Entre 90 y cien presuntos rebeldes kurdos murieron y unos 80 resultaron heridos en los últimos días en bombardeos de la aviación turca en el norte de Irak, anunció el ejército turco en su página internet.

Turquía reanudó el 17 de agosto los bombardeos aéreos contra posiciones de rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en la región montañosa del norte de Irak.

El ejército turco precisó que se trata de un recuento provisional y añadió que 14 instalaciones, ocho depósitos de alimentos, otro de municiones, nueve cañones aéreos, 18 grutas y 79 escondites también fueron bombardeados en la operación.

Turquía estima que alrededor de 2 mil guerrilleros del PKK se encuentran en esta zona bajo administración kurdo-iraquí.

El ejército añadió que si hace falta los ataques continuarán en Turquía y fuera de sus fronteras.

Los rebeldes desmintieron haber sufrido tales pérdidas.

“Sólo tres combatientes del PKK murieron en la provincia de Dohuk. Hoy, por el momento, no ha habido ataques aéreos. Todo está tranquilo”, dijo Ahmet Deniz, un portavoz del PKK en Irak.

El presidente de la región autónoma kurda de Irak, Masud Barzani, se mostró inquieto en un comunicado por las pérdidas civiles, y denunció las operaciones turcas.

“Pido a Turquía que cese las operaciones (…) no puede justificarse ninguna acción que hiera a gente y destruya sus propiedades”, destacó.

Las autoridades kurdas indicaron que siete civiles, entre ellos algunos niños, murieron cuando intentaban huir de los ataques.

Desde comienzos de julio, los ataques del PKK en Turquía han costado la vida a unos cuarenta soldados y policías. En respuesta, el gobierno de Ankara ha adoptado una línea más dura en el conflicto.

Este mismo martes, un grupo de rebeldes atacó con ametralladoras un puesto de la gendarmería en el sureste de Turquía, matando a un soldado e hiriendo a otros tres, indicó una fuente de la seguridad local.

(Con información de Patria Grande)