Nevada histórica paraliza Washington
La capital de Estados Unidos quedó paralizada desde ayer por una nevada persistente, el comienzo de una tormenta que, según los meteorólogos, podría ser la más intensa en la historia contemporánea de esta urbe.
Una capa sin precedente de nieve de 76 centímetros fue pronosticada para Washington, donde cayó una fuerte nevada en la tarde del viernes, al tiempo que los meteorólogos advertían que había condiciones de ventisca. En otros lugares del centro-nordeste de Estados Unidos se esperaban grandes acumulaciones de nieve.
En esa zona las autoridades atribuyeron al temporal cientos de accidentes y las muertes de un hombre y de su hijo en Virginia.
Varios miles de personas en Virginia Occidental se quedaron sin suministro eléctrico debido a la tormenta y un incendio en una clínica de la capital provocó que unos 36 pacientes huyeran de sus habitaciones para buscar resguardo en el sótano del nosocomio.
El incendio comenzó cuando un camión con una máquina para deshacer la nieve se incendió cerca del edificio. No hubo lesionados.
Las autoridades estatales desplegaron en la región miles de camiones de carga, trabajadores y cientos de toneladas de sal para derramar sobre la nieve e impedir las patinadas.
El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó acumulaciones de 45 a 62 centímetros de nieve desde Baltimore al norte de Virginia y partes de Virginia Occidental.
Las alertas sobre ventiscas entraron en vigencia desde la tarde del viernes y durarán hasta esta noche en la mayor parte de Delaware y el sur de Nueva Jersey, donde los pronósticos incluyen ventarrones y nieve con viento.
El Servicio Meteorológico había alertado que los viajes serían muy peligrosos o casi imposibles de realizarse por la combinación de una severa nevada con fuertes vientos en la segunda tormenta de nieve en menos de dos meses en la capital del país.
Estas fuertes nevadas y los vientos amenazaban con congestionar las carreteras y paralizar los transportes y los comercios de la región.
Las aerolíneas cancelaron vuelos, al igual que los trenes, las escuelas cerraron y el gobierno federal envió a sus empleados a sus casas, donde tendrían que quedarse durante varios días, pues la región está mal preparada para afrontar tanta nieve.
Ayer, todos los vuelos en el Aeropuerto Internacional de Dulles, en los suburbios de Washington, fueron cancelados, al igual que los del Aeropuerto Nacional Reagan.
Algunos hospitales del área pidieron a personas con vehículos todo terreno que se ofrecieran voluntarios para recoger a médicos y enfermeras para llevarlos a trabajar.
(Con información y fotografía de AP)
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