La Federación de Rusia comenzará a suministrar a China sistemas de misiles antiaéreos “S-400 Triumf”, a partir del año 2017, cuando esté finalmente desarrollada la versión de exportación de este moderno armamento de fabricación rusa, según informó la agencia Rí Novosti.

Según fuentes militares citadas, el sistema antiaéreo S-400 Triumf fue diseñado para derribar toda clase de blancos aéreos, que vuelen a una distancia máxima de 400 kilómetros y a una altura de hasta 30 kilómetros.

El S-400 tiene capacidad para abatir aparatos aéreos que usan la tecnología Stealth, tales como aviones tripulados y no tripulados, misiles crucero, balísticos tácticos y táctico-operativos, blancos hipersónicos, entre otros.

Igualmente, el sistema es capaz de interceptar ojivas que viajan a una velocidad máxima de 4,8 kilómetros por segundo, tal como lo hace un misil balístico con alcance de tres mil 500 kilómetros.

El arma supera en alcance, versatilidad y rendimiento al sistema anterior (S-300) y se efectividad fue comprobada por primera vez durante el simulacro Comunidad Combativa 2011, realizado en septiembre pasado.

Actualmente, dos regimientos del Ejército ruso, ambos emplazados en las afueras de Moscú, ya disponen de sistemas S-400. Mientras tanto, un tercero será emplazado en la Flota rusa asentada en el mar Báltico.

En los próximos años los S-400 serán incorporados a todo el Ejército nacional, pero desde el 2017 Rusia podrá suministrarlos a otros países, entre los cuales China figura primero en la lista.

Beijing no cuenta actualmente con un potencial de despliegue de un sistema moderno e íntegro de defensa antimisiles. El más perfecto que tiene China es el de exportación de Rusia, S-300. Hasta ahora, su defensa antiaérea puede combatir sólo aviones y cohetes cruceros, pero no balísticos.

(Con información de TeleSur)