El presidente de Malaui, Bingu wa Mutharika, falleció este viernes a los 78 años tras sufrir un paro cardiaco en el momento que realizaba una audiencia en su residencia oficial. Fuentes médicas revelaron el fallecimiento a la prensa internacional, sin embargo, se espera por la confirmación del Gobierno.

Luego de la medianoche y tras dos intentos de reanimación, se declaró la muerte de Mutharika, un político que es líder del gobernante Partido Democrático Progresista y mandatario desde 2004 cuando fue por primera vez electo.

De acuerdo con las fuentes del hospital de la capital Lilongwe, los médicos no pudieron revivir al presidente, que llegó inconsciente al lugar.

El diario local “Nyasa Times”, informó que luego de la noticia, tuvo lugar una reunión de emergencia entre miembros del Gobierno y responsables del partido en la que se decidió enviar el cuerpo del presidente a Sudáfrica para recibir atención médica, aunque estaba clínicamente muerto.

Una radio repitió la información, pero reporteros en el aeropuerto de Lilongwe informaron que fueron desalojados del terminal aéreo antes del despegue del aparato.

La Constitución malauí estipula que si el presidente queda incapacitado para ejercer sus funciones o muere, el vicepresidente (Joyce Banda, en este caso) asume el poder.

Malaui es una nación que se encuentra en el sureste de África, limita con Zambia al noroeste, con Tanzania al noreste y con Mozambique al este, sur y oeste.

En una de los países más pobres del mundo y su recuperación económica durante la última década fue la que dio la reelección en 2009 al mandatario fallecido.

Tiene una población de casi 14 millones de personas y recibe ayuda para el desarrollo de países occidentales, aunque estas se vieron limitadas cuando Mutharika expulsó al embajador británico Fergus Cochrane-Dyet, quien dijo que el mandatario se había vuelto “autocrático e intolerante”.

(Con información de Patria Grande)