Al amparo de cierto alivio tras la minicumbre con Alemania, el Gobierno de Francia espera dar el impacto definitivo de tranquilidad a los mercados la próxima semana con un paquete de medidas económicas.

En su primera actividad oficial tras las varias veces interrumpidas vacaciones, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, sostendrá el miércoles venidero un consejo de ministros para especialmente dar luz verde a las propuestas.

Ayer, Francia obtuvo un respiro al reafirmar la calificadora de riesgos Standard and Poor�s su nota de triple A.

Carole Sirou, presidenta de la agencia de calificación para la Europa francófona, aseguró que confía “en que este país conservará su calificación de triple A sobre su deuda”, con una nota que se mantiene estable por el momento.

Sin embargo, la semana anterior se conoció la información de que Francia quedó en cero en las estadísticas de crecimiento del segundo trimestre de 2011.

De abril a junio, el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) se estancó, después de la buena nota en el primer segmento del año con 0,9 por ciento camino hacia una mejora global en la meta de dos por ciento proyectada en 2011.

Tenemos unos cimientos estables, tenemos un plan, una estrategia, las herramientas para ponerlos en marcha y suficiente margen de maniobra, aseguró el ministro galo de Economía y Finanzas, François Baroin.

Añadió que sin dudas Francia deberá adoptar medidas adicionales para mantener el déficit público en el 5,7 por ciento al final de este año, aunque descartó una subida de impuestos y subrayó que el Gobierno se concentrará en la reducción de los gastos.

La idea de establecer un Gobierno económico de la zona euro ganó espacio durante el encuentro el martes de Sarkozy con la Canciller Federal de Alemania, Angela Merkel, y se esperan anuncios más concretos en septiembre.

Mientras, el ambiente bursátil mantiene su escepticismo, si bien ha moderado sus sobresaltos a la espera de las ofertas de Sarkozy el miércoles.

(Con información de Prensa Latina)