Italia: Mario Monti, el anti-Berlusconi
El economista Mario Monti, que se perfilaba este domingo como el nuevo primer ministro de Italia, es un reconocido y respetado tecnócrata de 68 años y una figura completamente opuesta a Silvio Berlusconi, quien tuvo que renunciar tras haber minado la credibilidad del país.
Conocido como un hombre serio, reservado y discreto, Monti, nacido el 19 de marzo de 1943 en Varese (norte de Italia), se ganó el apodo de “Super Mario” por la independencia y firmeza que mostró cuando se desempeñó como comisario europeo entre 1994 y 2004.
Desde 1994 es rector de la prestigiosa Universidad Bocconi de Milán, donde suele formarse la crema y nata de la clase dirigente italiana.
Cuando se desempeñó como Comisario para la Competencia de la Unión Europea, entre 1999 y 2004, fue cuando se ganó el apodo de “Super Mario” por su capacidad de enfrentar a los bancos y de batallar contra los monopolios al haber impedido el matrimonio en 2001 entre colosos como General Electric y Honeywell o Schneider y Legrand.
También desafío en el 2004 al multimillonario Bill Gates al imponer a Microsoft una multa de 497 millones de euros y que obligó al grupo a facilitar la compatibilidad de sus productos. La sentencia marcó un hito en el mundo de la tecnología.
Monti, que tiene la difícil tarea de enderezar la economía italiana, al borde del abismo, deberá tomar medidas radicales, que obligarán a los ciudadanos a asumir sacrificios y también acabar con los privilegios, sobre todo de la clase política, según numerosos observadores.
“Para realizar reformas impopulares hay que unir los sectores más sensatos de todos los partidos políticos”, comentó en septiembre cuando comenzaba a agudizarse la crisis financiera que sacude a Europa.
“Es impermeable a las presiones”, escribió la prensa italiana, que recuerda que en el 2000 la influyente revista The Economist lo presentó como “uno de los burócratas más poderosos de Europa” y lo describió como un “adepto a la persuasión” y al diálogo.
El hecho de ser asesor del poderoso grupo de inversión Goldman Sachs, que encarna los excesos del capitalismo, ha sido resaltado por los sectores que se oponen a su nombramiento, como la populista Liga Norte, que lo tilda de tecnócrata que no ha sido escogido con el voto popular.
Especializado en la célebre universidad estadounidense de Yale, estudió con James Tobin, quien llegó a ser premio Nobel de la Economía en 1981.
Como investigador, desarrolló el modelo Klein-Monti, a través del cual se describe el comportamiento de un banco bajo el régimen de monopolio.
Considerado una personalidad “por encima de las partes”, Monti fue candidato en 1994 del conservador Silvio Berlusconi para ocuparse en la Comisión Europea, de temas como mercado interior, servicios financieros, fiscalidad y unión aduanera.
En 1999, el gobierno de izquierda liderado por Massimo D’Alema lo confirmó en la Comisión Europea, en donde trabajó con su compatriota Romano Prodi, presidente entonces de la mayor institución europea y ex líder de gobierno de la coalición de izquierda italiana.
Editorialista del Corriere della Sera, entre los diarios más influyentes del país, es autor de numerosas publicaciones sobre economía monetaria y finanzas.
Designado el 9 de noviembre, en medio de la crisis política y económica que atraviesa Italia como senador vitalicio, Monti es considerado también “un cardenal” porque no deja traslucir sus ideas.
Casado desde hace más de 40 años y con dos hijos, es asesor también de los consejos de administración de la firma automovilística Fiat y de seguros Generali, dos poderosos grupos económicos de la península.
Según la prensa italiana, su estilo de vida sobrio, sin excesos ni frivolidades, contrasta con el de Berlusconi, marcado por una vida disapada y chistes vulgares.
(Con información de AFP)
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