Los estudiantes y profesores chilenos han convocado a una nueva marcha el próximo 18 de agosto en rechazo a la falta de respuestas del Gobierno de Sebastián Piñera, que este jeves aprobó unilateralmente la nueva ley de Calidad de la Educación al margen de las peticiones de los jóvenes.

Asimismo, para este 24 y 25 de agosto, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Chile ha convocado una huelga general,a la que se sumarán los estudiantes.

Aunque los estudiantes han convocado nuevas movilizaciones, éstos están dispuestos a abrir el diálogo con el Congreso del país, declaró la presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile (Fech), Camila Vallejo.

Explicó que llegaron a esa decisión tras agotar otros intentos con el Gobierno de Piñera, pero sólo la llevarán a efecto “siempre y cuando el Ejecutivo presente proyectos coincidentes con las propuestas” del movimiento estudiantil.

“Si el Parlamento presenta un proyecto de ley como iniciativa y se comprueba que es bueno, podremos discutirlo”, señaló.

Agregó que “si sucede lo contrario, no estaremos dispuestos a ninguna instancia de diálogo”, ratificó Vallejo.

Asimismo, criticó la actitud del Ejecutivo de endosar al Congreso la crisis educativa que vive el país y “así evadir su responsabilidad”.

Este jueves, Piñera instó a los estudiantes a “un espacio de conversación en el Congreso, donde sea” durante el acto de promulgación de la ley. En ese mismo escenario el mandatario afirmó a los estudiantes que “no todo puede gratis en la vida”.

La presidenta de Fech instó al Congreso a demostrar esta vez que “puede legislar a favor de las grandes mayorías y a no presentar una propuesta no representativa”.

En la mañana de este viernes, la prensa nacional e internacional informó sobre la propuesta de los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados del Congreso para crear una mesa de diálogo y alcanzar finalmente un acuerdo político para resolver el conflicto educativo.

Los estudiantes demandan principalmente una garantía constitucional de la calidad y gratuidad de la educación pública, el fin del lucro, tanto en instituciones privadas como estatales, la inclusión de los estudiantes de menores recursos y que vuelva al Estado la administración del sistema de enseñanza, hoy en manos de los municipios.

Los jóvenes chilenos, que cuentan con el respaldo de los docentes, familiares y la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae), entre otros, también hacen una llamado urgente al desmonte de los mecanismos implantados en la dictadura de Augusto Pinochet, que sólo privilegia a una élite.

(Con información de TeleSUR)