En el 2011 Chile vivió crisis educacional, política e institucional
El masivo movimiento estudiantil en demanda de una reforma educacional que garantice calidad y gratuidad marcó el año en Chile y, a juicio de analistas, erosionó la institucionalidad política del país sudamericano.
Los nombres de Camila Vallejo, Giorgio Jackson y Camilo Ballesteros, entre otros, saltaron a la palestra pública en 2011 como cabezas visibles de un movimiento que, según recientes encuestas, cuenta con el respaldo de más del 70 por ciento de la ciudadanía.
A juicio del politólogo Salvador Muñoz, la crisis del sistema educacional chileno, evidenciada en más de seis meses de huelga, va más allá de la magnitud de las protestas, de la trascendencia del tema educativo y de otros asuntos sectoriales puestos en la agenda.
En entrevista con Notimex, Muñoz -graduado en ciencias políticas por la privada Universidad Diego Portales-, dijo que en el país se libra una lucha a favor de una democracia verdadera.
‘En Chile se trata de recuperar la democracia real y de desarrollar la participación ciudadana en los asuntos que le conciernen, de recrear y tejer esa densa red de organizaciones populares que es la savia de la democracia’, señaló.
‘La fuerza social de los estudiantes puede y debe seguir ampliándose. Ellos mismos se han asumido como fuerza política y creo que ese es el mejor camino para emprender este desafío de los cambios en el país, en su modelo institucional, político y económico’, apuntó.
El ex coordinador del Programa de Políticas Públicas de la Academia de Humanismo Cristiano (UAHC) advirtió que los estudiantes ‘deben tener mucha perspectiva estratégica (para saber) hasta donde les puede llegar su fuerza política’.
Asimismo, deben considerar ‘quienes son los actores hoy día que están en condiciones y tienen la voluntad de hacer transformaciones radicales al modelo’, añadió.
Muñoz, columnista de varios medios de comunicación, reconoció que los jóvenes agrupados en la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) pusieron el ingrediente de la movilización social al escenario político del país en 2011.
‘Besatones’ en la Plaza de Armas, coreografías masivas frente al presidencial Palacio de La Moneda, teatro callejero, coloridos desfiles, ocupación de establecimientos y aguerridas marchas, impusieron el tema de la reforma educacional en la agenda política.
El movimiento ha logrado créditos menos onerosos, creación de la Superintendencia de Educación Superior, aumento en el presupuesto de educación, pero también provocó la salida de un ministro y la baja en la aprobación al gobierno y al presidente Sebastián Piñera.
Sin embargo, tras seis meses de huelga, el conflicto amenaza con pasar de año, algo que no lograron millares de estudiantes chilenos involucrados en una lucha que muchos consideran histórica.
(Con información de Notimex)
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