    Su guerra es a pensamiento.

    Así se enfrenta a fracasos,
    Desconfianza y hasta traiciones,
    Pero jamás cede espacio,
    Y es firme en sus convicciones.

    Las Fernandinas es la idea,
    Que propiciaría la acción,
    Del retorno a la pelea,
    ¡Qué terrible frustración!

    Se repuso de aquel fiasco,
    Y persuadió con su oratoria,
    Pues ya España daba asco,
    Y era hora de la gloria.

    La orden del alzamiento,
    A nuestra patria envió,
    Con sagaz razonamiento,
    Que oculto permaneció.

    Junto a valerosos hombres,
    Con quien a luchar convino,
    Surcan diversos caminos,
    Y trascienden con sus nombres.

    Ya estando en la Cuba amada,
    Se suman al batallar,
    Tratando de conquistar,
    La libertad tan soñada.

    Pero en desigual acción,
    Justamente allá en Dos Ríos,
    Fue anegado el suelo mío,
    Con su sangre y su pasión.

    Cayó allí; de cara al sol,
    Desafiando comentarios,
    Dando su vida con honor,
    Y eternidad a su ideario.

    Sus doctrinas y argumentos,
    Hasta nuestros días llegaron,
    Porque en diversos momentos,
    Otros grandes la avivaron.

    Justo allá en su centenario,
    Estas parecían morir,
    Cuando un joven de actuar diario,
    Las conllevó a resurgir.

    Las defendió en el Moncada,
    En el Granma y en la Sierra,
    Hasta que triunfó en mi tierra,
    Fidel con su tropa armada.

    Y en los años venideros,
    Se han mantenido vigentes,
    Trazando nuevos senderos,
    Por todo este continente.

    Martí nos llamó a ser cultos,
    Para alcanzar libertad,
    Y repudiar los insultos,
    Del imperio y su crueldad.

    Así en su carta inconclusa,
    A su amigo nos alerta,
    Del poder del “made in USA”,
    Con visión casi perfecta.

    Igualmente convocó,
    A todos por el bien de todos,
    Y así nos adoctrinó,
    Por qué hay que andar codo a codo.

    Para juntos enfrentar,
    Cualquier lacaya maniobra,
    Que trate de mancillar,
    El ejemplo de su obra.

    Es por ello ha trascendido,
    Toda la acción del Maestro,
    Frente al yanqui resentido,
    Que jamás tendrá lo nuestro.

    Y hoy somos continuidad,
    De este ideario martiano,
    Porque en Cuba ya no habrá,
    Nunca más otros tiranos.

    Eduardo Fernández Alfonso. Santa Clara Villa Clara
    28/01/2020.

  • Nevalis Quintana Fernández dijo:

    Vindicación de José Martí.

    José Martí resucita, cual Ave Fénix, ante el agravio que ofende la hora difícil de la Patria. En guerra de símbolos y redes virtuales, el Apóstol despierta en la ofensa de su humilde pesebre, ultrajado en sangre por sujetos, que vendieron en denarios su cubanidad. Otra vez, el Monstruo, desde sus entrañas, da el zarpazo a la injuria y al odio. Pobres los Panter Rodríguez y los Yoel Prieto, individuos alentados por la basilisca Ana Olema y pandilla de seudo artistas profanos, de dudosa y monetaria moral. Para ellos, el desprecio de un pueblo que regala al amigo sincero el ramo de rosas blancas y una bandera. Porque para él la gloria no era pedestal, cabía en un grano de maíz y aun así, escuché una vez, creyó que aquel grano le era demasiado grande. Su última palabra escrita, en inacabada carta testamento por el llamado al combate, es acto de fe para todos: honestidad. Desde la trinchera de ideas, el Apóstol nos convoca a los Cubanos, dígase en mayúsculas, los Verdaderos, los de adentro y los de afuera, puesto que Patria, nuestra amada Cuba, también se llama Humanidad.

    Nevalis Quintana Fernández.
    (Actor y Escritor. Miembro de la UNEAC)

  • Jorge dijo:

    Podrían preguntarle a los especialistas del MINED qué se está haciendo para que la enseñanza de la historia no sea mecánica. Nuestro hijos y nietos repiten las cosas mecánicamente y eso es muy negativo (no solo en Historia, en la vida en general). Pero, hay que empezar por los maestros. Y no solo en las clases, ¿cuántas veces hemos presenciado matutinos y actos con niños y adolescentes repitiendo poesías como un disco? ¿En la preparación del matutino se les explica qué significan, por qué se escribió o qué trascendencia tuvo? Claro, el maestro es el primero que debe entenderlo. Y antes del maestro, los padres. La educación no es para salir del paso, es para toda la vida.

  • ANDY RUIZ dijo:

    CON MARTI NADIE SE METE PORQUE MARTI ES EL PUEBLO , Y NUESTRO APOSTOL ES CUBA

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