Popularidad de Santorum se desinfla en su estado natal, Pennsilvania
La popularidad del aspirante presidencial republicano Rick Santorum se encuentra hoy en números rojos en su estado natal, Pennsilvania, lo que pudiera hacer tambalear sus intenciones de imponerse en las primarias del día 24 en ese territorio.
A fines de marzo, una encuesta de la Universidad Franklin & Marshall, en ese estado, mostró a Santorum con 30 por ciento de respaldo entre los republicanos registrados para votar, frente al 28 por ciento que se decanta por el exgobernador de Massachussets Mitt Romney.
Ello resulta para Santorum una caída significativa después de ostentar en febrero 29 puntos por encima de Romney, señaló el estudio.
Otro sondeo de la Universidad Muhlenberg, también en ese estado, mostró que casi la mitad de los posibles votantes lo veían desfavorablemente, al tiempo que solo el 39 por ciento lo apoyaba.
Santorum es tan impopular como hace seis años cuando los votantes del nororiental estado le viraron la espalda cuando intentó permanecer como senador, y esa percepción pudiera sacarlo de la carrera presidencial del Partido Republicano, comentó el diario Boston Globe.
Analistas señalan que una victoria allí de Romney, puntero de la justa conservadora, decretaría un postrer puntillazo al exsenador, quien aún guarda esperanzas de devenir retador del presidente Barack Obama.
Hasta el momento, Santorum se ha mostrado incapaz de tranquilizar a los dirigentes del partido, quienes le exigen moderar sus posiciones de línea dura en cuestiones sociales, aspecto que aleja a votantes moderados e independientes, cruciales para triunfar en los comicios estaduales, indicó la publicación.
Después de las victorias de Romney esta semana en las primarias de Wisconsin, Maryland y Washington DC, el panorama se ha enrarecido para el exsenador, quien dos meses atrás levantó grandes expectativas y vaticinios sobre su posible candidatura por el partido de los elefantes.
Otro punto en contra de la imagen de Santorum ha sido el aluvión de publicidad negativa del equipo de campaña de Romney, quien está apostando por que sus rivales abandonen la competición cuanto antes y le dejen la pista libre para pulsear con Obama en noviembre.
Santorum, que pese a tal panorama promete mantenerse en la liza, opta por movimientos tácticos que lo lleven a mejorar sus escasas posibilidades de obtener la nominación, entre los cuales figuraría convencer al exlíder de la Cámara de Representantes Newt Gingrich de salir de la carrera en su favor.
De igual forma, tiene puestos los ojos en Texas, estado que el 29 de mayo repartirá 155 delegados durante sus primarias, con la esperanza de obtener el oxígeno que hoy parece faltarle para llegar a la meta.
(Con información de Prensa Latina)
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