En una entrevista ofrecida al portal alemán Spiegel Online, el exvicepresidente de EE UU, Dick Cheney calificó el controvertido campo de detención de Guantánamo como “una buena prisión”.

“Los prisioneros recibían atención médica, se cuidaban sus necesidades de alimentación, hacían deporte, rezaban. No todo lo que se dijo de Guantánamo es cierto”, dijo.

Durante la entrevista, también señaló que la técnica del ahogamiento simulado para forzar la confesión de prisioneros “no es una tortura”.

“No era tortura. Era un programa que aplicamos con gran cuidado”, sostuvo el republicano, que defendió “al ciento por ciento” su aplicación porque “permitió extraer información necesaria para garantizar la seguridad de la nación”.

El ahogamiento simulado o “waterboarding” consiste en sumergir la cabeza de la víctima en agua o en vertirle agua por las fosas nasales para provocarle la sensación de asfixia.

Cheney, vicepresidente durante los dos mandatos de George W. Bush (2001-2009), aseguró que se practicó siempre “bajo un estricto control” y aseguró que volvería a ordenar su uso “de inmediato”: “Las técnicas de interrogatorio funcionaron”.

El exvicepresidente, de 70 años, cita el ejemplo de Abu Subeida, lugarteniente de Bin Laden, que al ser sometido a “waterboarding” dio la pista de un colaborador con los atentados del 11 de septiembre que llegó a ser detenido cuando planeaba un atentado suicida en el aeropuerto londinense de Heathrow.

“Si decimos que no debimos aplicar nuestras técnicas de interrogatorio, también deberíamos decir qué atentados terroristas evitamos con ellas”, concluyó.

El político considera también que la muerte de Bin Laden no representa el fin del terrorismo: “Seguimos bajo amenaza”, advirtió. “Temo que haya nuevos atentados”.

(Con información de DPA)